ADVERTENCIA

Nada de lo que leas, sin importar dónde está escrito,

nada de lo que escuches, sin importar quien lo dijo,

nada debes aceptar sin previo discernimiento y tú mismo debes decidir su veracidad.

Consúltale a tu corazón que él nunca se equivoca.

Discernimiento: Criterio o capacidad de distinguir los elementos que están implicados en una cuestión, como se relacionan entre sí como se afectan los unos con los otros y como cada uno de ellos incide en el conjunto.

viernes, 1 de julio de 2005

1o. de Julio 2005 MARIA Autres Dimensions

Jean Luc Ayoun

MARIA
1 julio 2005

Yo soy María, Reina de los Cielos y de la Tierra. Vengo a vosotros, mis niños, excepcionalmente rodeada de los cuatro Vivientes. Os doy la bienvenida, amadísimas almas de Luz y de la Fuente. Vosotros que habéis vivido tantas y tantas peregrinaciones, llegados hoy a este Santo Día, no al fin de vuestro camino sino al principio de un camino iluminado de una forma nueva, rodeados de una forma nueva, Maestros de vuestra Fuente, Maestros de vosotros mismos, Maestros de lo que sois. Vengo rodeada de lo que yo he llamado los cuatro Vivientes, los cuatro Santos Tronos más próximos a Dios, lo más cercanos a vuestra Fuente única, los más cercanos de mi Fuente única, de nuestra Fuente única, de todos nosotros, las partículas vivientes que hemos entrado en las danzas de la Vida, durante eones sucesivos, en tiempos sucesivos, en momentos sucesivos, para entrar en la ronda de la encarnación y de la excarnación, en las rondas de la vida eterna, hacia más y más transparencia, luminiscencia, resplandor, belleza.
Queridos hijos, llenáis mi corazón, llenáis mi Fuente al veros así reunidos trabajar hacia vuestro propio camino, hacia vuestro propio destino de Luz. Vosotros aquí presentes sois los precursores, los iniciadores de la Luz, no nueva, sino revelada a una octava superior del “Yo Soy”, El que es. Vamos a emprender más allá de las palabras, más allá de las imágenes, un trabajo de agradecimiento a la forma de las jerarquías más altas, de tutela, de aclaración, de ensanchamiento de lo que sois.

Amadas almas de Luz, amadas almas de la Fuente que obráis con toda transparencia hacia la Luz y para la Luz, vais a penetrar hoy un santuario. Ese santuario es pura Luz sin movimiento, pura Luz sin imagen, pura Luz que es. Es suficiente simplemente estar en silencio, ponerse a la escucha de los que sois, para dejaros penetrar, no tanto por el corazón de la madre que yo soy, sino por la energía de aquellos que me sostienen en los cuatro orientes: los cuatro Vivientes. Vamos a comenzar ahora este trabajo en el recogimiento más grande, en el silencio más grande, a la escucha, la aceptación de la totalidad de la Divinidad aquí presente. El primer Viviente se instala… el segundo Viviente se presenta…el tercer Viviente se prodiga… y el cuarto Viviente se ilumina ahora.

Así, mis amados niños de Luz y de la Fuente, vosotros como portadores de las cuatro lámparas colocadas en vuestra estructura, para constituir en su centro, esta pirámide de Luz que sois y que os permitirá ascender, llegado el momento. Amadas almas de Luz, os dejo algunos instantes de vuestro tiempo para integrar totalmente la energía de los cuatro Vivientes, la presencia de los cuatro Vivientes en vosotros… que toda alma que franquee esta puerta sea bienvenida porque es el Espíritu Santo quién lo envía, que se siente entre nosotros y que recoja lo que debe recibir. Amadísimas almas de Luz, vamos ahora a contestar, si es posible a vuestras preguntas.

Pregunta: ¿cómo liberarse de bloqueos para acoger las energías Divinas?
Querida alma de Luz, en los tiempos de mis encarnaciones pasadas, hubiera hablado de oraciones. En los tiempos que vienen, yo hablaré de recogimiento, de resurgimiento en ti mismo porque los mundos espirituales que te dan miedo están en el interior de tu presencia. Conviene pues aclararte desde el interior, por un trabajo de enseñanza de la Luz, de aprendizaje consciente de tu Fuente. Cuando hayas aclarado suficientemente tu caverna, tu Fuente, percibirás que solo había sombras, polvo, cosas que por los juegos de ataduras, han permanecido en el interior aunque no tenían razón de estar. No olvides que las palabras que tanto amas: “mantén tu casa limpia porque no sabes cuándo llegará el Maestro”.

Pregunta: ¿cómo ayudar a mi hijo a transformar su camino de sufrimiento?
Querida alma de Luz, el sentido de sacrificio es un sentido que está inscrito en cada madre, que da a luz. Concebir es sacrificio pero en ningún caso este sacrificio debe conducir a asumir otros sacrificios que el de la concepción. En algunos textos sagrados, mi propio hijo ha sido capaz de decir que no era su madre para presentarme como la madre de aquél que no era mi hijo. Hay un gran milagro que no es ya un sacrificio sino que es la comprensión de la exactitud. Mientras que quieras ayudar a la que consideras como tu hija, en una filiación de naturaleza carnal, en ningún caso podrás liberarla y ayudarla, en el sentido en que tú quieres ayudarla. La ayuda no es en ningún caso un encadenamiento. La ayuda es una liberación, la ayuda es algo que libera. Mientras que es trabajo que imagináis que es de pura Luz, en cualquier relación de ayuda a otro, no lleva esos frutos no es entonces un trabajo de Luz sino un trabajo de atadura y no de liberación. Es necesario, querida alma de Luz, que llegues al espacio de un instante, a imaginar que tú ayudas a esta persona como un alma que no está ligada a ti porque ello no está al nivel conciencia en el que tú entras. Vosotras no estáis ligadas más que a una sola cosa que es vuestra Fuente que, en sí misma está ligada a lo que nosotros llamamos el Padre. He dicho.

Pregunta: ¿cómo ayudar a los niños a iluminarse?
Querida alma de Luz, volvemos a caer en la misma problemática  de las cadenas. ¿Quién ha puesto las cadenas? ¿Quién mantiene las cadenas? ¿Quién tiene miedo por su descendencia, por su prole? ¿Quién rehusa dejar la libertad? ¿Quién rehusa dejar expresarse a la totalidad de los niños que hemos traído al mundo, todos, unos y otros. Qué es lo que hace que permanezcamos atados, encadenados a esos lazos que no tienen ya razón de ser en la quinta dimensión que viene. La filiación no es en ningún sentido un encadenamiento y el encadenamiento no está siempre para lo que uno cree. Estos son nuestros propios límites, nuestros propios miedos, nuestras propias incapacidades de liberar lo que está en nosotros, que no liberamos en nosotros mismo.

Ciertamente, con una visión próxima, podríamos decir que esto entrañaría consecuencias nefastas pero con una visión un poco más amplia, un poco más cariñosa, comprenderíamos que lo que nosotros mantenemos es una cadena (y no un factor de seguridad y no un factor de ensanchamiento del ser), un factor de limitación que puede en ciertos casos hacer marchitarse lo que todavía no ha eclosionado. No hay miedos ni prejuicios que tener sobre lo que vendrá incluso si una etapa previa puede parecer como desestabilizante, desestructurante. No olvidemos nunca la metamorfosis. Lo que está en una forma debe quizá destruirse para renacer en otra forma. Lo que aparece como una prueba un día, aparece como una liberación un tiempo más tarde. Hay siempre un momento en que hace falta ser capaz de relajar totalmente para que la mariposa vuele. He dicho.

No hay más cadenas, no hay más ataduras que aquellas que vosotros habéis imaginado desde la eternidad. No hay liberación que lo que vosotros imagináis en vuestro presente que os permitirá tener un futuro y un presente próximo, totalmente libres de todas las cadenas. No hay más que las ataduras que vosotros queráis poneros. No hay más ataduras que las cadenas que corresponden a los pasos no iluminados que son ciertos aspectos de las manifestaciones de vuestra alma. Y entonces, no puede haber otro mensaje que aquél que consiste en deciros: portadores de la cuatro lámparas, de los cuatro Vivientes, os queda construir la pirámide, alcanzar la cumbre. Para esto, debéis a cada minuto que anima vuestra vida, cada minuto de vuestra encarnación, actuar en estado de resonancia, en estado de exactitud y de sincronicidad, en absoluto en relación a vuestra educación, no en relación a las reglas de conducta pasadas sino en relación a la precisión de la vibración que os recorre. Es muy fácil en efecto, sentir la precisión de una acción, la exactitud de una palabra, de un nombre, de un comportamiento, de una apertura de conciencia, en función de la resonancia de alineamiento con vuestra Fuente. He dicho. Os amo, os bendigo. Yo soy María, Reina de los Cielos y de la Tierra.