Jean
Luc Ayoun
ORIONIS
9 agosto 2007
Yo os saludo, Llamas/Fuente, Niños de la
ley del Uno, en encarnación sobre este plano del planeta Gaia. Soy Orionis,
regente de Orión y regente planetario de la evolución de este planeta Gaia. Soy
aquél que hace mucho tiempo de vuestro tiempo encarnado, realiza la alquimia
que ha hecho posible la experiencia de la encarnación. Si vosotros estáis aquí
es que lo habéis decidido con toda libertad de Llama/Fuente, Niños de la ley
del Uno.
He venido a instruiros sobre la evolución
dimensional ligada a vuestra transición. He recorrido las vías de la
encarnación sin pasar por el proceso de la encarnación física, por un proceso
que soléis llamar “walk-in”. He iniciado en esta Tierra hace poco tiempo, es decir a
penas cuatro mil años, la creación de la Orden de los Melchisedech, en honor a
aquél que primero me ha prestado su cuerpo. Después de esta época he tenido la
ocasión varias veces, de recorrer siempre por el mismo proceso de walk-in, los meandros de vuestra
encarnación. Mi último walk-in fue
Bença Deunov, el creador de lo que después se llamó, la Fraternidad Blanca
Universal. La orden de los Melquisedech vela desde su origen constituyendo los pilares y siendo los
garantes de la evolución conforme al plan de evolución del alma que sois y que
vosotros llamáis “humana”.
Vosotros estáis colectivamente y de ahora
en adelante, en el amanecer de un nuevo día, más prosaicamente, de una nueva
vibración y dimensión de vida. Estos procesos de transición están enteramente
ligados a esos ciclos y movimientos planetarios que nosotros llamamos orbes.
Entre los saltos dimensionales cada experiencia de vida se desarrolla en un
plano dimensional preciso y según unas líneas directrices que permiten a una
colectividad de almas importante, que participan en el juego de esta dimensión
en curso, ir hacia la transición de un mundo llamado “superior”.
La transición de las almas en estos
momentos privilegiados, se acompaña de modificaciones de las esferas en las
esferas, es decir de los orbes de tiempo y de los orbes planetarios que afectan
a las estructuras moleculares, atómicas, genéticas y a las capas vibratorias de
los cuerpos planetarios en los que ocurre esta transición. Esas modificaciones
atómicas proceden de algo que conocéis bien ya que estáis en la escala más
densa de la manifestación. La clasificación de los elementos atómicos que os
remiten quizá a algo conocido, llamado “clasificación de Mendeleiev”, os da los
números atómicos de cada uno de los átomos de este mundo de tercera dimensión.
La transición corresponde a un
desplazamiento de los átomos constitutivos de vuestra dimensión, en otros átomos
a los que se han añadido uno o dos electrones suplementarios. Sin entrar en los
detalles fastidiosos de la clasificación atómica, de manera mucho más
coloquial, la transición se acompaña del cambio de cadenas carbonadas,
constitutivas de la vida de tercera dimensión, a cadenas silíceas. El carbono
se convierte, no en la base vibratoria sino que desciende a una base de tiempo
muy diferente. Los cambios procedentes de esta modificación atómica repercuten
en la organización de toda la cadena de lo viviente, a partir de la ordenación
proteica, pasando por el número de filamentos de lo que vosotros llamáis ADN,
codificados para la manifestación de la vida.
Sería largo de explicar el conjunto de
manifestaciones que ocurren. Yo prefiero llevaros a la Fuente y al origen de
esta transformación. Todo parte de la Fuente central. En este universo
regional, la Fuente central está asimilada, por razones de comodidad, a Sirio
A. Esta fuente despliega su energía y su voluntad de vida en los cuatro éteres
y en las cuatro direcciones de lo que vosotros llamaríais “espacio” pero que
nosotros llamamos las cuatro direcciones del “espacio/tiempo”. Las entidades sublimes encargadas de velar el
despliegue de esos cuatro espacio/tiempo se llaman los cuatro Vivientes.
Pertenecen a dimensiones inconcebibles para los espíritus humanos en
encarnación. Conservemos si queréis, la apelación de los cuatro Vivientes. Esos
cuatro Vivientes se vuelcan en su empresa por los cuatro elementos que, en
vuestra dimensión esos elementos constitutivos de la vida se llamaron: cuatro
orientes, cuatro tiempos, cuatro estaciones, por lo tanto el simbolismo del
cuaternario. Lo que vosotros en encarnación llamáis cuatro elementos, es la
proyección de la concreción de una forma particular de luz. Eso que vosotros en
encarnación llamáis, luz visible, como la luz del día asociada al sol, es
entonces para vosotros la partícula más vibrante y, para nosotros la partícula
más densa.
La organización estructural de la luz, tal
como la vosotros la percibís y la describís, es muy diferente según los
estratos dimensionales. Así, la visión etérica que vosotros denomináis glóbulos
de vitalidad o glóbulos pránicos, no es más que un estado denso de la luz. Más
allá de vuestra dimensión y en los espacios de vida transicionales que conducen
a la quinta dimensión la luz es de forma hexagonal pero es aun, para nosotros,
un aspecto estructural denso.
El aspecto más fundamental de la luz se
llama “Agni Deva”, partícula de fuego
elemental. Los Agni Deva son la base
constituyente subatómica mucho más allá de los quarks, más allá de los neutrinos que están en la constitución de
toda materia en el sentido atómico. Los Agni
Deva están repartidos en cuatro clases que yo llamaría Agni Deva de fuego, Agni Deva
de agua, Agni Deva de la tierra, Agni Deva de aire. Los cuatro Vivientes
se vierten entonces, en sus proyecciones y sus manifestaciones, por los Agni Deva. Estos en un grado de
estructuración más intensa, se han llamado también Hayot Ha Kodesh o Serafines, también llamados Espíritu de Fuego.
Estos Espíritus de Fuego crean los átomos
más próximos de vuestro espectro visible: los elementos. El Espíritu de Fuego
va a generar tanto el agua como el aire, como la tierra o el fuego elementales.
Vosotros estáis constituidos en este cuerpo denso, pero también en vuestras
capas sutiles, de Agni Deva. Cuando
el Agni Deva se revele con la
transición, se unirá a cada uno de los otros tres formando lo que vosotros
llamáis el éter o quinta dimensión.
El substrato de vida de esta quinta
dimensión es el silicio. El substrato vibratorio es el carbono mientras que en
vuestra dimensión encarnada, esto es exactamente a la inversa. Cuando vuestras
capas sutiles alcancen y despierten esos nuevos elementos, o una forma nueva de
los elementos en vosotros, ocurre el fenómeno siguiente: hay la activación de
cinco nuevas frecuencias fundamentales que son denominadas cinco nuevas
estructuras, cinco nuevos cuerpos. Se hace ahora evidente que vuestra
estructura en fase de despertar hará que captéis la esencia elemental de los Agni Deva y que os beneficiéis del
efecto de este elemento transmutado en vuestras estructuras.
Habéis tomado el hábito en encarnación de
crear calendarios con fechas, con nombres. Este día de hoy es un día 9 en que
la vibración es el 9, de un año 9, en mes 8, 9/8/9 que precede a la decena
llamada 9/9/9, acceso a la divinidad total. El 9/8/9, día en el que vosotros
estáis, es también la fiesta del Santo Amor, de la revelación del Amor y del
rol del Amor en todas las dimensiones. El 9/8/9 precede, de manera formal al
9/9/9. Estáis en la primera octava del 9/8/9. Habéis comprendido, hay
tres : el 9, el 18 y el 27. De igual forma el 9/9/9 se declina en 9, 18 y
27. La tercera octava (todo se produce tres veces) siendo anunciado tres veces
(tres días, por ejemplo) evocando con esto el principio de la Trinidad.
La vibración de este día hace posible la
manifestación y hace posible desde este día, la posibilidad de consagrar
vuestras nuevas capas en las dimensiones elementales superiores, vinculadas a
la revelación de los Agni Deva. Así
se ancla a partir de hoy, la nueva dimensión elemental.
Cada una de vuestras nuevas capas
corresponde a un nuevo elemento que es el viejo, transmutado. Así,
tendréis una correspondencia vibratoria
que os permitirá despertar totalmente esta nueva dimensión en vosotros. Las
dimensiones están como sabéis, en fase intensa de interpenetración. La hora es
majestuosa. El ciclo que se acaba es pues el ciclo que comienza.
Van a unirse muy próximamente la vibración
de la unión de la dimensión vieja con la nueva, es inminente en vuestro tiempo
terrestre. Si puede hacer un paralelo, la muerte del cuerpo físico es una
transición equivalente al cambio dimensional. La muerte del cuerpo físico se
acompaña de la desaparición progresiva de la dimensión densa de los elementos
que constituyen vuestro cuerpo físico. Es lo mismo para la transición, para la
ascensión lo que significa claramente que el pasaje de un estado al otro se
acompaña de una forma de disolución. Solo permanece la consciencia. La
diferencia esencial es que el cuerpo no retorna a la disolución de la muerte
sino a la transición de la ascensión y por lo tanto los átomos constituyentes
de la capa más física vibran y migran a otro espacio/tiempo.
Hay en sentido propio como figurado, una
espiritualización de la materia que vibra en otros espacios y en otros tiempos.
Para algunos, lo que conocéis de vuestra vida actual, no existirá simplemente
más. Os haréis transparentes para aquellos que no podrán franquear la puerta.
Este proceso se acompañará de una violenta expansión de vuestra consciencia que
se hará ilimitada siempre teniendo consciencia de una cierta corporeidad. Esta
expansión ocultará las dimensiones inferiores. Y esto es lo que se puede decir
con palabras, en suma muy limitadas, para una experiencia desconocida.
En este sentido, se os pide no pensar más,
no focalizar vuestra consciencia más que sobre un solo punto que, es el lugar
por dónde se hará la transición: ese lugar es el corazón. Si la consciencia
está perfectamente alineada con la vibración de la llama que vosotros sois,
absolutamente nada podrá poner trabas al proceso. Es importante entender estas
palabras porque cuando llegue el momento, saldrán a la superficie.
Hoy, muchos médiums, canales, muchos
mensajeros preparan esta transición. No os atéis a las manifestaciones
elementales de la disolución. Desde todas partes en la superficie de vuestro
mundo llegarán informaciones asociadas a esta disolución de los elementos. El
agua es la primera. La tierra será la última. El fuego el ante-último.
Entraréis muy pronto en el elemento aire que corresponde a la propagación
inexorable de lo que vosotros llamáis “enfermedad”. Sed conscientes pero no
impactaros por todo esto. Ved en ello simplemente el signo de la disolución, el
último momento de entrar en vuestro interior, de recogeros, de reuniros, a fin
de permitir en vuestra individualidad,
una disolución y por lo tanto una transformación perfecta de vuestros
elementos.
Si ahora tenéis cuestiones no personales,
en relación a este proceso que os he descrito ampliamente, estoy preparado para
escucharos.
Pregunta:
¿habéis evocado una violenta expansión de consciencia que nos es desconocida.
Nos es desconocida a nosotros, encarnados a nivel de la humanidad?
En el ámbito de la historia de esta
humanidad terrestre.
Pregunta:
¿este cambio de ciclo ocurre por primera vez?
En lo que os atañe en encarnación, sí.
Pregunta:
¿esto ha tenido lugar ya en otras épocas concretas?
Sí.
Pregunta:
¿son los ciclos de 52 000 años?
Así es exactamente.
Pregunta:
¿por qué estamos asimilados a Sirio A, « por razones de comodidad »?
Simplemente las esferas de influencias,
según los brazos/espirales de las galaxias.
Pregunta:
¿el periodo de diciembre de 2007 corresponde a esta unión entre el ciclo que comienza
y el que se acaba?
Diciembre de 2007 será el 9/12/9. Esto será
ya otra cosa. La fecha más importante es el 9/9/9 en su tercera octava: 27 del
mes de septiembre de 2007. Vosotros estáis hoy en el 9/8/9, santo amor. El 27
será la fiesta del tercer término: Miguel.
Pregunta:
¿aquellos que sean « transparentes » a este mundo, mantendrán
contacto con este mundo?
En ciertos casos privilegiados. Pero ¿qué
será este mundo en ese momento, al continuar la disolución elemental en los
siguientes meses?
Pregunta:
¿qué ocurrirá a aquellos que no puedan o no quieran hacer el pasaje?
Les ocurrirá lo que ellos deseen.
Pregunta:
¿las inundaciones actuales corresponden a la disolución del elemento agua?
Sí.
Pregunta:
¿significa esto que los cuatro elementos van a disolverse en un periodo corto?
Sí. Muy corto.
Pregunta:
¿cuando habla de propagación de enfermedad, por el elemento aire, se trata de
la gripe aviar?
De muchas enfermedades.
Pregunta:
¿para las personas que hayan hecho la elección de vivir esta transición, tenéis
preconizaciones en relación a la disolución de los elementos?
Solo hay una precaución a tomar, una sola
cosa a hacer: el corazón. Nada más. Ninguna creencia, ningún remedio, ninguna
cosa exterior puede ayudar. La única solución es la consciencia. Es la única
cosa.
Pregunta:
¿lo que llamáis la consciencia corresponde a la maestría?
De alguna forma sí. La consciencia se
centra en el corazón a partir del momento en que hay maestría.
Pregunta:
¿corresponde a la enseñanza de Cristo?
¿Podría ser de otro modo?
Pregunta:
¿cuál es el sentido de la puesta en acción de esta nueva dimensión de vida?
Retorno a la Fuente. Expansión infinita de
la Vida en todas las direcciones del espacio y de los tiempos. Retorno a la
Fuente obedeciendo los ciclos de las luminarias y de los orbes planetarios.
Pregunta:
¿algunos os asimilan a la Fuente. ¿Es exacto?
Verdaderamente no.
Pregunta:
¿qué es la Fuente desde vuestro punto de vista?
Como vosotros, eso a lo que yo tiendo pero
en espacios y tiempos profundamente diferentes.
Pregunta:
¿qué ocurre con la disolución del elemento fuego?
Esto se manifestará por el fuego del cielo,
por los nubarrones, por el despertar del fuego de los volcanes.
Pregunta:
¿se habla también de cambio de polos de la tierra?
Eso corresponde a la disolución completa de
los cuatro elementos y a la inversión de las polaridades. Es la articulación de
la transición.
Pregunta:
¿qué quedará de la Tierra, como planeta físico?
Nada de nada. Vuestra posición es similar
en el plano físico, a lo que pasa cuando una galaxia es absorbida en un agujero
negro: desaparece.
Pregunta:
¿eso corresponde al vencimiento del 2012?
2012 igual 5, igual movimiento, transición
cumplida ya desde hace mucho tiempo.
Pregunta:
¿cómo va a evolucionar el cuerpo físico en este cambio vibratorio?
Desaparece de la tercera dimensión.
Pregunta:
¿en qué forma se va a manifestar?
No en la que conocéis. Diferente. Luminoso.
Mucho menos denso. La preocupación que os ocupa es totalmente material.
Vosotros rebasáis la vibración. Tratáis de comprender en relación a vuestro
cuerpo. Es un error.
Pregunta:
¿en qué se convierte la consciencia en ese nuevo plano vibratorio?
Pues ya lo he explicado. El problema es que
vosotros queréis llevar todo a vuestro campo de experiencias actual. Vosotros
queréis comprender con vuestros modelos habituales de funcionamiento de tercera
dimensión, cuando no tiene nada que ver.
Pregunta:
¿hay una comparación entre nuestro destino y el de la Atlántida o de Mu?
Ninguna. En el proceso que ocurrió por
primera vez, en medio del ciclo (cuando la destrucción de la primera Atlántida,
porque hubo tres destrucciones sucesivas espaciadas por muchos milenios)
vosotros no habéis hecho la transición. No se puede comparar la destrucción de
una civilización con la transición de una humanidad.
Pregunta:
¿correspondería lo que vivió el pueblo Maya?
Ese proceso ha concernido a algunos
individuos y no a la Tierra.
Pregunta:
¿es entonces, la primera vez que la Tierra va a vivir este proceso en su
globalidad?
Se trata efectivamente, de la sacralización
del planeta Tierra.
Pregunta:
¿podría hablarnos del papel del Merkabah?
La Merkabah corresponde al vehículo
ascensional, vehículo multi-dimensional. Pero una vez más, temo que esto os
aleje de lo esencial.
Pregunta:
¿podría volvernos a centrar en lo que llama lo esencial?
El corazón. Yo entiendo por corazón, centro
del ser. Corresponde tanto al corazón físico, como a lo que vosotros llamáis
Anahata chakra, como a lo que llamáis corazón espiritual. La puerta que ha
conducido, independientemente de la transición, a algunos seres humanos al
estado de budeidad, de ser despierto o realizado, es la puerta del corazón. El
yogui que quiere superar a título personal, la ilusión de la vida, hace
abstracción de todo lo que no es el corazón para acceder. No hay otra solución.
Se trata exactamente del mismo proceso que debéis vivir vosotros. Mientras que
la cuestión de vuestro cuerpo, de vuestra familia, de vuestro país, de vuestro
dinero, de vuestro lugar de vida, de vuestro oficio, de vuestro apartamento
esté presente, no estáis en el corazón. Os aproximaréis al corazón cuando haya
disolución de todas vuestras pertenencias y de todas vuestras cuestiones.
Ciertamente los elementos transmutados tienen como vocación acercaros a la
puerta del corazón pero solo vosotros podéis franquear la puerta.
Pregunta:
¿eso corresponde a un abandono de la forma?
Entre otras cosas. El abandono de todas las
cosas. La meditación que vosotros llamáis “centrado sobre el corazón” es
ya una atadura. La consciencia debe encontrar el corazón. Ella se aproxima al
corazón cuando las estructuras sutiles de las nuevas frecuencias se ponen a
vibrar. Es una primera etapa. Aproximándoos al corazón os hacéis indiferentes
al mundo y el mundo es indiferente a vosotros. Os extraéis del mundo para
entrar en vosotros. El mundo, como han dicho las tradiciones, en particular
orientales, solo es ilusión. Si os interesáis en la ilusión, vosotros mismos
sois ilusión. Llamo vuestra atención sobre lo que diferencia este plano de
experiencias (ciertamente la más densa) en relación a la próxima dimensión de
vida (pero también de todos los seres, en todas las dimensiones) es vuestra
capacidad, más o menos grande, de estar centrados lo más cerca del vuestro
centro. Cuanto más os acerquéis al centro, más crecéis. Franqueando un escalón
hacia ese centro perdéis la densidad, acrecentáis la luz, acrecentáis la
radiación, acrecentáis la potencia pero perdéis la forma. Vivid esto en vuestro
corazón y no con la cabeza. Es la verdad última. El peso es la vía de eso que
se aleja de la Fuente. El retorno a la Fuente es ligereza. En cada centro se
descubre otro centro. De centro en centro alcanzáis el punto. Así progresa la
consciencia: destrucción de una forma, transición hacia otra forma más ligera,
hacia otro campo de coherencia, que dirían vuestros físicos. La única cosa que
os retiene es la ilusión, eso donde ponéis el valor y la atadura.
Pregunta:
¿sentir como espectador, sin emociones, es el inicio del abandono?
En ciertos casos, sí. En otros casos, no.
Pregunta:
¿el Padre es la Fuente?
El Padre es la Totalidad. Él es la Fuente,
él es las emanaciones en su totalidad. Él es el estado de Padre/Fuente y de
Madre/Fuente pero la palabra Padre corresponde al conjunto.
Pregunta:
¿para centrarse se puede llamara al Padre?
A condición de que esto no sea una atadura
al Padre. Comprended y vivid el hecho de que las modificaciones elementales que
ocurran de ahora en adelante son una ayuda extrema, una ayuda mayor, en el
proceso que os conducirá a la puerta de vuestro corazón. La entrada en vuestro
corazón es un acto en el que no puede haber miedos, donde el único obstáculo,
digo bien el único, cuando llegáis a la disolución de los elementos, el único
obstáculo es la mente porque es ésta, la que crea las ataduras a la forma y al
peso. Hacer callar a la mente es la forma adecuada después de la disolución, de
entrar en el corazón.
Pregunta:
¿cómo enseñar a la mente?
Esto forma parte de las enseñanzas yoguicas
muy antiguas. Hay que concebir que la mente es algo que no está generado por
vosotros. Es algo que surge. Hay que considerar que los pensamientos que nacen
deben alejarse, no darles consciencia, atención. En ese momento, la nube de
pensamientos se para. Podéis (y esto ha sido sugerido en muchas escuelas)
considerar la superficie de un lago, debéis restablecer el silencio y la calma
sobre el lago. Sois ayudados por la disolución de los elementos. Si conseguís
hacer callar la agitación al mismo tiempo que la disolución de los elementos
entraríais en el corazón instantáneamente. Otra forma posible: en el momento en
que sobreviene el despertar del corazón se produce eso que algunos
intervinientes, aquí mismo, han llamado la alegría sin objeto. Disfrutar de la
alegría es una experiencia extraordinaria. En un momento dado, esta debe hacer
el retorno al centro, en la inmovilidad. En ese momento, estaréis en el centro,
en el corazón del ser. El hecho de irradiar la alegría, lo divino, prueba que
habéis alcanzado la Fuente. Queda por hacer el retorno a la Fuente.
Queridas Llamas, queridos Niños de la
Unidad, Niños del Uno, sed bendecidos en vuestra ruta hacia la eternidad.
Original en francés.
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Traducción: Susana Milan
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