Jean Luc Ayoun
MIKAEL
5 enero 2009
Yo soy MIGUEL, Arcángel, Príncipe y Regente de las
milicias celestiales. Vengo a ustedes con el fin de asistir al conjunto de las
entidades humanas de este planeta para vivir el año del desvelamiento, el año
del despertar y sobre todo el año de mi combate. El buen grano debe ser
separado de la cizaña. La Luz viene a iluminar. La Luz viene a revelar. La Luz
viene a despertar. Yo estoy a la cabeza de los batallones de la Luz. Vengo a
mostrarles, por la Luz, todo lo que hasta el presente se les había escapado en
vuestro condicionamiento y en vuestra evolución, a título individual y a título
colectivo. Mi acción y mi Luz se manifestarán al final de este año por
manifestaciones elementales fuertes, violentas e instantáneas, que eso sea,
desde luego, a través del fuego y, de manera equivalente, por el elemento aire.
Cada Arcángel ve asignado a un trabajo particular en este
sistema solar todos los 12 años. El año marcado 2009 sobre vuestros calendarios
es el del regreso de mi presencia. El año 1996 fue el año donde yo encarnaba,
por la primera vez sobre la Tierra, la totalidad de las energías de la lucha
arcangélica para el Padre, bendito sea. En este año 2009, y hasta la mitad del
año 2010 y pues durante más de un año, me manifestaré a ustedes por los signos,
por los elementos y por las modificaciones de la Luz en vuestro ser físico, a
nivel de su ADN y, a nivel de vuestras estructuras sutiles, por el elemento
fuego y el elemento aire. Vengo a quemar en ustedes lo que podría estorbar el
establecimiento de vuestras elecciones previas efectuadas durante los años
precedentes. Vengo a desenmascarar las zonas de Sombra. Vengo a despertar la
Luz. Yo soy el que precede el regreso del Hijo y del Padre. Yo soy el que
viene, por el fuego y el aire, a hacer emerger en ustedes la fuerza del alma,
la fuerza del Espíritu y la Verdad de la Luz.
El hombre debe encontrar la Unidad. Algunos entre
ustedes, y muy pocos entre ustedes, la encontrarán. Algunos vendrán a ayudarlos
a realizar vuestra Unidad a través de su revuelta contra las fuerzas oscuras.
No se trata más de confrontación sino de combate. Este combate que yo ilustro a
nivel de los elementos, a nivel colectivo, debe permitir, en vuestro ser
interior, volverse seres estabilizados en la Luz y la verdad del Padre.
Numerosas cosas, numerosos elementos, numerosas vidas, numerosos humanos,
numerosos pueblos deberán, este año, adaptarse, transformarse, conformarse a la
voluntad de la Luz. Yo vengo, por el arma
de la Luz, a hacer un trabajo en
ustedes, alrededor de ustedes y sobre el conjunto del planeta. Yo vengo,
acompañado del conjunto de las jerarquías de Luz del conjunto de los universos
de vuestro cuarto galáctico con el fin de eliminar los frenos y los obstáculos
a la ascensión de la humanidad revelada a su Luz Divina. Vengo a permitir a
este planeta y a este sistema solar liberarse de los anclajes de funcionamiento
resultantes de las leyes de karma. Vengo a cumplir lo que ha sido anunciado.
El año es un año de gran Luz y de grandes sufrimientos.
La Luz, me responderán ustedes, la Luz es Alegría, la Luz es Verdad, la Luz no
es sufrimiento. Eso es justo y exacto, excepto durante los momentos de
transición que acompañan los grandes cambios de ciclos en todas las creaciones
existentes, pasadas y por venir. Ese momento de transición es un momento de
tensiones extremas entre las fuerzas interiores y exteriores a ustedes
queriendo ir hacia la materialidad y las fuerzas y las tensiones queriendo ir
hacia la Luz. Ustedes no pueden escapar a eso. Es la única manera, yo lo digo y
lo repito, en período de transición, para ustedes, almas humanas en estos
cuerpos, de trascender la experiencia de la encarnación, la experiencia de la
Sombra y de forjar en ustedes la fuerza y la Verdad de la Luz.
Ustedes van a volver a ser lo que son realmente en
totalidad, en Luz, en Verdad y en afirmación de la interioridad. Van a encontrar
vuestra filiación. Van a encontrar vuestra herencia que es Luz y eso acarrea,
en este fin de ciclo, un sufrimiento, como un fuego que quema y forja la Luz la
más invulnerable. Van a aprender, a través de lo que acabo de despertar,
revelar y desenmascarar, la invulnerabilidad de la Luz. Ustedes deben demostrar
eso. Deben manifestar eso durante los 14 meses que tienen delante de ustedes.
El fuego es el elemento maestro sostenido por el aire. A él le corresponde
planificar, dirigir vuestras vidas en función de los imperativos de la Luz y no
más de las obligaciones de esta sociedad pervertida en la cual ustedes
evolucionan. Deben, poco a poco, extraerse de esta telaraña que los engancha en
esta dimensión y en esta condición. Deben extraerse de todos vuestros condicionamientos,
de todas vuestras costumbres creadas por el miedo. Deberán dejar cada vez más,
a medida que pasan los meses, las semanas, transparentar cada vez más la Luz y
la Verdad que están por volverse. No habrá más compromiso posible entre la
Sombra y la Luz, entre vuestra vida en la Luz y lo que era vuestra vida en la
Sombra y el miedo. Solo deben preocuparse de cultivar ese fuego interior que yo
les transmito. Absolutamente nada más tiene importancia. La radiación cósmica,
la radiación solar y la radiación de las jerarquías emitidas hacia ustedes
induce eso.
Nosotros debemos manifestar la Luz. Debemos intervenir
para la Luz. No hay ninguna violación cualquiera de una libertad o de un libre
arbitrio humano o divino. Eso forma parte, yo lo repito, de la transformación
de cada ciclo en un ciclo siguiente y, eso, en todos los universos. Ustedes
están en este período, están en estos momentos. Les corresponde cultivar,
alimentar, hacer crecer y embellecer la llama de vuestra Luz y, para eso, la
telaraña que era la vuestra debe desaparecer. La telaraña está representada por
todo lo que los atrae y los arrastra a más materialidad, a más miedos y a más,
todavía, servilismo para con la sociedad. Este servilismo puede tomar máscaras
muy agradables, a veces llamadas compasión, humanidad, palabras que han desteñido
en el baño de la mentira de vuestra
sociedad. En lo sucesivo ustedes entran en afirmación, entran en resistencia,
con respecto a la telaraña que va a querer aprisionarlos e impedirles ir ahí
donde deben ir.
La única solución es la potencia de vuestra llama. Ella
es la respuesta, esta potencia, a todas las preguntas. Ella es la resolución,
ella es la solución de todos los obstáculos. La potencia de vuestra Luz, la
potencia de vuestra radiación determina el nivel de vuestra inteligencia de
corazón. Más acrecentarán vuestra llama de Luz, más harán directamente reforzar
la Luz y eliminar lo que, en ustedes, alrededor de ustedes y en la sociedad
bloqueaba eso. Los compromisos no serán más posibles. Las relaciones que
establezcan, los unos con los otros pero también, de una manera más general,
con cada corriente de fuerza de energía de esta tela, será preponderante
durante este año. Recuerden que la potencia de la llama es el reflejo de la
potencia de vuestro Amor y de vuestra Luz. Solo en esta potencia encontrarán
los espacios de resolución a todo, yo digo bien todo lo que se presentará a
ustedes.
Deben cultivar, hacer crecer en ustedes la confianza en
la potencia de vuestra llama. Ustedes son seres de Luz. Son seres de eternidad.
Solo vuestra forma es efímera. Existe en ustedes un fuego eterno, un fuego
inalienable que hoy, y en lo sucesivo, va a revelarse cada vez más potentemente
en vuestras vidas. Eso puede necesitar momentos de reposo, momentos donde vuestro
cuerpo tiene la impresión de no poder encajar tanto la Luz como la telaraña.
Pero ustedes están mucho más fuertes y mucho más potentes que en el más grande
de vuestros sueños. Almas humanas en encarnación, van a vivir el fin de la
separación. Van a vivir la verdad de lo que ha sido anunciado desde muy mucho
tiempo. Esto es ahora puesto que este es mi año y mi acción, la última en esta
dimensión. Yo volveré, en ocasiones precisas, en momentos precisos, en función
del calendario planetario de la instalación de la Luz y de la preeminencia de
la Luz sobre la Sombra. En mi primera venida en este año deseo dejarles llenarse
de estas algunas palabras y de estas vibraciones con el fin de alumbrar en
ustedes la potencia de vuestra llama de eternidad. No deben más dejarse abusar
y la Luz es vuestra mejor arma, es vuestra mejor paz.
Bien amadas almas humanas, reciban el Amor, la
misericordia, la ternura de las jerarquías espirituales que cuidan este año tan
importante de vuestra evolución. Sean bendecidos. Son Amados. Son protegidos.
Yo les digo hasta pronto.