Jean Luc
Ayoun
RAM
“Sobre la Benevolencia y el Servicio”
6 de Junio 2009
Yo soy Ram. Reciban mi paz, reciban mis saludos. Mis bien amados, soy
aquel que los instruye desde hace algunos meses. Mis enseñanzas están
centradas, como lo saben, sobre los medios y técnicas simples que permiten
penetrar en vuestra eternidad, en el corazón. Voy a entregarles una serie de
medios para favorecer vuestro acceso, en conciencia, a nivel del corazón. Vengo
hoy a proseguir la obra que me es confiada. Muchas entidades les han expresado
por las palabras, por los conceptos, y por las vibraciones, lo que era la vida
en el corazón. Muchos de los Arcángeles se han expresado recientemente en
cuanto a los obstáculos que pueden quizá frenar vuestro acceso al corazón. En cuanto a mí, yo vengo, hoy, por las
palabras, por el silencio y por la vibración, a ponerlos al día, a informarles,
de lo que es la paz del corazón, la que les doy cuando llego y cuando me voy.
La paz del corazón es una paz que es totalmente independiente de todo lo que es
vuestra vida exterior, de todo lo que son vuestras actividades, cualquiera que
sean. La Paz del corazón es algo que se
conquista a través de soltar-presa, a través del abandono, a través de la
domesticación del mental y después de su abandono. La paz del corazón, coincide
en algunos lados con lo que les ha expresado el Arcángel Anaël sobre la
Alegría.
Si lo quieren bien, voy a definir lo que es entendido por un término
oriental que el Arcángel Anaël ha llamado Alegría. Esta palabra es la palabra “Samadhi”. Cuando recorren las etapas de vuestra
conciencia encarnada (de la misma manera cuando despiertan vuestra dimensión
espiritual en ustedes, a través del despertar del Espíritu Santo, del despertar
de la Kundalini, del despertar de la conciencia), se manifiesta una serie de
sonidos, precisos, a nivel de los oídos.
Estos sonidos, conocidos y reconocidos, en las tradiciones orientales,
como siendo los marcadores de la actividad del alma en vuestra realidad
disociada, son 7. De la misma forma, la
activación del corazón, en particular las 6 claves que les he comunicado,
permiten vivir 7 estados, en relación directa con la apertura del corazón.
Estos 7 estados no son necesariamente una gradación. Ellos pueden vivirse en
secuencia lógica. En los tiempos antiguos, antes del período de mutación que
viven, podía haber muchos años entre la experiencia de cada una de estas
Alegrías interiores llamadas Samadhi. La Paz,
de la cual tengo que hablarles hoy, es una forma de Samadhi, una forma
de alegría interior que calificaría de silenciosa e inmóvil, un estado de
vacuidad. Esta vacuidad precede lo que se llama el último Samadhi, el último,
ya que es efectivamente el último a vivirse.
Este último Samadhi del cual nada puede ser dicho, sino que el confiere
la realización total de la Deidad en vosotros y hace de ustedes, en
encarnación, un ser, no solamente despierto, no solamente realizado, sino en
camino hacia la inmortalidad del cuerpo, del alma y del Espíritu. Muy pocos
seres humanos han realizado esta última etapa. Ella confiere la
inmortalidad. Ella confiere lo que
ustedes llaman la Ascensión. Ella a concernido a los seres como Cristo, como a Enoc,
como a Elie, como a la mayoría de seres viviendo hoy, y llamados Maestros
Ascendidos, que viven en el Himalaya, en el eje del mundo.
La Paz de la cual voy a hablarles es una etapa mayor de la realización
de la Alegría. La Alegría, tal como se
los ha expresado Anaël, es una de las formas del Samadhi correspondiente a una
saturación total del Ser que la vive, por la Gracia Divina. Cerca de ustedes en
tiempo terrestre, muchos seres humanos, también muy numerosos, han realizado
este estado. Cerca de ustedes se encuentras las gentes, hoy, fallecidas,
participando hoy en la evolución de esta tierra. No les daré más que algunos
nombres: Ma Ananda Moyi, el Padre Pío, el Maestro Omram Michaël Aïvanhov,
por citar algunos de ellos. La Paz que de la quiero hablarles, es el
momento donde la saturación de la Gracia, la saturación de la Alegría, de la
que les habló Anaël, comienza a vivirse a nivel, no ya, del movimiento del
centro sino a través de la inmovilidad del centro. Este es el momento donde la radiación, la
irradiación y la potencia de la Gracia se vuelven de nuevo aún más hacia el
interior. Esto da un estado importante en vuestro camino ya que comprendan bien
que vuestro mundo exterior, el, es movible, fugaz y efímero, que esto sea
incluso en vuestras relaciones donde nada es eterno, que esto sea en vuestras
actividades profesionales o incluso en vuestras relaciones. El movimiento de estas relaciones, de estas
actividades de vuestras vidas exteriores, son a menudo sinónimos de emociones,
cualesquiera que ellas sean. Esto es el
principio mismo de la vida efímera, de cosas que cambian y que se transforman
en permanencia. Viviendo la saturación de la Gracia, la Alegría, tal como la ha
definido el Arcángel Anaël, existe por lo tanto lo que he llamado un movimiento
del centro. Esto no es aún la inmovilidad. Les recuerdo que el movimiento en el
cual están enlazados, a través la recepción de las diferentes cualidades
vibratorias y de conciencia emitidas por los Arcángeles, por La que llaman la
Virgen María y por la vibración de la Fuente, contribuye a hacer nacer en
vosotros esta Alegría interior de la que habló Anaël. Alegría interior que no puede
ser obtenida que gracias al abandono a la Gracia.
La paz de la que les hable está más allá del movimiento del centro. Es el momento donde la Gracia va a concentrarse,
retractarse literalmente hasta devenir un punto en el centro de vuestro chakra
del corazón. La vibración incluso del chakra del corazón parece detenerse y sin
embargo esto no es una vuelta a bajar a nivel del ego, a nivel del plexo solar
sino más bien una transmutación importante.
El momento donde la Gracia se revela en vuestra densidad, en vuestra
encarnación, hace, ella misma, reingreso al centro, confiriendo entonces, un
estado de Paz. Este estado de Paz está
más allá de la paz que puede ser obtenida cuando las circunstancias de vuestras
vidas hacen que todo esté tranquilo, que todo esté apacible, que ningún
elemento anormal viene a perturbar este equilibrio. Esta Paz del Samadhi o esta paz de la Alegría
confieren un alineamiento total con la Fuente de las Fuentes. Este alineamiento total con la Fuente de las
Fuentes que se expresa, lo sé, ya entre vosotros, permite, por la radiación de
la Fuente inundar de Gracia no ya a
ustedes mismos sino a los Seres que están alrededor de ustedes. Vuestro rol,
así como el Arcángel Miguel lo ha definido llamándoles Portadores de Luz y
Transmisores de Luz es, a este nivel, muy importante. Deben, en efecto, acercarse de este estado de
paz de la Alegría, a medida que vuestro tiempo transcurra, a fin de poder
irradiar y transmitir de la mejor manera la Luz que han revelado. Se trata de
una propagación, de prójimo en prójimo, para las personas que viven alrededor
de ustedes: padres, ascendientes, descendientes, relaciones, cualesquiera que
ellas sean. Este proceso, es la manera
conforme y auténtica de que obra lo
Divino, en vosotros y a su alrededor. Esta verdad de la transmisión de la paz,
de la gracia y de la paz de la Alegría corresponde a algo capital y fundamental
porque es por esta energía que son capaces (por lo que es llamado el ejemplo y
el silencio) de despertar a los demás a su dimensión eterna.
Cuando los Maestros estaban encarnados, en Oriente como en Occidente,
ellos realizaron durante toda su vida, una serie de ceremonias donde fueron
capaces de difundir e irradiar esta conciencia. Poco importa el nombre
oriental. Se trata de lo que, llamaron
el darshan. Esto es lo que debería de ser realizado durante la misa, en vuestro
occidente, si realmente el que oficia fuera capaz de conectar su Presencia a la
Presencia del Cristo, permitiendo realmente hacer descender esta paz en la
hostia durante la celebración. Pero,
obviamente, y lo saben, la mayoría de las ceremonias han sido descaminadas por
la ausencia incluso de conciencia elevada de aquellos que las practican. Hoy,
todos ustedes que trabajan en la liberación de la Luz, devienen los Maestros de
ceremonia. Devenir Maestros de ceremonia
significa que en el momento mismo de la ceremonia, deben ser capaces de hacer
abstracción de vuestro ego, de vuestros problemas, de vuestra personalidad, a
fin de entrar nuevamente en comunión, la más intima posible con la Fuente. Esto es posible cultivando la Paz. La paz
interior no necesita, para cultivarse, de ser vivida en la paz exterior. Sería
falso creer que viviendo la paz al exterior, esta será la paz al interior. Por el contrario, si viven la paz al interior,
el exterior devendrá pacífico, esto es una evidencia. La mirada interior es por
lo tanto la que va a permitirles realizar, totalmente y en Unidad, el estado de
paz. Es esto lo que se les pide hoy realizar. Acercarse de la paz necesita, en
vuestra vida ordinaria, una actitud y un comportamiento preciso que llamaría la
benevolencia y el servicio, que los orientales han llamado, para aquellos que
esto interesa, el Bhakti yoga. Esto consiste en rendir servicio, a estar atento
a los demás, a ayudarles, a nunca medir y, como el Arcángel Anaël les ha dicho,
a no juzgar. La devoción, el servicio hacia la humanidad, hacia aquellos que
están próximos y aquellos que están lejanos, es el camino real que les
permitirá entrar en la paz y la Alegría. No basta acoger la Luz por los chakras
superiores. No basta despertar los múltiples sonidos que el ser humano ha
enterrado en él, no es suficiente pensar en salvarse a sí mismo sino que deben
cultivar, en vosotros, por una actitud mental justa, la benevolencia y el servicio.
Una vez que hayan desarrollado las 6 claves del corazón, obviamente
percibirán, de manera más o menos intensa, las vibraciones, las rotaciones de
este chakra del corazón, sin embargo, esto no bastará para hacerlos entrar en
gracia, y aún menos en la paz de la Alegría.
Para esto, es necesario abandonar los modos de funcionamiento de vuestro
mental y del ego, los modos separando, dividiendo, juzgando, emitiendo
opiniones, sobre los unos, sobre los otros y sobre las cosas. Deben entrar en neutralidad. Deben entrar en el que observa, sin emitir
juicio, incluso de opinión sobre lo que es observado, simplemente vivir el
instante, vivir el instante presente, desarrollar el sentido del servicio, el
sentido del don. ¿Por qué creen que la
mayoría de los grandes Maestros, en toda tradición y en todos los tiempos, han
insistido sobre esta noción de servicio a los demás? Porque a este nivel, la clave la más
fundamental sobreviniendo después de la apertura de los chakras, después de la
apertura de la shakti, después de la ascensión de la Kundalini, después de la
activación de lo que llaman nuevos cuerpos espirituales. Solo hay este
significado, sentido del servicio, que permitirá de llevar a bien la totalidad
de vuestra elevación. El servicio, el
significado de la dedicación, es la última escalera a subir ya que esta última
escalera les muestra, y muestra a los demás, pero también a la Luz, el grado
último y la etapa última de vuestro abandono a Dios.
De este modo, entrar en la paz consiste en trabajar en el servicio a la
humanidad. No hay necesidad de ser conocido o reconocido, para hacer esto. Cada uno de ustedes que viven las efusiones
de la radiación del ultravioleta, las efusiones del Espíritu Santo, la efusión
de la Fuente, es capaz de lograr esto, cada minuto de su vida. La mejor manera de lograrlo, antes de llegar
al servicio total es cultivar, más allá y después del no juicio, el principio
de benevolencia. El principio de benevolencia
consiste en posar una mirada, posar una energía, posar una atención, un gesto
un comportamiento de naturaleza amigable, hacia cada hermano y cada hermana que
encuentren. Si les es difícil manifestar
esta benevolencia cara a ciertas almas, esto significa que vuestro desafío se
sitúa en este nivel particular. El
desafío pone el énfasis en ustedes, y no en el otro, sobre lo que no ha
superado la integración de las energías divinas en vosotros. Este desafío es para ustedes la ocasión de
revelar aún más y de crear aún más este estado de paz interior, de paz de la
Alegría. No pueden acceder a la paz interior, a la paz de la Alegría, incluso
estando saturados de gracia, si no pueden servir al conjunto de la
humanidad. Esto no es complicado, esto
no es insuperable. Esto es extremadamente simple. Solo vuestro mental y el ego,
aún existentes, pueden hacerles creer lo contrario. No hay nada de lo que den o
de lo que darán que sea perdido.
Lo que parecerá perdido, en vuestra dimensión, solo es una ilusión. Todo
don que emiten, a partir del momento donde han recibido la gracia, incluso si
no es reconocido, incluso si es negado, les será, como el lo dijo, devuelto al
céntuplo, no en una vida futura sino en el instante y en la eternidad. Es así
como se desarrolla la vida en Dios. Es así como se desarrolla la vida en Unidad
y en Verdad. Si lo quieren bien, les expreso esto ahora por la Vibración.
...Efusión de energía...
Aquí ahora, la misma cosa por la Luz.
...Efusión de energía...
Terminaré por estas palabras: La benevolencia y el servicio conducen a
la paz. La paz interior es una de las formas de la Alegría interior. El
servicio, la benevolencia, son las acciones que concurren a la paz interior y a
la ausencia de movimiento. La gracia, vinculada a la apertura del corazón, debe
acompañares de la cultura, en el sentido, de la dirección del servicio. Es por
el servicio a los demás, unos a otros, que desembocarán realmente sobre el
Amor, unos por otros y unos a otros. Mientras que no pasen por el servicio,
incluso habiendo recibido la gracia, no pueden pretender amar.
Esto solo quedará siendo solo conceptos y palabras.
Amar es servir. La Luz ama. La Luz es servicio. Transmitir la luz,
portar la Luz y servir la Luz es la etapa capital engendrando la paz que, en
este mundo y en esta dimensión, les permitirá realizar, llegado el momento, la
translación dimensional que llaman ustedes ascensión. Deben ejercer, deben dar lugar a esto en
todas las circunstancias de su vida. Esto es ciertamente la cosa más
importante, después de la activación de la vibración del corazón, después de la
recepción de las radiaciones del ultravioleta, después de la recepción de la
energía de la Fuente y del Espíritu Santo.
Este es vuestro camino y vuestro estado.
Resonancia de esto por la Luz y la Vibración.
...Efusión de energía...
Los saludo, los amo, y los bendigo.
Reciban mi paz.
Canalización Jean-Luc Ayoun
Transcripción : Veronique Loriot
Traducción : OD
http://mensajes-del-espiritu-2010.blogspot.com