Jean Luc Ayoun
MARÍA
8 octubre 2009
Soy María, Reina de Cielos y de la Tierra.
Muy amados Niños, reciban todo mi Amor y todas mis Gracias. Vosotros que
recorren esta Tierra, necesitan de esta Gracia. A partir del momento en que
quedan en la humildad y en la sencillez, alineados con vuestro Corazón, alineados
con la dulzura, en este momento, mi Gracia les acompaña. Pronto, mis Niños muy
amados, me dirigiré a vosotros individualmente. Entre tanto, muchos seres
humanos, hoy, reciben mi voz y mi Presencia. Esto con el fin de preparar mi
manifestación en el seno de vuestra densidad. Pronto, mis Niños muy amados,
volveré, como me fui, en la forma que fui, la de mi último cuerpo, que me es
posible materializar y sintetizar. Mi forma, más allá de esta forma, tal como
fue en el seno de esta densidad, esta más allá de vuestras capacidades, por
ahora, de análisis y de visión en el seno de esta densidad. Sin embargo, mi
Radiantes, mi Corazón les es conocido, porque todos llevan, en vosotros, el
signo de María. El signo que los relaciona, de manera indefectible, a mí y a
vuestra Alma.
Estamos relacionados de por un principio de generación, descendiente.
Todos sois, así como esto fue dicho, mis Niños, sin excepción. No vengo para
juzgar. No vengo a condenar sino que vengo a amarles y a acogerlos, si lo
aceptáis, en vuestro Corazón. Así como lo sabéis, como el Cónclave Arcangélico
les significó, él vela y los abreva, literalmente, de las energías de esta
Gracia con el fin de que podáis abrir las puertas a nuestra Presencia. Esto
está en preparación desde principios de este año y esto seguirá hasta el
momento en que venga a vosotros. Debéis, Muy-Amados Niños, estar a la espera de
mi Presencia. En este instante, mucho niños ya me perciben porque acerqué mi
Presencia a vuestra densidad, sin ser no obstante en totalidad. Entonces, sí,
muy numerosos seres captan, más o menos de manera precisa, mi Presencia, mis
palabras y mi Radiantes. Esta Presencia que es sólo Amor y nada más, para
vosotros.
Vengo a levantaros, si aceptan ustedes mismos de levantarse. Vengo para
cumplir lo que había prometido. Precedo, así, al que llamaron Cristo. Vengo
recoger a los que quieren ser recogidos. Vengo a permitirles reencontrar, si lo
aceptan y si dan este paso hacia vuestro Corazón, de re-conectar vuestra
Esencia, de re-conectar vuestra Divinidad. Contrariamente a lo que algunos
querrán hacerles creer, no vengo para castigar, vengo simplemente para acoger.
¿Cómo una Madre, en el sentido más noble del término, podría querer otra cosa
que el Amor y la Luz para sus Hijos? Soy la Gracia y distribuyo las Gracias, si
la aceptan.
Estoy en el Cielo, Estoy a vuestro lado y estoy en vosotros, en
realidad, a medida que establecen esta Verdad en vosotros. En cuanto a mi
Presencia en el seno de vuestro Cielo, al lado de ustedes y en ustedes, me
revelaré a vosotros, en totalidad. Así, desde ahora y cada vez más almas me
escuchan, me perciben y me ven. Esto es Verdad y esto es destino, en el Corazón
de los Niños, cada vez más numerosos, que me acogen (y de ustedes también, que
reencuentran vuestra dimensión de niño interior) al borrar las imágenes
terribles que pudieron poner ciertos Seres sobre el sentido de mi vuelta y
sobre el sentido de mi Presencia, en ustedes y entre ustedes.Así como se lo
dijo la Fuente, la hora vino, si tal es vuestro deseo, si tal es vuestra
Verdad, de volver a su Unidad primordial, a vuestra Divinidad.
Los ruidos del mundo van a intensificarse y no es la Luz, para nada.
Esto es sólo, la resultante del principio de atracción, de resonancia, de
acción, reacción, puesto en ejecución en el seno de esta Humanidad, desde tanto
y tanto tiempo. La vuelta a la Unidad necesita, no la necesita de lo
ineluctable de este paso pero, al menos, pero su manifestación. Sepan, Muy
amados Niños, que hicimos todo lo que era posible hacer, en el seno de nuestra
Radiantes y de nuestra Presencia, en el seno de nuestras dimensiones, para
atenuar y limitar la deconstrucion. Sin embargo, vuelven a vuestro último
trimestre de este año, en una deconstrucion superior y, en el seno de éste, van
a encontrar la Luz, va a reencontrar lo que son. En este estremecimiento del
mundo, el velo se desgarrará cada vez más. Sus potenciales espirituales, que
les habían sido vejados, van a re-manifestarse. Van a manifestar
progresivamente sus dones espirituales naturales. Algunos de ellos tienen
nombres que le son conocidos. Ellos necesitan, para establecerse de manera
estable, que ustedes mismo, estén estabilizados en el seno de la humildad, y de
la sencillez del Corazón. Debéis de estar afirmados en la energía de la Gracia,
y que no participen en la acción - reacción, de ninguna manera. Entren en
vuestra Unidad interior con el fin de encontrar allí, lo que el arcángel Mikaël
llamo el Etreté, el cuerpo de Resurrección, el cuerpo sin costura, este cuerpo
inmortal que es el vuestro. No se retrasen, les suplico, a lo que puedan ver, a
primera vista, un drama.
Sólo existe de drama en el seno de la acción - reacción. Pero ciertos
dramas tienen como finalidad sólo liberar más fácilmente las almas que
escogieron el destino y el camino. Para ciertas almas, la destrucción de esta
forma se acompaña de una Resurrección en la gloria eterna. Los que decidirán
irse no pasarán más por las ansias de las franjas de interferencias y
reencontrarán, de manera instantánea, su Divinidad. Entonces, regocíjense. No
es por nuestra culpa, para nada, todo lo contrario, lo que se produce en la
actualidad. Los signos del Cielo son numerosos y cada vez más numerosos.
El conjunto de los Seres de la Luz, aliados a la Luz de Cristo están
desde ahora, aproximándose a vosotros, no sobre el plano de vuestra dimensión
física pero sobre planos más sutiles. Percibirán su calor, su brillo y su Amor.
Ir hacia ellos, es ir hacia vosotros. Es reuniros con vuestra Eternidad. Es
reuniros con las moradas de la Alegría eterna. Es reuniros con la Totalidad. Es
reuniros con el todo, quedándose, para algunos de ustedes, por ahora, en el
seno de esta densidad, con el fin de anclar, así como les dijo el Arcángel
Mikaël, la Luz y de irradiar esta Luz, no en una voluntad, pero en un estado de
Ser y de Alegría. Es en esto en lo que ayudarán, a vuestro modo, a estabilizar
la nueva dimensión, la nueva Verdad. Les agradecemos por estar allí y por haber
realizado, para ustedes, pero también en el sentido del Servicio, para vuestros
hermanos, la Verdad de lo que son. Confiamos, ahora, en el éxito de lo que se
juega. Confiamos plenamente en el establecimiento del reino de la Alegría
eterna. Confiamos en nuestro reencuentro. Tenemos confianza en vuestra humildad
y vuestra grandeza. Estamos aquí para acogerles, como nos acogieron. Estamos
aquí para realizar la promesa de la vuelta de Cristo, en Gloria. Entonces, así
como ya les clamaron a los Arcángeles, llamen a mis Radiantes, a mi Presencia,
llamen también a mi manifestación, desde ahora en vosotros, para ustedes y para
los demás. Esto es muy simple. No hay distancia, entre Usted y Yo, solo la que
aceptan de dejar todavía. Soy vuestra Madre. Como Madre, les conozco a todos,
individualmente, sin excepción. Esto puede, es cierto, parecer insensato a
vuestro cerebro pero justamente el sentido profundo de lo que soy está a este
nivel y en ninguna otra parte.
Entonces, mis Niños Muy amados, tomen tiempo por ustedes. Tomen tiempo
para acoger, percibir, sentir y vibrar a mi Presencia. Tomen tiempo para
servir, ayudar y querer a los que dudan, los de entre ustedes que sufren y que
no tienen acceso, por ahora, a esto. Tengo un pensamiento muy particular para
ellos, por su distancia conmigo. Pero, sin embargo, ustedes son, de manera
temporal, mis intercesores para ellos. Hablen de Mí, hablen de lo que sentís,
lo que entendéis, de lo que percibís de mi Presencia y de lo que Yo soy.
Háganlo en realidad y no según escritos o según datos históricos. Pero,
verdaderamente, con relación a la Verdad del instante, en el seno de vuestra
Presencia. Cada minuto, cada día de su tiempo que fluye, me pone en Alegría,
por lo que sé que, pronto, tenemos cita todos juntos, que pronto, todo lo que
vivieron y que llaman, a veces, sufrimientos y cosas intolerables, se
disolverán en la gloria del Amor de nuestro reencuentro y en la Vibración de la
Luz. Deben volver en confianza total. Deben volver en fe total. Con el fin de
experimentar, en ustedes, lo que Yo soy. Más allá de las imágenes construidas,
más allá de los hechos, reseñas históricas o no, deben, si lo aceptan, y en
sencillez, acoger mi Presencia.
Yo procedo, yo también, por toques, con cada uno de ustedes. A vuestro
ritmo, a medida que se abren a mi acogida, me acerco a vosotros. Me encontrarán
en el seno de la naturaleza, en el seno de vuestro ser interior, en vuestros
momentos propicios al abandono y a la fe, me encontrarán cerca del agua, me
encontrará cerca de los árboles, me encontrará también cuando establecen una
relación sincera y auténtica con vuestras Hermanos y vuestras Hermanas. Lo que
pasa sobre Tierra, y pasará, esta justamente atado a la distancia importante
que ciertas almas pusieron entre nuestros planos y sus fines. Esto forma parte
de la experiencia del libre albedrío. No podemos, hasta cierto punto,
intervenir sobre este libre albedrío. Sin embargo, estamos aquí. Velamos y
preparamos nuestro encuentro.
A medida que tengan confianza y fe en lo que son, a medida, me acercaré
a vosotros y a medida estabilizarán esta Conciencia nueva. Verán las cosas
alrededor vuestro, en vuestra atmósfera cercana, modificarse e ir en el sentido
de la certeza interior, en el sentido de la liberación de las pruebas y de los
disgustos, ligados a esta sociedad o a unas relaciones no conformen con el
Amor. A medida que vivan esta Gracia, comprobarán que muchos elementos de
vuestras vidas cambian, se simplifican, que el miedo de mañana se atenúa y
desaparece, que a medida que se centran, en la humildad de vuestro Corazón, en
este instante que pasa, en cada instante renovado, se ponen en resonancia con
mi Presencia, con la de los mundos de la Luz Auténtica que se acerca a vuestra
Resurrección, que les acerca a vuestra vuelta a casa. Deben de volver a ser
como Niños.
Estar en la fe y en la confianza y no es necesariamente procurar
comprender pero, es mucho más, es vivir el instante, es vivir nuestra
re-alianza, es vivir nuestro encuentro y a prepararlo. Para algunos de
vosotros, la vida todavía les llama a actividades exteriores, participando al
mantenimiento de esta vida y también de esta Ilusión. Sin embargo, algunos de
ustedes ya están más o menos liberados, totalmente de ciertos frenos. Todo lo
que se manifiesta a vuestra Conciencia y a vuestra Vida, a partir del momento
en que se quedan en la humildad, la sencillez, el Corazón y en confianza, participa
en vuestra liberación, de una manera o de otra. No duden. Nada, hoy, llega por
casualidad. Están en la época de la Revelación y de la Resolución. Todo lo que
les llega tiene sentido. Todo lo que les llega permite mi Presencia. Entonces,
acéptenlo.
Cultiven lo que les acerca a la sencillez y a la evidencia. Cultiven lo
que les acerca a un estado de ligereza y de Alegría interior. Lo que les aleja
de eso, los aleja de vuestro camino. Lo que los aleja de la Alegría del
Corazón, no participa a vuestra vuelta a la Unidad. Más allá de las reacciones
muy lógicas cuando les pasa un acontecimiento, traten de penetrar en el
instante, de coger la inmanencia y la re-alianza a mi Presencia y a la
Presencia de los innumerables Seres que velan a lo que viene. Muy amados Niños
de la Luz, mis Hijos Muy-Amados, lo que tienen que vivir será fácil y alegre si
se colocan, de por vuestra re-alianza, bajo mi protección. Si se colocan bajo
la influencia de las fuerzas celestes de la Luz Auténtica, si vuestra fe y
vuestra Verdad gira hacia nosotros, nada enfadoso, nada de contrario a vuestra
propia Verdad, podrá afectarles de ninguna manera.
Atravesarán este corto período de un modo ligero y es esto lo que espero
para ustedes: que logren, más allá de los acontecimientos, quédense en el
instante, quédense en vuestro centro y en vuestra Verdad. Esto sera vuestra
garantía de alma y de Espíritu, para vosotros y los que les rodean, y de
prójimo en prójimo. Entonces, Muy Amados Hijos de la Luz y de vuestra Luz,
juntos, pronto, llegaremos, viviendo cada instante en Conciencia y en
re-alianza con nuestros planos, a reunificarnos, y a ya no estar separados
nunca más. He aquí las palabras simples, asociadas con la Vibración de mi
Presencia, que ahora, yo les pido de acoger de por el silencio, que yo creo.
Esto son, mis bendiciones y mis agradecimientos.
Los bendigo y les digo a muy pronto, en vosotros.
www.autresdimensions.com
Traducción:
Pierre Diaz