www.autresdimensions.com
Canalizado por: Jean Luc Ayoun
Transcripción: Véronique Loriot
Traducción: Amparo Iribas
http://mensajes-del-espiritu.blogspot.com
http://mensajes-del-espiritu-2010.blogspot.com
Canalizado por: Jean Luc Ayoun
Transcripción: Véronique Loriot
Traducción: Amparo Iribas
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MARIA
24 febrero 2006
Yo
soy María, Reina de los Cielos y de la Tierra. Les doy la Bienvenida a ustedes
queridos hijos. Me uno a ustedes, no para hablar pues no es más tiempo de
hablar. Todo ha sido dicho y todo fue consumado. Queda ahora encontrar vuestra
dimensión primordial de ser de Luz. Y el trabajo que les propongo, como Madre
muy amante, es que se permitan beneficiarse de lo que se llama esta “abertura
del corazón”, de esta efusión del corazón que representa vuestra esencia
primordial, el ser primordial que ustedes son, la dimensión del “yo soy”, la
dimensión de la Unidad pues estén seguros queridos hijos, que cualesquiera sean
las vicisitudes de sus vidas, cualesquiera sean los sufrimientos expresados o
no que ustedes hayan tenido que superar (o que superen en este momento o que no
superen por otra parte), ustedes son desde siempre, hijos de la Unidad, hijos
del Único. Y
ustedes pertenecen a la ley de Uno.
Así
como mi Divino Hijo les mostró el camino, él era el Camino, la Verdad y la
Vida. Él permanece para siempre el Camino, la Verdad y la Vida. En cuanto a mí,
co-redendora, vengo a sus lados a fin de pacificar vuestra esencia, de abrirlos
a la realidad de lo que son ustedes, pues es tiempo ahora de volver a tomar
conciencia de lo que son (y no de lo que ustedes creen ser, ni de lo que
ustedes parecen, ni de las ilusiones que ustedes han mantenido), de esta esencia
inmortal, Divina que hace que ustedes sean Divinos. Yo les traigo desde aquí en
adelante mi bendición y vamos a obrar todos juntos ahora en esta efusión del
corazón, que es mi trabajo de corazón de madre muy amante. Sean bendecidos
queridos hijos y ahora vamos a acoger lo que viene.
Y
a ustedes queridas almas de Luz, queridos hijos a través de esta semilla de
amor puesta en el centro de vuestro ser, de mi corazón amante de Madre, les
transmito la bendición eterna de mi Divino Hijo. Y yo le traigo a vuestra
esencia el alimento necesario a su abertura, necesario a su plenitud. Sean
bendecidos. Yo los amo. Yo soy María, Reina de los Cielos y de la Tierra. Y yo
les digo hasta pronto.