Jean Luc Ayoun
MARÍA
18 de Julio 2005
Yo
soy María Reina de los Cielos y de la
Tierra. Bienvenida a vosotros niños de Luz, queridas almas de Luz. Mi corazón
se regocija en vuestra presencia, en nuestra reunión. En todos vosotros
reunidos aquí existe esa aspiración a la Luz auténtica que regocija mi corazón.
En todos vosotros hay esa chispa, hay esa Luz auténtica que os acerca cada vez
más, en el transcurso de vuestro camino de alma, desde vuestro nacimiento y
sobre todo desde algunos años de vuestra Fuente, de vuestra autenticidad real
de alma en encarnación. Queridas almas de Luz los regocijos van a estar
acompañados de ese amor en el corazón que se encuentra, que se refuerza,
encontrándose a sí mismo. En vosotros hay esa Luz Fuente que es el reflejo de
la Fuente de vuestra almas, la Fuente sol, la Fuente tierra; la Fuente central
de las galaxias. Ese sol, esta tierra, esa Fuente central que está en vosotros
hace almas auténticamente consagradas a la Luz. Solo las vicisitudes de
vuestras peregrinaciones de vida en vida
han ensombrecido, velado, en
ciertos casos, la potencia de vuestra Luz interior.
Pero
hoy, desde hace poco tiempo, es posible, gracias a este calor de la Fuente,
transcender, poder quemar, poder regenerar totalmente vuestras células,
regenerar totalmente vuestros cuerpos, regenerar totalmente vuestras partes en
sufrimiento, reflejos de incomprensiones, de ausencias y de miedos. Esto es
posible por la efusión de la Santa Trinidad. Es posible por la activación de
ciertos códigos particulares que estaban presentes desde hace mucho tiempo y
que se han reactivado, desde hace unas pocas decenas de años, progresivamente,
para llegar hoy, a estos tiempos presentes, a lo que viene y lo que ha llegado
durante los últimos siete años de vuestra tercera dimensión. Regocijaros,
queridas almas de Luz, las limitaciones que habéis conocido, que os habéis
forjado vosotros mismos y que han sido también impuestas desde el exterior,
para permitiros desarrollar cada vez más vuestra Luz, que es vuestra herencia,
llega hoy a su desvelamiento, a su pleno poder. Felices las almas que
comprenderán esto. Felices los corazones que aceptarán totalmente esta nueva
dimensión de la Luz en vosotros, sobre vuestro planeta y en vuestros corazones.
Estos siete años deben ser vividos como la más auténtica enseñanza, la más
perfecta sobre lo que sois realmente y no lo que creéis ser. Lo que vosotros
sois realmente queridas almas, es la pureza más auténtica de la Fuente, igual
que mi Santo Hijo, igual que el arcángel más alto San Miguel, igual que los
seres más evolucionado de la extra tierra o aun de la intra tierra. En vosotros
está la semilla de todas las posibilidades y esta semilla está preparada a
eclosionar, está preparada a derramar su Luz en todo lo que constituye vuestras
sombras y vuestras limitaciones, lo repito una vez más, que se han querido
desde el exterior. Esto forma parte de un camino de evolución gradual de
expansión de Luz incluso si la apariencia era otra.
En
efecto la Luz ha sido comprimida, condensada, bloqueada para permitir, cuando
llegue el momento, liberar totalmente esta Luz y llevar adelante un proceso que
algunos canales aquí abajo han llamado “el fenómeno de la ascensión”. Este
fenómeno es un proceso altamente iniciático en el sentido transmutados de la
vida celular, de la vida del planeta, de la vida del Sol y de la vida del
conjunto del sistema solar. Va a haber liberación de esta Luz encerrada que se
ha condensado, que está comprimida, que
se ha reforzado para expandirse cuando llegue el momento. En cada alma sobre
este planeta existe la necesidad de hacer tabla rasa totalmente de todos los
condicionamientos, de todas las limitaciones que han sido vuestras desde hace
tantas vidas, desde hace más de 50 000 años. Es necesario matar todos los
modelos antiguos, es necesario estar totalmente presentes a lo que sois, de
estar necesaria y totalmente a la escucha de lo que dice vuestra alma, de lo
que desea vuestra alma, de lo que desea vuestra Fuente y vuestra Luz central.
Nada
tiene más importancia que esta encarnación en el instante, de la totalidad de
la realidad última de lo que sois, a saber, una Fuente de Luz. Es necesario
aceptar totalmente y con toda humildad que vosotros sois la Fuente de Luz que
es capaz de transformar, de transmutar, de regenerar totalmente es planeta y
este sistema solar para volver a ganar el lugar que era el suyo hace muchísimos
y lejanos millones de años.
Hoy,
y solamente hoy, en esta fase de los siete últimos años que se ha iniciado el
21 de junio de vuestro año solar, hasta 2012. De año en año vais a tomar
conciencia realmente de esta Fuente que sois. Vais a necesitar trascender todos
los condicionamientos, todo lo que llamáis karmas, todo lo que no es la Luz,
todo lo que no es la autenticidad, todo lo que no es la pureza original que
sois. Ningún sistema de condicionamientos, tan ligado al linaje como a este
sistema de sociedad, debe impediros recorrer el camino de Luz que habéis
emprendido.
Acordaros
que la ley del Padre está por encima de las reglas sociales y las reglas
establecidas por los linajes y las reglas establecida por los condicionamientos
que os habéis impuesto vosotros mismos, pero que también han sido impuestos
desde el exterior por esta comprensión de Luz que sois. Por vuestro bien, hoy y
solamente hoy, os es deseable, os es posible, os es incluso pedido
instantáneamente dirigiros en total conciencia, confianza y libertad hacia lo
que sois realmente. Yo se que en ciertos casos las limitaciones inherentes a
esta tercera dimensión pueden pareceros obstáculos importantes a acceso a
vuestra Luz auténtica. Pero no obstante es un proceso deliberado de vuestra
alma, es una atención consciente de vuestra mente y de vuestro cuerpo emocional
que debe reconocer y aceptar esa radiación porque, a medida que lo aceptéis lo
que sois y que aceptéis esa Fuente auténtica que sois, poco a poco las
limitaciones inherentes a vuestras vivencias pasadas, a vuestros
condicionamientos van a poder ser transgredidas, transmutadas y educadas, para
ser cada vez más libres, cada vez más serenos, y por lo tanto cada vez más
vosotros mismos, por lo tanto cada vez más en contacto con vuestra Fuente y por
lo tanto con la Fuente de los universos, con el Padre eterno y con las miríadas
de hijos de Luz que participan en su constitución pero también en vuestra
elevación, en vuestra transmutación, en vuestra transformación y vuestra
elevación final.
Debéis
aceptar lo que sois y rechazar totalmente lo que no sois ya, lo que no hay ya
lugar a ser, lo que forma vuestros condicionamientos, vuestras educaciones, lo
que forma todo lo que eráis hasta el presente. Vuestra alma y vuestra
consciencia deben integrar completamente esta nueva aspiración de Luz, esta
nueva libertad que os es insuflada un poco más cada día, que es responsable
también, para aquellos que no conocen todavía desgraciadamente esta voluntad de
transmutación de todo el conjunto del sistema solar, de estos sufrimientos, estos
desgarros interiores, estos tirones entre la voluntad del alma y al voluntad de
la personalidad que subyace en ella.
Este
movimiento de apertura del alma se acompaña de una explosión de Luz a medida
que aceptéis dejar expandirse esta Luz fuera de vosotros, a medida que esos
velos oscuros que han sido puestos se aclaren y terminen por desaparecer
totalmente. Hoy os es posible al fin, por decreto Divino, por decreto de la
Luz, por decreto de la evolución dimensional, de aceptar ser Luz. Esto
concierne absolutamente a las Fuentes y sobre todo a los juramentos que
vuestras almas han hecho, hace mucho tiempo, ascender a la Fuente después de
haber tenido la experiencia de la separación y distanciación, la experiencia de
la división, del dolor para condensar, como os he dicho, esta Luz que es lo que
sois, de forma que un día pueda dejar explotar la semilla y que la radiación
que sois inunde, trascienda y permita la transmigración planetaria total hacia
un estado dimensional donde la sombra no pueda existir.
Lo
que no quiere decir, lejos de esto, que la materia deba desaparecer sino que la
materia debe elevarse, debe trascender, debe iluminarse desde el interior para
hacerse algo más sano, algo más vibrante, más acorde con el Sol Central, con la
Fuente central de donde venís. Cualesquera que sean vuestros orígenes cósmicos,
vuestros orígenes sociales, cualesquiera que sean vuestro orígenes de vidas
pasadas, vosotros sois todos la misma Fuente auténtica. Algunos de vosotros lo
saben, otro lo ignorarán aun esta vez, a causa de un camino que habrán querido
seguir en la oscuridad con una necesidad inherente a ciertas almas de descender
a lo más profundo todavía de la materia y de la disociación para poder, en su
momento, un día explotar de Luz, irradiar esta Luz. Un día en un ciclo próximo
o en otros ciclos. Como sabéis la escala de tiempo en los espacios no es en
absoluto la misma. Estas almas tendrán también un día la experiencia de esta
transmutación, de esta transmigración planetaria.
Queridas
almas de Luz, cuantas veces estas cosas han sido enseñadas, repetidas, hace
ahora un poco más de diez años con cada vez, más lucidez, más claridad.
Nosotros no podemos desde los planos en que intervinimos, revelaros todo esto
que poco a poco porque la revelación se acompaña de la tensión vibratoria entre
las zonas oscuras y las zonas luminosas. Esta tensión vibratoria entraña
ciertamente molestias en los cuerpos, en las conciencias. Es por eso que la
revelación se hace únicamente paso a paso y aun en tiempo grandemente acelerado
a partir de lo que vivís, desde hace 50 000 años. En estas revelaciones están
los planos de Luz, un desvelamiento sucesivo de lo que sois. Como sabéis ahora,
vosotros sois la Fuente, vosotros sois el sol, vosotros sois la Tierra,
vosotros sois el Sol Central, vosotros sois el padre y la madre, sois el hijo
pródigo. Vosotros sois esa alma luminosa que contiene en ella lo posible y lo
tangible de todos los universos. Todas las parcelas de Luz existente en el
exterior de vosotros están también en vuestro interior. He aquí, queridas almas de Luz, este mensaje de
Luz que yo quería compartir con vosotros porque mi corazón se regocija
verdaderamente de estar en vuestra presencia.
Tomad
conciencia de lo que ocurre en medio de vuestro ser, en vuestro pecho, de esa
pulsación que rebota de este calor que os inunda porque es eso lo que sois: una
plegaria de amor, una Fuente Cristalina. Yo soy María, Reina de los Cielos y de
la Tierra. Yo os amo y os bendigo y os aporto toda mi Luz y os doy las gracias.
Original en
francés: http://www.autresdimensions.com
Traducción: Susana Milan.
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http://mensajes-del-espiritu-2010.blogspot.com
Traducción: Susana Milan.
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