Original en francés.
Canalizado: Jean Luc Ayoun
Transcripción: Véronique Loriot
Traducción: Odilia Rivera
URIEL
21 septiembre 2012
Yo soy URIEL, Angel de la Presencia y Arcángel de la
Reversión (Punto de Cambio). Niños de la Luz, el Canto de la Vida se eleva en
ustedes, celebrando el Llamado de la Luz, y en la Luz. Tiempo Presente, Tiempo
Eterno, donde el Canto se eleva y repercute en el cuerpo Templo, acompañando su
Despertar. Momento, donde ustedes han pasado más allá de toda ilusión,
transcendiendo las derrotas de este cuerpo, y las derrotas de lo ilusorio.
Amados del Uno, el Tiempo del Canto canta, en ustedes,
el Tiempo del Llamado. Llamando lo que
es Eterno en lo efímero, para entrar en resonancia y para resucitar en las
Esferas de Vida, donde canta la Vida, sin ningún desacato y sin ningún filtro. Habéis
venido al Tiempo del Canto, Canto del Tiempo. La hora es Ahora, más allá de
todo momento, llamándolos en permanencia para la permanencia del Ser, para la
permanencia de la Vida, más allá de toda vida conocida o percibida.
Niños del Uno y Amados del Uno, el Tiempo de la Unidad,
el Tiempo de la Presencia, manifestada en el Absoluto y más allá del Absoluto,
en LA FUENTE Una, en lo efímero de este cuerpo, canta, en ustedes, el Tiempo de
la Liberación, el Tiempo de la Resurrección, el Tiempo más allá de toda
esperanza. Cantando, en ustedes, la
resonancia de la Vida, Eterna e Infinita, donde el Amor y la Belleza son el
Tiempo de la respuesta, y el Tiempo de lo actual, como de todo tiempo, venidero
y oportuno, en el mismo Espacio, más allá de todo espacio dividido. El Canto de la Vida resuena, tomando forma
con MARIA en el Tiempo del llamado de vuestro nombre, el de vuestra alma, en
esta vida, dada a vivir a fin de Vivir el Regreso a la Vida, más allá de toda
vida y mas allá de todo límite.
Así es el Canto, resonante y Liberante, llamándolos a
la Libertad y a la Resurrección del Ser. En el tiempo de vuestra Presencia,
Aquí y Ahora, escuchan y oyen lo que les dice el Canto. El los invita a cantar
el Canto de Gloria del Amor y de la Verdad. Los invita a decir, más allá de
toda palabra, el sentido del Amor y el sentido de la Belleza, que es expansión
e infinito, Luz fulgurante de la Luz que estaba extinguida. Que se despierta a
sí misma, dando a vivir la sombra en su propósito, que es de desaparecer en la
Luz Eterna, donde ninguna sombra puede subsistir o existir.
Oigan el Canto del Corazón, oigan el Canto del alma,
oigan el Canto del Espíritu, reunidos en el Canto del Cielo y de la Tierra, en
el mismo Anuncio y en la misma Trompeta. Llevándolos a Ser más allá de todo
ser, llevándolos a Ser mas allá de todo haber, llevándolos a Vivir más allá de
toda ilusión. Llevándolos a Ser la Belleza radiante del Amor Unificado, y
expresado en el lenguaje distinto del lenguaje de la carne, en el lenguaje de
la Vida que canta el Absoluto, y que lleva la Onda para ser vivida más allá de
este cuerpo. Onda de Vida reanimando el Néctar y la Presencia Infinita, de lo
Ultimo a vivir, y establecido en ustedes.
Oigan el Canto, ya que, en él, resuena la Libertad.
Oigan el Canto, ya que, en él, está la Esperanza y la caridad. Oigan el Canto,
ya que, en él, está la Libertad. El es la Esencia y la manifestación, allí,
donde están, de la Luz Una, viniendo a re-encantar este mundo habiendo perdido
su Canto, Habiendo perdido su Verdad. Tiempo de reconexión, Tiempo de Canto,
Canto de Vida, más allá del canto de la esperanza, trayéndoles a vibrar en el
Tiempo de Su Presencia. El Sol les Canta. MARIA los llama para Vivir lo Eterno.
MARIA los llama para no estar en el límite de todo pensamiento, en el límite de
toda razón. A fin de elevarlos, allí donde el Despertar es Fuente, allí donde
la Fuente de la Vida, con la Onda de la Vida, alquimizan en ustedes en el Templo del Corazón, en el centro del
Centro, también elevando el Canto de la Verdad.
Entonces, escuchen y oigan. El Tiempo ha llegado, está
inscrito en ustedes, esperando Despertarlos, Despertador que suena. Llamándolos
a volver la mirada hacia la Eternidad del Ser, hacia la Eternidad de la Vida, y
hacia la Belleza del Momento, más allá de toda circunstancia y de todo canto de
desesperación, solo tocando la emoción de aquel que rechaza el Canto de lo
Eterno y que, sin embargo, está allí.
Entonces, escuchen y Vibren, en la confianza, y en la
esperanza de Ser lo que Son, de toda Eternidad, aboliendo toda distancia,
aboliendo toda miseria y todo sufrimiento. Son ustedes Hijos de la Luz, Luz
nacida en la Verdad, cuyo testigo, que dijo “si”, es el Canto del Espacio, el
Canto de la Tierra, de su Núcleo Cristalino, el Canto de las Estrellas, del cosmos,
y de ustedes Hermanos y Hermanas de otro espacio y multidimensionales, llegando
a ustedes. Susurrándoles y titilándoles en un lugar de vuestro cuerpo.
Llamándoles a la Belleza y a la Risa, esa del Canto de la Vida. Abriendo las
Puertas de la Resurrección. Abriendo el Momento de la Eternidad.
Reunión. Reunión cantada. Reunión de llamadas, y Luz recurrente todavía
más cerca de la Verdad del Ser, para difundirse e implementarse en la Eternidad
del Canto. Donde la vida efímera está labrada
por las Semillas de la Eternidad, elevando la simiente, y empujando hacia el
Sol su Canto de Gloria, su Canto de Verdad.
Escuchen y oigan lo que viene a ustedes, llamándoles y
Nombrándoles, no para limitarlos, sino para liberarlos, más allá de este
nombre, por el Nombre de quien Son más allá de vuestro nombre, más allá de la
familia, más allá de este mundo. Allí, donde la Identidad es Confianza e
Intensidad. Nombre Eterno, susurrado mas allá y por encima de vuestro nombre,
dándoles a vivir el brillo absoluto de su Nombre de Eternidad, que es
resonancia del Canto de la Vida, Canto de la Vida sobre la Tierra, Canto de la
Vida al centro del Centro. Permitiendo al Canto de estar presente, en cada
Espacio y en cada Tiempo, en sus noches como en sus días, sobre el Sol como
sobre la Tierra, en sus oídos como en sus ojos. Abriéndolos a la Verdad de la
Luz, y a la danza de la Luz. Ya que la Luz danza, ella los invita a danzar en
la espiral de la Vida, en la espiral de la Ascensión, recobrando entonces el
sentido de la Lemniscata. La Merkabah, en ustedes, Vibra y se eleva sobre las
frecuencias desconocidas, donde se eleva el Canto de su Eternidad, que es suyo,
Hijos del Uno.
Y la Luz del Uno los hace oír lo que van a escuchar,
en el tiempo y el espacio de vuestro silencio, en el tiempo y el espacio de
vuestra Paz. Porque, en este silencio, está el Canto de la Eternidad, está el
Canto de lo Eterno. Dándoles a vivir el Éter de Fuego, Éter de Fuego viniendo a
devolver a la Tierra su Verdad Ultima: Tierra de Luz, Tierra de Ascensión,
Tierra Sagrada.
El Éter está allí, llevándoles a expandir el mundo y
los campos de la percepción en ustedes. Ustedes Son la Eternidad. Más allá de
esta palabra, resuena el Sonido de la Eternidad, en ustedes. Llamándolos, por
todos los sentidos, a establecer el silencio. Llamándolos, por todas las Puertas
y las Estrellas, a dejar el Néctar de la Vida recorrer, de su Canto, este
cuerpo. Labrando las células de la Nueva Frecuencia, labrando la conciencia a
fin de poner fin a la forma encerrada, y Liberar lo que es Toda Forma, y en
toda Dimensión. Libre.
Así es el Canto, así es la escucha de su Verdad. Y el
Instante está allí, desde el instante donde el silencio se hace en el canto de
vuestra Presencia, en el canto de lo efímero, abriendo entonces el Canto de la
Eternidad, el de la Vida Una, en el Éter resucitado.
Ustedes Son la Verdad. La voz se hace oír, diseñando
la Vía que no es una, pero que es bien la apertura de lo que, nunca, pudo ser
extinguido en ustedes, en lo que Son: Lo que Son, Lo que está Presente, más
allá de su presencia. Cuya presencia se extingue en la ausencia de alguien, colocando
por fin un Nombre sobre lo informe. Luz Revelada más allá de vuestra forma, y
sin embargo, llevando esta forma sobre un nuevo Canto, allí donde se construye
la Eternidad, allí, donde se desarrolla lo que es Eterno. Allí, donde el Canto
de la Vida no puede ser alterado, y no puede ser suprimido. Canto de Regocijo y de Libertad.
Escuchen y oigan, porque el Tiempo está allí. Escuchen y oigan, porque todo ha sido dicho.
No hay nada que decir, no hay nada que hacer, hay solo a Ser y no-ser, en la
Absoluta Presencia y la Infinita Verdad del Canto de la Vida. Entonces, en el
silencio de los movimientos, se imprime el Movimiento de la Luz, encarnándose y
remontando, subiendo y descendiendo, en la misma danza, en la misma espiral de
la Eternidad encontrada. Entonces, escuchen y dejen obrar, y dejen Ser la Luz, vuestra naturaleza
Eterna, vuestra naturaleza que canta y que danza, en el Tiempo del Éxtasis, en
el Tiempo de la Verdad y de la Belleza.
Entonces, en el Tiempo que está aquí, con ustedes, conmigo,
en la misma Unidad, dejando resonar el mismo Canto de Vida, unimos nuestras
Vidas y nuestras Conciencias, en la ronda de las danzas de la Perfección, en la
ronda de las danzas, de Corazón a Corazón, al corazón del Corazón, en cada
Centro, en cada Punto y en cada Conciencia, entregando el Corazón y la
Libertad. Y esto Es, en el Canto de la Vida. Llamada y resonancia, de Corazón a
Corazón, de boca a boca y de oído a oído, más allá de todo sentido, la célula
canta y el Corazón canta, la Nota de la Vida. La Oda al Éter, Eternidad de la
Oda, porque allí está el amanecer, del nuevo Día.
Entonces, escuchemos y oigamos nuestra Presencia Una,
al corazón del Corazón, donde cada Corazón está inscrito, donde cada oído
existe, donde cada Canto se vuelve el mismo Canto. En el Coro de los Angeles,
cantamos con ustedes. Canten conmigo, en el silencio de las palabras y el
silencio de los movimientos. Escuchemos el Canto de la Vida. Bailemos la danza
de la Vida. Bendición Eterna e infinita, sin cesar renovada, sin principio ni
fin, sin sentido ni orientación, sin Dimensión ni espacio, transcendiendo todo
tiempo, transcendiendo todo límite. Inscribiendo vuestro Canto más allá de toda
forma.
Entonces, juntos, unidos y unificados en la misma
Presencia, en la misma ausencia de efímero, comencemos la escucha al Canto, la
Oda al Éter del Alfa a la Omega, en la Oda al Éter del Agua y del Fuego, del
Aire y de la Tierra resonante y Vibrante, de la Eternidad.
Yo, URIEL, Angel de la Presencia y Arcángel de la
Reversión, me instalo en ustedes, en este instante, y en la Eternidad. Entonces,
escuchen el Canto de la Vida del Angel de la Presencia, y oigan la resonancia
del Pasaje, Ultima Reversión. En el silencio, el Canto de Alegría es el Canto
del Centro. Allí, donde está el Coro de los Angeles, poniendo en forma la
ordenación de los Mundos Libres, el ordenamiento de la Inteligencia del Amor. A
fin de que el Canto de vuestra Presencia devenga la Vida, en la Vía y la
Verdad, y en la Eternidad. Oda a ustedes. Agua de lo alto y Agua de abajo
reencontrando, en ustedes, la Eternidad.
Entonces, en el silencio también de mis palabras,
acojamos nuestra Presencia común, en la ronda de la Vida, en la ronda del
Canto. Elevemos, juntos, la Oda al Éter, la Oda a la Eternidad, en el Fuego de
la Alegría y el Agua del Amor. Allí, en este tiempo limitado, instalamos el
Tiempo sin tiempo, a fin que la sentencia del Amor sea, en lo Infinito de
vuestra Presencia, en lo Último de la Alegría, en la Verdad de la vía, y en la
Vida de la Verdad. Vivamos lo que está para Vivir, en la vía, en la Verdad, en
la Vida. Aquí y allí, ahora y siempre. Oda a la Vida, Oda a la Verdad, Vía del Éter.
... Compartimos del Don de la Gracia…
En
el sentido de la recepción y de la escucha, en el silencio de mis palabras, se
hace la Plenitud de nuestra Presencia Una, Vía, Verdad y Vida. Allí y a
continuación, elevemos.
...Compartimos
del Don de la Gracia...
En
la hora donde los Jinetes de los Elementos vienen a anunciar, por la Trompeta
de los Angeles, el Tiempo de resucitar, los Elementos cantan en el Coro de los
Angeles, en el Templo de vuestra Presencia, la Oda al Éter, del Alfa y de la
Omega. Entonces, abramos aún el campo de los posibles, el campo fértil donde
germina la semilla, fecundada por el Agua del Cielo y el agua de la Tierra.
Agua de lo alto y agua de abajo. Creación. Canto de embriaguez de la Luz,
llamando en ustedes, y resonando en nuestra Presencia, en el silencio, al
menos, instalando el Canto de la Eternidad.
...Compartimos
del Don de la Gracia...
Silencio
y Paz, elevación.
...Compartimos del Don de la Gracia...
Yo
soy URIEL, Angel de la Presencia y Arcángel de la Reversión. En ustedes y por
ustedes, a vuestro lado y a vuestros lados, llamo vuestra Libertad, vuestra
Verdad, a la Vida.
...Compartimos del Don de la Gracia...
Yo
soy URIEL, Angel que aporta la Buena Nueva. Saludo en ustedes el Canto de la
Vida. Amados del Uno, démonos la bienvenida al centro del Centro, los unos a
los otros, el uno por el otro y el otro por el uno, de Corazón a Corazón, de
Centro a Centro, el mismo Canto, la misma brillantez.
...Compartimos del Don de la Gracia...
Yo
lanzo, hacia ustedes, KI-RIS-TI, el Canto del Doble, de Éter a Éter, elevando
esta Tierra a la Eternidad.
...Compartimos del Don de la Gracia...
Yo
Soy URIEL, Angel de la Presencia y Arcángel de la Reversión. Por tercera vez,
saludo en ustedes, el Canto y la resonancia de la Vida Liberada.
...Compartimos del Don de la Gracia...
Yo soy Uriel, Angel de la Presencia y Arcángel
de la Reversión, les doy mi Paz y les doy mi Fuego. Saludo en ustedes la Llama
Eterna. Soy URIEL, ustedes Son la Luz. URIEL los saluda en el Amor y en la
reciprocidad, de nuestra recepción y de nuestras bendiciones.
...Compartimos del Don de la Gracia...
Paz
en vuestro Corazón. Paz en la Vida. Paz en la Luz, en vuestra Eternidad. URIEL,
Angel de la Presencia y de la Reversión, los saluda y les dice hasta pronto.