Jean
Luc Ayoun
MIKAEL
12 marzo
2009
Yo soy
Miguel, Príncipe y Regente de las Milicias Celestiales. Yo les transmito la Luz
y la Verdad de la Unidad del Padre y del Amor. Como yo lo he dicho, y como lo
he repetido (a través de este canal como a través de otros canales), mi
presencia dentro de vuestro éter, justo por encima de vuestra dimensión donde
viven, entra de ahora en adelante en un período que yo he calificado de
deconstrucción y sobre todo en un período donde, de un gobierno humano (tal
como ustedes lo conocen desde la historia de esta fase de vuestra humanidad) va
a dejar poco a poco el lugar a un gobierno de orden Divino. Quien dice gobierno
dice poder, quien dice poder humano dice ego, dice manipulación y dice Sombra.
El pasaje a un gobierno Divino se acompaña y se acompañará de un cierto número
de modificaciones esenciales en la manera la cual los hombres actualmente
encarnados deben modificar y cambiar sus comportamientos los unos con respecto
a los otros. El gobierno del hombre desde más de 6000 años es un gobierno de la
Sombra cuya meta es el poder sobre el otro. Nadie de ustedes puede tener los
elementos completos de los pormenores de esta forma de gobierno y sin embargo
eso debe cambiar. Como lo digo y lo repito, el gobierno Divino se apoya sobre
un mecanismo celeste preciso, particular, cuyo reloj es inmutable. Lo que
explica, de manera muy lógica, el anuncio de momentos privilegiados dentro de
la época que viene y que se acompañará de la desaparición del poder humano en
beneficio del gobierno Divino.
El alma
humana evoluciona a través de la experiencia de la encarnación y de la
reencarnación desde tiempos muy antiguos. Cada fase de humanidad corresponde al
desarrollo de un cierto número de experiencias situadas en los campos de
experiencias mucho más allá de la simple causalidad. No es posible pasar de un
gobierno humano a un gobierno Divino de manera simple, de manera zanjada y de
manera evidente.
La Luz de la
Unidad se refleja de orbe en orbe, de sol en sol, de galaxia en galaxia, a fin
de proponer un campo de experiencias. La Luz que ustedes conocen, la Luz que
ustedes ven no es más que el reflejo de la Luz de la Unidad. En muy poco
tiempo, el conjunto de esta galaxia, el conjunto de soles, el conjunto de
planetas, en su totalidad, va a encontrarse bajo una influencia de la Luz como
eso no se ha producido nunca en la historia de esta galaxia. Esta sucesión de
eventos está, lo repito, vinculada a un mecanismo celeste, a un reloj astronómico. El grado de influencia de la Luz, de la
Unidad, desborda ampliamente la manifestación de la Luz que es la vuestra
cuando caminan hacia vuestra Esencia y vuestro corazón. Una fecha ha sido anunciada por mí, por
intermedio de diferentes canales: esta fecha es la de vuestra primavera. Ella
traduce únicamente un fenómeno inicial vinculado a la desconstrucción necesaria
a fin de pasar de un gobierno humano a un gobierno Divino. La influencia de las irradiaciones de la Luz
del Sol Central, de vuestro sol central de esta galaxia y del conjunto de las
galaxias va a traducirse por un aumento de la intensidad de la vibración
cósmica que reciban. Este período es un
período que puede ser llamado en término general: período de ignición.
Quien dice
ignición no habla únicamente del ser humano en su especificidad sino del
conjunto de soportes de creación que representan los planetas y los soles. Así
pues, la Luz auténtica, la Luz de la Unidad que viene hacia ustedes será,
obviamente visible en vuestro cielo y en vuestro corazón. Durante esta efusión de energía y en los
períodos sucesivos que seguirán, la única puerta que les permitirá estar en Paz
consigo mismos, con el otro, con el mundo, no puede ser más que la interior de
ustedes. No permanezcan mucho en el fragor del mundo. Que esto sea el hecho de
los hombres que no puedan integrar la Luz auténtica, que eso sea el hecho de
los elementos en su obra de desconstrucción, nada de esto debe perturbarlos,
cuestionarlos. La presión elemental, la
presión de las radiaciones cósmicas que preceden la llegada del conjunto de las
galaxias bajo la influencia del sol central último debe conducirlos a todavía
más interioridad, a todavía más autenticidad, a todavía más Verdad. Nada de lo que se encuentra en el exterior de
ustedes posee la clave o la solución a lo que viene. El más grande iniciado que
vuestra Tierra ha tenido en encarnación los ha prevenido, en su tiempo, que la
solución es la del corazón y la del Amor y por lo tanto la del verdadero poder
que debe ejercerse solo sobre ustedes mismos. Todo poder vuelto hacia el
exterior es una desviación de la Luz auténtica. Ningún evento exterior (tanto
en un sentido como en el otro) no debe hacerlos perder de vista que lo esencial
no está allí afuera.
El desafío
de esta Luz y de esta radiación que muchos países ya han percibido, visto,
registrado, presenta aspectos múltiples. Se trata ante todo de los fenómenos
luminosos propios a vuestro éter pero también de fenómenos luminosos en otra
forma más importantes, situándose más allá de vuestro éter y concerniendo, en
primer lugar a vuestro sol, en segundo lugar al planeta Júpiter y en tercer
lugar al planeta llamado Hercobulus. Muchos iniciados, muchos sabios han visto,
han entrevisto lo que viene a través de las visiones exteriores vinculadas a
los mecanismos elementales que llaman ustedes sobre la Tierra, “trastornos
climáticos”. La ronda de los elementos
es mi manifestación en mi rol de desconstrucción y purificación. Lo que pasa al exterior pasa también, y muy
obviamente, en el interior de cada uno de ustedes en encarnación. La presión de la radiación, la presión de la
Luz va a volverse cada vez más fuerte. No habrá ya lugar donde encontrar la Paz
si no es en ustedes.
La confianza en la Luz, la confianza en
vuestro poder sobre ustedes mismos, el abandono de toda resistencia a esta
presión de la radiación, es un elemento capital a fin de llevar a bien un
proceso que mucha gente llama sobre este planeta, la ascensión.
La ascensión
no es un proceso que les concierna únicamente a ustedes, la raza humana, sino
que concierne al conjunto de la creación. No se ocupen de los alborotos del
mundo, cualesquiera que ellos sean, ya que estarán vinculados a la desconstrucción,
a los elementos y a la purificación. Solo vuestra capacidad para voltear
vuestra mirada y vuestra conciencia hacia vuestro interior será el garante de
vuestra Paz y de vuestra preparación. Mi
manifestación visible sobre la Tierra es ilustrada, en ese momento mismo, por
el pasaje de un cometa visible a simple vista, que firma de manera irrefutable
el inicio de un cierto número de elementos concernientes a vuestra Tierra y a
vuestro sistema solar. Los fenómenos,
los más importantes, hablando exteriormente, no son la locura de los hombres, o
su codicia, o sus temores sino mas bien la modificación de sus fuentes visibles
de Luz. Los signos son numerosos. Les
basta mirar simplemente la evolución de vuestra sociedad occidental (o no) para
comprender que algo está en camino. Lo que está en camino no es únicamente lo
que ven a nivel de los hombres. Durante
esta última fase que comienza, por supuesto, no están solos sino, aún más
obviamente, solo pueden hacer el trabajo necesario para su ascensión. Nosotros podremos y podemos, de aquí en adelante, a través de vuestras
múltiples presencias (de angel guardián, de seres etéreos, humanos o no
humanos), solo podemos bendecirles y ayudarles con nuestras Luces en vuestro
trabajo pero no podremos hacerlo por vosotros.
La preparación es, lo repito, una preparación interna.
Si ustedes
van en el sentido del abandono a la presión de la radiación, si aceptan la Luz
auténtica a fin de que ella los fecunde y los transforme, entonces, en ese
momento allí, ninguno de los eventos exteriores vinculados a vuestra vida puede
alterar la calidad de lo que se convertirán. Sin embargo, aquellos que,
cualesquiera sean las razones, quisieran dar cuerpo a las manifestaciones
exteriores, (ya sean elementales, ya sean humanas en reacción de rechazo a la
radiación de la vibración, ya sean colectivas, ya sean individuales) solo
podrán alejarlos de vuestra Unidad y de vuestra
Verdad.
Viven y
vivirán momentos que, todos, sin excepción, dan temor o esperanza. La presión
de la radiación, la presión de la Luz auténtica los abreva de ahora en delante
de sueños, de contactos, de sentimientos a veces de cólera y de alegría, de
variaciones de vuestro humor, de variaciones de percepciones a nivel de vuestro
campo áurico que, indiscutiblemente, los hacen tomar conciencia de que viven y
vivirán momentos únicos en la historia de las almas humanas. Pongan un ojo
sobre el cielo, pongan un ojo sobre el sol, pongan un ojo sobre los fenómenos
de Luz pero pongan sobre todo la totalidad de vuestra mirada sobre vuestra
Fuente interior que son. El movimiento
de mi expansión a través de los elementos de este sistema solar debe
acompañarse, en el interior de ustedes de una puesta en música, de una puesta
en esfera angélica, de las energías perturbadas externas que tienen que,
pasando al interior de vuestro ser, permitirles desapegarse de los poderes que
no son los vuestros, los poderes que han sido puestos, por vuestra educación,
por vuestros vínculos, por vuestras circunstancias sociales. Los que tienen el riesgo de pesar cada vez
más en relación a la libertad engendrada por la presión de la radiación y por
la presión de la Luz. Las opciones han sido puestas hace un tiempo. Ahora es
necesario asumirlas, manifestarlas en autenticidad. Las reacciones son posibles
en el seno mismo de vuestro interior, ilustrando el rol de mi presencia en
vuestras vibraciones, en vuestros campos áuricos. La Paz es ciertamente el
concepto más importante. A medida que
vuestra capacidad para entrar en interioridad se haga cada vez más grande, a
medida que constaten que una Paz sin propósito (y ciertamente no ligada a las
condiciones exteriores, cualesquiera que ella sean) crecerá en ustedes y hará
de ustedes seres serenos, seres en Unidad, no importando los períodos de
desconstrucción que vivan en sus estructuras sociales, afectivas, profesionales
y personales.
Este es un
período que comenzó desde el principio de su año y que en realidad se activa en
vuestra primavera y que se terminará, después de las fases sucesivas de
intensidad creciente (que ocurre preferentemente en los solsticios y
equinoccios) y los llevará hasta el amanecer de un mundo nuevo, en mayo del año
próximo.
No pueden más
que seguir o rechazar la presión de la radiación y la Luz auténtica ya que ella
va a afectar de manera duradera y definitiva al conjunto de los fundamentos de vuestra
humanidad. Todo lo que es del dominio
del poder, todo lo que es del dominio de la servidumbre, todo lo que es del
dominio de lo que ha asediado y asedia vuestra libertad de ser de Luz, debe
cesar. Esto no es vuestro rol. Vuestro rol es de acoger la presión de la
radiación y la Luz auténtica. La lucha y
el combate son dirigidos únicamente por las fuerzas de Luz Arcangélica y las
fuerzas de Luz de la Fraternidad. No
tiene que preocuparse de combatir. Solo tienen que integrar, en vuestra
Esencia, en vuestro corazón, la presión de la radiación y la Luz auténtica y
nada más. La calidad de mi presencia, la
vibración de mi presencia será y es vuestro baluarte cara a la adversidad exterior.
Se necesitará durante este período, imperativamente encontrar la Paz, encontrar
el Corazón.
Acepten la
presión de la radiación, esta Luz auténtica en el seno de vuestra intimidad sin
importar el precio, sea cual sea la ira, sea cual sean las transformaciones. No
hay otra alternativa posible.
Aquí, bien
amados hijos de la Unidad, a través de los conceptos, por el momento, general
(pero que se afinarán a medida de las semanas) que deben iniciarlos para ir
hacia vuestra Esencia, para aceptar la Paz, para aceptar la Verdad, para
aceptar el poder sobre ustedes mismos y no sobre los eventos cualesquiera que
estos sean. No me detendré en preguntas eventuales. Delego para esto y le
dejaré lugar a una entidad humana que conocen bien, y que para ella será un placer
responder a vuestras preguntas (Nde: Omran Mickaël AÏVANHOV). En cuanto a mí,
les transmito mi protección, les transmito mi radiación, les transmito el
corazón de la unidad y les digo hasta pronto.
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Traducción: Amparo Iribas
Traducción: Amparo Iribas