Jean Luc
Ayoun
JOPHIEL
19 junio 2008
Yo soy el arcángel Jophiel,
Arcángel de la Luz dorada y del Conocimiento. Vengo a proseguir junto a ustedes
un cierto número de informaciones que les he ya comunicado desde algunos meses.
Vengo hoy a prepararlos. Están, en efecto, al alba de un día nuevo. Quien dice
“alba de un día nuevo” significa que actualmente están en la noche, en la
oscuridad donde la Luz no brilla. Por las elecciones de vuestras encarnaciones
experimentan, en grados diversos, en espacios diversos, la experiencia de la
separación, la experiencia de la Sombra y buscan ardientemente la Luz. Vuestro
globo, donde están encarnados, los ha acompañado en ese periplo y en esa
marcha. Él ha hecho, como ustedes, la promesa de volver un día a la Luz. Así
como ustedes han hecho un día la promesa de volver a la Luz. Los múltiples
juegos de vuestras encarnaciones han desembocado en una opacificación de
vuestra Luz interior con el fin de vivir, a grados diversos, la experiencia,
como ya lo he dicho, del dolor, de la pesadez. Vuestra Tierra y ustedes mismos
están realmente, ahora, al alba de un día nuevo pero antes que el alba llegue
hay que descender a lo más profundo de vuestra interioridad para encontrar el
impulso necesario a vuestro regreso a la Luz, si tal es vuestra elección, si
tal es vuestro destino. Nadie viene a forzarlos, nadie viene a obligarlos a
elegir la Luz. Sean bien conscientes que el período que ha sido inaugurado al
comienzo de este año, confirmado al comienzo del mes de mayo de este año, que
va a durar un cierto tiempo, es un proceso de maduración, de madurez, que debe
conducirlos, poco a poco, de manera gradual, hacia un proceso llamado
“ascensión” o “despertar”. No se trata de un despertar limitado a vuestra
dimensión sino un despertar que conlleva un acceso amplio a vuestra
transdimensionalidad. No se trata solamente de un regreso o una reconexión a
vuestra Esencia sino más bien de una ampliación a estados múltiples del ser a
los cuales ustedes no tenían acceso hasta el presente. Yo decía, en una
intervención precedente, que a medida que pasaran las semanas que transcurren
en adelante un número de ustedes tendrán acceso a esta transdimensionalidad, a
la dimensión de contactos transpersonales, en particular con el mundo de donde
yo vengo que es el mundo angélico. Eso podrá hacerse de diferentes maneras, por
diferentes vías, a diferentes momentos, que algunos de ustedes ya experimentan,
que es el contacto con el Ángel. El contacto con el Ángel no es el despertar
sino simplemente la promesa, si tal es vuestra elección, de ayudarlos en ese
periplo nuevo de este día nuevo que viene hacia ustedes. Me gustaría decirles
también que he venido, en este año que ustedes viven, a inaugurar lo que he
llamado, durante mi primera intervención, el año de la conmoción. En efecto,
dejar un estado para acceder a otro estado, por luminoso que sea, necesita
siempre hacer un duelo. Se trata de un nuevo nacimiento y así pues también de
una nueva muerte, para los que lo deseen.
Ustedes están confrontados, y serán
cada vez más confrontados, a las necesidades imperiosas de elección, de
decisión, que llama a veces a conmociones inmediatas e importantes de vuestros
caminos de vida. A medida que avancen en este año (y en el período de los
cuarenta y dos meses ya mencionado) deberán, si tal es vuestra elección,
despojarse. Despojarse quiere decir ponerse al desnudo, quitar las Sombras,
quitar lo que estorbaba hasta el presente la manifestación del ser de Luz que
ustedes son. Para eso tendrán que vencer ciertos apegos, ciertos
comportamientos. Tendrán que superar ciertas condiciones. Tendrán que estar
afirmados en vuestra voluntad y vuestra certeza de Luz. Al mismo tiempo de la
irrupción de la Luz, a medida que ustedes se acercan al alba de un día nuevo,
notarán, en el interior de vuestras vidas, en el interior de vuestros campos
vibratorios hasta el nivel más físico, la presencia de tensiones
contradictorias entre la voluntad de Luz y la voluntad de las Sombras. Nadie
los juzgará. El Ángel se presenta con el fin de que, en todo conocimiento y en toda conciencia, tengan acceso a la
libre elección de las decisiones que hayan formulado hace ya algunos años. Pero
hoy, se necesitan actos. Hoy no se trata más de una decisión mental sino de una
decisión concreta que compromete totalmente, para una duración larga, el
camino que ustedes tomarán dentro de la
nueva dimensionalidad o, al contrario, el camino que tomarán dentro de los
campos de experiencias de la tercera dimensión. No hay ningún juez si no es
vuestras propias elecciones. El único problema, a través de esta alba que hace
irrupción pronto en vuestras vidas, en vuestro planeta, se traduce por un
cierto número de tensiones hacia las dimensiones que opone todo: dimensión de
la Sombra (que no es negrura sino que solo es ausencia de Luz y prosecución de
la experiencia de la encarnación) y del otro, la elección de la Luz, la
elección de transportar este cuerpo que los anima en la Luz. A veces, para
algunos de ustedes, eso será la elección de la Luz pero sin el cuerpo. No les
esconderé que la mayoría de la humanidad presentemente encarnada en la
superficie de este planeta ha decidido proseguir la experiencia de la
encarnación. Es su libertad, es imprescriptible, es inviolable y es respetable.
Hoy ustedes están en los instantes donde deben posar los actos concretos,
reales, materiales, de vuestras elecciones. No pueden quedar entre dos
elecciones. Eso no es más posible.
Recuerden también que yo hablaba de
duelo, de dejar un estado para acceder a otro estado. Cualquiera que sea la Luz del estado por venir, si
ustedes la eligen, no hay que engañarse ya que habrá que separarse de cosas, a
veces de manera dolorosa. Pero la experiencia que se les propone es única en la
historia de las almas. Se trata de grandes instantes, de grandes momentos que
se presentan a ustedes. El alma humana, durante su descenso en encarnación, en
este ciclo, o den los ciclos anteriores, encarnaciones decididas de su propia
elección, ha prometido y ha recibido la promesa del Ángel que en el momento
oportuno la reconexión estaría de nuevo activa. Son estos momentos que ustedes
viven ahora. Cada uno a su manera, cada uno a su modo, vive hoy el reencuentro
con el Ángel que viene a recordarles su promesa y la necesidad imperiosa de
elegir la ascensión o la prosecución de la experiencia. No se trata de un acto
intelectual, no se trata de un acto emocional, se trata de un juramento y de un
acto concreto que compromete, de nuevo, yo lo repito, el destino del alma.
Traten de demorarse lo menos posible sobre las Sombras que los atan. Pero, de nuevo,
si deben elegir el camino de la experiencia de la encarnación de nuevo, habrá
de todas maneras, también, que vivir el duelo de la luz, esta vez. En un caso
como en el otro, dicho de otra manera cualquiera sea vuestra elección, es tan
respetable como la otra elección pero no les hará economizar la sensación de
duelo y de nuevo nacimiento. Existe una sola manera para el alma que decide
proseguir la encarnación de recordarse la promesa del Ángel: es hacerle revivir
la promesa del Ángel. Así es el caso para cada fin de ciclo y para cada nuevo
ciclo. Repito también: no se demoren en el estrépito del mundo, no se detengan
en los ruidos de este mundo. Cualquiera sea la naturaleza de los
acontecimientos que han golpeado, golpean o golpearán las multitudes de seres
humanos en diferentes lugares del globo, tales como los he definido durante mis
últimas intervenciones, lo que golpea no golpea al azar sino corresponde a las
elecciones de grupos de almas. No vean una desgracia, sino vean una liberación
para permitir vivir la promesa del Ángel y con el fin de hacer la elección de
quedar sin cuerpo en ascensión o de tomar cuerpo para continuar la experiencia.
Ese pasaje es un pasaje obligado. No hay otra alternativa. Ese pasaje no es ni
un castigo, ni una recompensa. Ese pasaje forma parte de la existencia misma de
los ciclos. Ciclos ilustrados por el día y la noche, ciclos ilustrados por las
estaciones, ciclos ilustrados por los elementos y por los movimientos mismos de
los sistemas solares. Ustedes están realmente al alba de un día nuevo. Hay que
penetrarse de la energía del Ángel. Un cierto número de estructuras
fisiológicas se modifican en ustedes con el fin de permitir ese pasaje y esa
elección. Todo ser humano, digo bien todo ser humano, vivirá este pasaje. No
existe ningún alma que se salve de ese pasaje. De nuevo el estrépito del mundo
no les concierne de manera exterior sino más bien interior. Lo que ustedes
observan al exterior dicen bien que eso sucede al interior en alguna parte en
vuestro cuerpo. Pronto, comprenderán que el mundo que observan al exterior de
ustedes no es más que ustedes mismos, que no sirve de nada criticar tal o cual
acción, tal o cual persona porque todo eso les pertenece y es ustedes mismos.
Queridos seres de Luz en encarnación, mi presencia está destinada sobre todo a
favorecer esta transdimensionalidad, el acceso a vuestro Ángel. Antes de
hacerles comulgar a este espacio de transdimensionalidad por la irradiación de
la Luz dorada que me anima, si tienen interrogaciones concerniendo, de manera
exclusiva, lo que acabo de hablarles, voy a intentar aportar una iluminación
suplementaria.
Pregunta: ¿Qué entiende usted por “acto concreto”?
Entiendo por “acto concreto” la
noción de concretizar, de volver reales, de volver manifestados una decisión y
una elección. El ser humano en encarnación tiene tendencia, en regla general, a
tomar decisiones en su cabeza, en sus campos vibratorios sutiles y, muy a
menudo, a no llevarlas a término nunca porque, muy a menudo, les parece tener
todo el tiempo. Existen períodos de la historia del alma donde los tiempos de
la encarnación son contados. El acto concreto es la confirmación de vuestras
elecciones. Es un compromiso marcado por el sello de vuestra alma y de vuestro
Espíritu. Este aspecto concreto puede tomar, según las almas, caminos
diferentes. De nuevo, pueden necesitar ciertas formas de desgarros con respecto
a vuestros allegados, con respecto a vuestro país, con respecto a vuestras
costumbres, con respecto a vuestros modos de funcionamiento. Ya que se trata de
un cambio completo de paradigma, de visión y de vida, muy simplemente que no es
mañana, es hoy.
Pregunta: ¿Cuál es la diferencia entre ascensionar con o
sin el cuerpo?
Hasta el presente el proceso de la
muerte no era un proceso de ascensión. El proceso de la muerte era un proceso
de liberación de una cierta materialidad que permitía el acceso a una cierta
dimensión calificada de intermedia, pero, en ningún caso, una ascensión
directamente en la Luz. Una visión de la Luz, un acceso a ciertos mundos infra-luminosos,
para algunos. Hoy toda alma que deja su vida, su cuerpo, se ven proponer la
elección de la reencarnación o de la ascensión. Ahora, en lo que concierne el
proceso de ascensión con el cuerpo, es un proceso extremadamente luminoso,
extremadamente potente. Los remito para eso a las palabras grabadas por San
Juan en el Apocalipsis. La ascensión con el cuerpo necesita un cierto número de
condiciones previas. Recuerden las palabras de San Juan. “habrá muchos
llamados, serán marcados en la frente”. Los elegidos, por más que ese término
pueda parecer presuntuoso, corresponde sin embargo a una realidad: los seres
que habrán hecho la elección consciente, deliberada, concreta, de la ascensión
con el cuerpo, llevarán el cuerpo físico en la nueva dimensión que es otra
forma de corporeidad pero que no está más sometida a las mismas leyes que
ustedes experimentan en encarnación sobre este planeta. Ese proceso es un
proceso energético que se refiere a los fenómenos de desbloqueo utilizando las
claves ascensionales que ya han sido evocadas (ndt: canalización de la Intra Tierra del 23 mayo 2008). Una vez
más, ustedes no están ahí. Se les pide, en este año, estar en lo concreto de
vuestras elecciones y de vuestras decisiones. Es un período, para los que
quedan en encarnación, donde la transdimensionalidad, el contacto con el Ángel,
es esencial. No serviría de nada detallar el proceso ascensional en sí mismo
mientras ustedes no estén en los últimos instantes de la noche que precede la
emergencia del alba. Retengan simplemente que los que han decidido ascensionar
sin el cuerpo (se trata en ese caso de lo que ustedes llaman partidas en masa)
lo hacen total lucidez. Las dos rutas, los dos caminos son mostrados: proseguir
la experiencia de la encarnación o elegir la ascensión, de manera de volver con
un cuerpo ascensionado sobre la nueva Tierra, en un tiempo relativamente
próximo.
Pregunta: ¿Los que van a ascensionar con el cuerpo tendrá
por rol recibir a los que van a ascensionar sin el cuerpo?
En una cierta medida, para un
cierto número, la respuesta es “sí”.
Pregunta: ¿Hay una relación entre lo que ustedes llaman la
ascensión y lo que nosotros llamamos física cuántica?
Puedo responder “sí” pero de manera
muy vaga.
Pregunta: ¿Cómo se puede traducir el contacto con el Ángel?
Por una percepción, por una visión
concreta de vuestro Ángel. Generalmente, en un primer tiempo, bajo forma de lo
que ustedes llaman “sueño”. Para la mayoría de ustedes en un fenómeno que
sobreviene de manera nocturna por la activación previa de ciertos canales de
transcomunicación que pueden traducirse por vibraciones a nivel de vuestras
estructuras corporales, a nivel de la cabeza pero también del corazón. Pero se
trata de un encuentro real. Un Ángel no es un hombre salvo si éste viniera a
tomar cuerpo, pero, en ese momento, estaría en encarnación de carne como
ustedes. Yo hablo de transdimensionalidad, de transcomunicación, por tanto de
contacto con un ser de pura Luz.
Pregunta: ¿Cómo estar en el soltar total para estar en
coherencia con nuestra alma, a pesar de nuestros miedos, nuestros apegos?
Si yo respondo a esta pregunta
interferiría con la venida de la que, en su vida, se llamaba Ma Ananda Moyi. La
dejaré responder a esta pregunta que es además el objetivo de su intervención (ndt: canalización de Ma, el mismo día, 19
junio 2008).
Pregunta: ¿Las vibraciones fuertes, la pesadez, pueden
reflejar una comunicación con el Ángel?
Sí.
Pregunta: ¿Esta forma de comunicación con el Ángel no
está bloqueada por nuestro propio psiquismo?
En algunos
seres, sí. La revelación de la presencia del Ángel no es suficiente, en sí
misma, para procurar el despertar o la liberación o la ascensión. Está
simplemente ahí para recodarles la promesa, cualesquiera sean vuestras
elecciones.
Pregunta: ¿Cómo facilitar en el mejor de los casos esta
transcomunicación?
No necesita un
trabajo particular. Está inscrita en la lógica de los acontecimientos
ineluctables de los fines de ciclos. Se manifiesta en este año de conmociones
ya que el encuentro con el Ángel es una conmoción.
Pregunta: ¿Cómo se articula la elección de la encarnación
con la de la ascensión?
Repito: la
elección de la encarnación se hace en un ciclo en el cual ustedes están
actualmente puesto que están encarnados. En ese ciclo, que se extiende sobre
muchas decenas de millares de años de vuestro tiempo, ustedes tienen muchas
encarnaciones. La elección que se propone hoy no tiene nada que ver con una
elección de encarnación. Es una elección entre la ascensión (con diferentes
modalidades) con la elección de la encarnación de la experiencia de nuevo es
decir prolongar el ciclo (recomenzar un ciclo más exactamente). Mientras que,
entre dos encarnaciones en el mismo ciclo, ustedes no tienen la elección. La
diferencia esencial está a ese nivel.
Pregunta: ¿El nivel de conciencia puede intervenir?
Sí. Más el
nivel de conciencia es amplio, más la madurez de la conciencia es grande, más
la conciencia es consciente, más el encuentro con el Ángel es fácil. Pero no se
engañen: la conciencia puede ser extremadamente amplia y sin embargo presentar
numerosos apegos o ciertos apegos extremadamente sólidos. Mientras que, al
contrario, para otras almas encarnadas que tendrían una consciencia menos
amplia pero cuyos apegos serían más débiles a la encarnación, para ese tipo de
almas también la transcomunicación del Ángel podría ser mucho más fácil.
Pregunta: ¿Para facilitar esta transcomunicación se puede
pedir, al momento del adormecimiento, estar en contacto con lo que se llama el
alto astral?
El alto astral
pertenece a vuestra dimensión de vida y de experiencia. No está más allá de la
tercera dimensión. Es incluso la especificidad de ella, incluso a su nivel más
alto. La transdimensionalidad de la que
doy cuenta se sitúa sobre niveles vibratorios o dimensionales mucho más
elevados, que son incluso mucho más elevados que los niveles que ustedes
llaman, en vuestra encarnación, la quinta dimensión. Así pues convendría más
bien pedir, antes de dormir, un acceso no al alto astral (que es la misma
dimensión, que la vuestra a un nivel más etéreo) sino el acceso a la
transdimensionalidad y así pues el encuentro con el Ángel.
Pregunta: ¿Se puede estar en contacto con el que se llama
Cristo?
Sí, de
múltiples maneras, con la condición de no, en una expresión que ustedes
emplean, confundir Roma con Santiago. El Cristo es una alta entidad. El Cristo
es un nivel vibratorio y una presencia que está mucho más allá de lo que
algunos creen transmitir a través de ciertas denominaciones de tipo oriental o
hinduista que solo son parodias muy lúgubres de lo que es el Cristo. Sin
embargo, todo ser humano encarnado tiene la posibilidad real de contactar y de
comulgar con Cristo. Él ha dicho, durante su vida: “cuando estén tres reunidos
en mi nombre, yo estaré entre ustedes”. Eso era y es una realidad. Sin embargo
hay que usar el discernimiento, y no el juicio, para reconocer lo que viene de
la Luz de lo que no viene de la Luz. El Cristo es también un estado interior
que necesita una pureza absoluta del corazón y no del canal. Lo que explica que
entidades humanas encarnadas, profundamente deterioradas a nivel de su cuerpo
físico, hayan podido encontrar el Cristo, en todas las naciones, en todas las
épocas. La comunicación con el Cristo es una comunicación que pasa por el
corazón y no por el canal.
Pregunta: ¿El Cristo está verdaderamente presente en la
iglesia católica?
El Cristo está
presente en el ser humano. No está nunca presente en las representaciones o
asociaciones, cualesquiera sean. El Cristo está presente en la hostia si el
sacerdote que oficia es el cuerpo de Cristo. No basta subir una hostia para,
que a través de un ritual, el cuerpo de Cristo sea. Sin embargo, la persona que
tiene suficiente fe y la fe en esta hostia y el Cristo, entonces, tendrá el
Cristo. Pero todo depende de la fe del que oficia pero sobre todo de la fe del
que recibe. Pero, en ningún caso, el Cristo está presente en esas asociaciones
humanas que reivindican la presencia del Cristo. Una cosa es reivindicar un
estado, otra cosa es vivirlo.
Pregunta: ¿Cristo acompaña los cambios que vivimos?
Cristo ha
dicho en el Apocalipsis que volvería como ha partido. Cristo ha ascensionado
con su cuerpo físico. Volverá tal como ha partido, con el cuerpo de Gloria, tal
como lo ha dicho, tal como lo ha escrito San Juan. Cristo llegará después, en
el momento último. Las etapas preparatorias que viven desde numerosos años
están orquestadas ante todo por las dimensiones arcangélicas pero también para
los que ustedes han llamado, a vuestra manera, vuestros hermanos galácticos.
Cristo está presente en el hombre que tiene el corazón puro. Cristo está
presente, de manera exterior (o exteriorizada, si ustedes prefieren) en el
momento propicio donde el día amanece no antes.
Pregunta: ¿Los Evangelios son fiables?
Las alegorías
son importantes. No vean una historia real y concreta sino más bien la historia
de una epopeya, no histórica en el sentido literal. Lo importante es la
alegoría, excepto para el Apocalipsis llamado de San Juan que describe de
manera formal, extremadamente precisa y detallada, vuestra época. Eso solo
tiene poca importancia en el proceso que ustedes tienen que vivir hoy ya que
esos acontecimientos son los mismos hayan leído la Biblia, el Corán, las
Escrituras Bíblicas o cualquier otro tipo de escritura.
No tenemos más preguntas, le agradecemos.
Si ustedes lo
permiten, pienso que es bueno ahora que procedamos a la emisión de la Luz
dorada antes de dejar el lugar a la que se hace apremiante ahora y que ha sido
llamada Ma Ananda Moyi (ndt: canalización
del mismo día, 19 de junio 2008). Queridos seres de Luz en encarnación les
pido descruzar brazos y piernas, abrir vuestra sonrisa interior, y recibir la
vibración de la Luz dorada que va a serles retransmitida ahora. Yo les presento
todos mis respetos por vuestro camino, todo mi
agradecimiento por vuestra escucha. Sin embargo tendría necesidad, en el
momento de la emisión, ya que debo poner de pie al canal, de un apoyo lateral,
a izquierda y a derecha. Bastará, cuando esos apoyos estén ahí, tener
firmemente el brazo del canal.
…Efusión de
energía…
Canalizado por Jean Luc Ayoun
Transcripción. Veronique Loriot
Traducción:
A.I. http://mensajes-del-espiritu-2010.blogspot.com