ADVERTENCIA

Nada de lo que leas, sin importar dónde está escrito,

nada de lo que escuches, sin importar quien lo dijo,

nada debes aceptar sin previo discernimiento y tú mismo debes decidir su veracidad.

Consúltale a tu corazón que él nunca se equivoca.

Discernimiento: Criterio o capacidad de distinguir los elementos que están implicados en una cuestión, como se relacionan entre sí como se afectan los unos con los otros y como cada uno de ellos incide en el conjunto.

viernes, 14 de octubre de 2005

14 de Octubre 2005 MARIA Autres Dimensions

Jean Luc Ayoun

MARÍA

14 octubre 2005

Yo soy María, Reina de los Cielos y de la Tierra. Bienvenida a vosotros, queridos niños de Luz. En estos momentos se nos permite ayudaros e ir todavía más adelante hacia vosotros mismos, ayudaros a ir hacia esos reencuentros mágicos con vuestra Fuente para que comprendáis, para que viváis, para que sintáis vuestra unicidad y vuestra Unidad primordial de vinculación con todas las cosas manifestadas en esta tercera dimensión en la que vivís desde hace mucho tiempo.
Las distorsiones inherentes a vuestra encarnación aquí abajo son como los filtros que os impiden ver, percibir claramente, totalmente, la realidad que sois, la bondad que sois, la Luz que sois. Los filtros ligados a las pruebas, ligados a las caídas sucesivas en la encarnación, vía las experiencias de la encarnación, han hecho que olvidéis quienes sois en Esencia. Hoy, os corresponde, estando perfectamente iluminados y lúcidos sobre quienes sois, volver a esta Fuente, volver a esta libertad fundamental que es vuestra Esencia, vuestra naturaleza principesca. Porque en efecto, queridos niños, vosotros sois entidades de Luz, entidades salidas de la Fuente y volviendo a la Fuente, a través de un largo periplo de descenso a mundos dimensionales y de ascenso a lo largo de mundos dimensionales  para encontrar (de expansión en expansión, después de haber pasado por fenómenos de contracción en contracción) vuestra Esencia, enriquecida por las experiencias vividas y enriquecida por las pruebas logradas.
Os corresponde caminar con total autenticidad. Os corresponde caminar con toda claridad, con toda humildad, en la realidad de quienes sois, en la realidad de vuestra esencia principesca que, lo reafirmo, es Luz desde la eternidad, pura Luz emanada de la Fuente. Vosotros sois desde la eternidad los hijos de la Ley de Uno, los niños del Único, los niños de la Fuente. Os corresponde encontrar esto ahora. Os corresponde hacer el camino de liberación, ese camino que va a soltar las contingencias de ese estado de conciencia en el que vosotros vivís desde hace tanto tiempo a través de múltiples reencarnaciones, a través de múltiples experiencias. Os corresponde hoy, poneros en camino hacia la Unidad porque el tiempo de la Unidad llega a pasos agigantados hacia vosotros.
El tiempo de la reunificación, el tiempo de la sacralización de este planeta ha llegado ahora: las bodas cósmicas, los desposorios cósmicos que deben ocurrir en tiempos relativamente cortos en tiempo terrestre. Os conviene en tanto que Unidad individualizada, vivir estos esponsales cósmicos, de reencuentros con vuestra alma, para aclarar de nuevo vuestro Espíritu en esta dimensión y poder trascender por fin las limitaciones inherentes a las condiciones en las que descendisteis para encontrar la realidad principesca de vuestra Esencia, para liberaros totalmente de las cadenas de la encarnación. No hay retribución en el sentido kármico, en el sentido de acciones y reacciones infinitas desde tiempos inmemoriales sino, más bien al contrario, una ley de acción de gracia como si un decreto Divino hubiera decidido hoy, por las razones que son propias a la Divinidad, por razones matemáticas, aritméticas, geométricas, se os ha permitido volver a contactar lo que sois en Esencia. Estos esponsales, estos reencuentros, esta reconexión es un momento de alegría intensa, de alegría inefable. Como la parábola del Hijo pródigo, es suficiente con desear volver a vuestra casa, a vuestro seno, a vuestra Divinidad para trascender todas la limitaciones de manera instantánea, de manera inmediata, limitaciones que, han sido vuestra trampa hasta el presente y desde hace ya mucho tiempo, de vuestro tiempo terrestre.
Así, queridas almas, voy a intentar responder a vuestras preguntas. Y si queréis, terminaré después con un trabajos de efusión importante a nivel de vuestra Esencia en vuestro corazón para reforzar la apertura del camino, para reforzar la conexión a la Fuente, para reforzar ese estado de gracia y esa acción de gracia que hoy, por Derecho Divino, corresponde actualizar en vosotros totalmente.
Pregunta: ¿qué significa este mensaje?: “el ser cristal que está en ti pertenece a la novena dimensión. Es a partir de esta base que tú te lanzas. La quinta dimensión está contenida en la novena, ella te es necesaria por el momento”
Hay aquí un gran calado y un gran posicionamiento. A través de la respuesta, cada alma encontrará algo que tomar. Con los movimientos de descenso en la encarnación, cada alma ha salido de la Fuente, imagen desmultiplicada sobre los planos dimensionales. Así nosotros podemos decir que ciertas almas vienen de la onceava dimensión, otras de la decimoctava, otras de la vigésimo cuarta dimensión. Hoy, vosotros estáis encarnados en cuerpos de tercera dimensión. La dimensión personal es una dimensión salida de la Fuente del Sol Central de las galaxias y por lo tanto está emanada del Sol Central. Así pues, yo soy emanada de la vigésimo cuarta dimensión.
No obstante para permitir a un vehículo denso manifestarse, como hace más de 2000 años, he debido fusionarme con relevos de dimensiones más densas que se sitúan en la onceava dimensión. Sería muy complejo entrar en detalles de los seres de cristal y de la parte cristalina de vuestra Esencia. Sin embargo, con el descenso en la experimentación de la tercera dimensión, cualquiera que sea vuestro origen dimensional, debéis adoptar un cierto número de relevos que permiten una densificación de vuestro ser para hacer posible esta materialización, esta condensación en la tercera dimensión. Así las almas que han encontrado el relevo de la novena dimensión se les va a facilitar el acceso a la quinta dimensión. Lo que quiere decir que la novena dimensión es un relevo que está situado en los mundos intra terrestres e intra dimensionales de los mundos multidimensionales, como  algunas almas que vienen de planos dimensionales diferentes, como por ejemplo los seres encarnados en un cuerpo de carne que vienen de la constelación de Orión o de Arcturus y que han tomado carne desde tiempos inmemoriales. Esta noción de origen no debe ir más allá que lo que te permite encontrar tu Fuente, encontrar tu Esencia y entrar en concordancia, en alineamiento si lo prefieres, con lo que tú eres.
Ahora, ese alineamiento, esta fuente de cristal que tú buscas desde hace tanto tiempo, se sitúa a nivel de la décimo tercera dimensión. Es un punto de Luz situado, si quieres espacializarlo, por encima de la cabeza, querida alma, que es una Fuente que brota hacia abajo. Pero no olvides tampoco que para acceder a esta dimensión que tú buscas tanto, es indispensable conectar la Fuente situada en el centro de la Tierra. Para esto es necesario establecer un enraizamiento extremadamente profundo porque cuanto más profundo sea más se hace posible el impulso hacia los mundos dimensionales extra planetarios.
De esto, se deriva un sufrimiento. Se traducirá en una limitación del potencial de Luz porque, en ese momento, por defecto de enraizamiento, hay en el nivel del alma un proceso de huída, un proceso que no autoriza y no permite la actualización del pleno potencial de Luz. Hay necesidad de acercamiento, en el sentido más profundo, a las dimensiones equivalentes de la Intra Tierra, en esta tercera dimensión, a esta fuente de cristal. Sin embargo cualquiera que sea tu origen no puedes acceder a tu Fuente si no estás ligado a tu Fuente última que nosotros hemos llamado Tierra Madre, Padre Sol, Madre Tierra. Lo uno no va sin lo otro. No puede haber Unidad si no hay resonancia con estos dos polos esenciales.
Y bien queridas almas, os doy ahora mi bendición, mi amor. Yo soy María, Reina de los Cielos y de la Tierra. Yo os amo, yo os bendigo. Sed bendecidos.