ADVERTENCIA

Nada de lo que leas, sin importar dónde está escrito,

nada de lo que escuches, sin importar quien lo dijo,

nada debes aceptar sin previo discernimiento y tú mismo debes decidir su veracidad.

Consúltale a tu corazón que él nunca se equivoca.

Discernimiento: Criterio o capacidad de distinguir los elementos que están implicados en una cuestión, como se relacionan entre sí como se afectan los unos con los otros y como cada uno de ellos incide en el conjunto.

jueves, 19 de abril de 2007

19 de Abril 2007 MARIA

Jean Luc Ayoun
MARIA
19 abril 2007

Yo soy MARIA, Reina de los Cielos y de la Tierra. Bienvenida a ustedes, queridos hijos. Ustedes me ven alegre de estar entre ustedes, de aportarles mi bendición y de darles un cierto número de elementos que están relacionados, yo diría, con mi efusión de energía, mi divina presencia asociada a la divina presencia de Jesús pero también del arcángel Miguel que vienen a unirse no a lo que voy a decirles sino que vienen a unirse para la efusión de energía que se produce en este momento mismo sobre vuestro planeta y que está ligada a un cierto número de elementos de los cuales quiero conversarles. Pero, en primer lugar, queridos hijos, paz a todos, paz a vuestro corazón, paz a vuestra alma y a vuestra Luz.
Es extremadamente importante comprender que, desde numerosos siglos, yo he intervenido muchas veces para informar a la humanidad encarnada de un cierto número de cosas que debían ocurrir en un período que corresponde al que está ahora delante de ustedes. Después de una larga preparación, el conjunto de este planeta y de sus habitantes, después de una larga maduración, deben vivir un fenómeno bastante particular. Este fenómeno bastante particular ha sido, numerosas veces, descrito, hace un cierto tiempo, pero en tiempos más recientes también. Esta transformación, este proceso llamado “elevación” corresponde a las nuevas maneras de ver las cosas, a nuevas maneras de vivir las cosas, a nuevas maneras de funcionar que deben pronto ser y volverse vuestra realidad.
Queridos hijos, es extremadamente importante comprender que todo lo que es lo antiguo en ustedes debe dejar lugar a lo nuevo. Es importante no resistir a los esquemas de apego, a los esquemas de miedo, a los esquemas de juicio que son erróneos. Hay que hacer la limpieza al interior de ustedes, hay que dejar el lugar vacío y limpio para el que viene hacia ustedes ahora. Desde luego mi divino hijo es la encarnación de lo que viene hacia ustedes pero, más allá de su propia persona, más allá de su propia Luz, conviene hoy acoger esa radiación de Luz que está ahí no para asustarlos, que está ahí no para atemorizarlos, pero sí para ayudarlos en este camino de elevación. Es importante comprender, queridos hijos, que ningún otro más que ustedes harán la elección puesto que de toda eternidad ustedes tienen la elección y todavía hoy, queridos hijos, tienen la elección. Pero las elecciones ya se hicieron, las elecciones han sido ya decididas dentro de vuestra alma, no queda más que actualizar esto dentro de vuestra encarnación. Queridos hijos, cada ser humano ha sido libre delante de su elección e irá ahí donde debe ir, ahí donde su corazón lo empuja, ahí donde sus miedos lo empujan. Entre el corazón y los miedos hay poco espacio y sin embargo mundos de diferencias a nivel del funcionamiento del alma, de la encarnación y del planeta.
Queridos hijos, amaría decirles, y yo repito, que no sirve de nada dejar vivir lo viejo, conviene dejar vivir lo viejo para los que han hecho la elección de proseguir la experiencia de encarnación en esta tercera dimensión, pero, para los que habrían elegido proseguir la peregrinación de su alma más allá de los mundos de la ilusión, más allá de los mundos de la separación en los cuales ustedes están, convendrá abandonar vuestros miedos, soltar prenda de vuestros esquemas antiguos con el fin de acoger lo nuevo. No podrán acoger lo nuevo si están apegados a lo viejo y no podrán ser renovados si quedan en lo viejo incluso si la elección ha sido hecha de eso “nuevo”.
Es importante comprender, queridos hijos, en lo que concierne la elevación: el miedo rebaja, el corazón eleva. Es importante comprender eso como un mecanismo celestial participativo de la vida y participativo de la evolución. Les corresponde, yo diría, ser lúcidos sobre vuestros miedos y ser todavía más lúcidos sobre vuestros apegos que arriesgan frenarlos, disminuirlos o impedirles ir ahí donde vuestras elecciones de almas los han llevado. Entonces, queridos hijos, mi corazón de madre les pide insistentemente orar para ser liberados de los pesos del pasado, pedir la ayuda de la Luz antes de que esta esté presente en vuestra dimensión, totalmente, para ser liberados de los condicionamientos, para ser liberados de los apegos, liberados de todos los lazos que se oponen a vuestra libertad. Crean bien que todo lo que ustedes han llamado hasta el presente “seguridad” (sea eso una seguridad de orden material, una seguridad de orden afectivo, una seguridad de orden social) no tiene más lugar de ser en lo que viene hacia ustedes. Hay que ser como los niños: avanzar desnudos y libres para acoger la nueva dimensión que llega hacia ustedes y para poder evolucionarla en toda serenidad. En esos esquemas de funcionamiento del pasado, incluyo desde luego vuestras enfermedades, vuestros sufrimientos, lo que han llamado vuestros karmas.
Es importante abordar eso nuevo con un ojo nuevo, con un corazón ligero, con un alma liberada de los pesos de la materia, conviene también quedar perfectamente alineados y centrados de manera de poder integrar totalmente esas energías de Luz de elevación que vienen hacia ustedes, con el fin de poder asumir libremente vuestras elecciones libremente consentidas. No es todo haber elegido, es también importante conformarse a sus propias elecciones con el fin de estar en acuerdo con lo que vuestra alma ha decidido experimentar en los tiempos que vienen.
Queridos hijos, mi corazón de madre viene hacia ustedes para aportarles mi bendición, para aportarles mi amor de madre, desde luego, pero también para hacer de modo que estén vigilantes, que se tengan lo más cerca posible de vuestro corazón, lo más cerca posible de vuestra interioridad con el fin de que no sean más desestabilizados por los acontecimientos que podrían, en algunos casos, serles perjudiciales y que no tienen sin embargo, ninguna importancia con respecto a la Luz que llega. Dicho de otra manera, queridos hijos, permanezcan en vuestro corazón, permanezcan orientados hacia la Luz auténtica, permanezcan orientados hacia vuestras elecciones, permanezcan orientados hacia vuestro ser interior. No se pongan sombríos de lo que podrán decirles del exterior, no hagan sombra de la Luz que llega, no hagan marcas o afectos, por los acontecimientos que llegan puesto que ellos son solo la ilustración de las resistencias, no del planeta, sino de la mayor parte de los seres humanos en encarnación, que han elegido proseguir el camino en la encarnación, en el sufrimiento y la separación. Ustedes no deben ver esto como sufrimientos, no deben ver esto como castigos sino como las elecciones libremente asumidas, libremente consentidas.
Cada alma vivirá lo que ella ha decidido vivir, queridos hijos, ninguna alma podrá estar fuera de su lugar, fuera de sus elecciones, fuera de su libertad auténtica. Entonces, tengan cuidado de no juzgar, tengan cuidado también de compartir más allá de lo deseable, lo que correría peligro de acarrearles lazos suplementarios, de los lazos que ustedes buscan justamente superar. Queridos hijos les pertenece estar en vuestra autenticidad, les pertenece estar en vuestra unidad, les pertenece estar en acuerdo con mi divino hijo.
La espada de Miguel se alza ahora en vuestros cielos con el fin de permitir la separación del buen grano y del grano que no ha llegado a término, hay en efecto un grano que está listo para ser recolectado y otro grano que debe ser replantado en tierra, eso es la lógica de la vida, eso es la lógica de cada proceso de elevación que sobreviene en toda vida sobre todo planeta en todos los sistemas solares. Estén seguras, queridas almas, que durante esos períodos ustedes no estarán solos, estarán acompañados de una parte por la presencia mística de mi divino hijo, por mi divina presencia mística y por la presencia mística del Arcángel Miguel, gran supervisor de los acontecimientos, pero estarán también acompañados de procesos completamente inéditos para ustedes. Tengan cuidado de no ser sorprendidos por esas cosas nuevas y sin embargo tan esperadas que se manifestarán en vuestros cielos. Una cosa es pensar algo, otra cosa ver este otro algo, las cosas son profundamente diferentes entre el pensamiento y la visión, entre la emoción y el pensamiento. Así cantidad de cosas que llegan hacia ustedes, totalmente nuevas, si ustedes no las acogen con un corazón de niño desprovisto de todo prejuicio, desprovisto de todo juicio y de todo condicionamiento, no podrán afrontar, yo diría, ese choque cultural que representa la intervención de numerosas fuerzas desconocidas. Les corresponde, queridos hijos, velar, purificarse, aprender totalmente el desapego con respecto a vuestros modos de funcionamiento antiguos. Cuando mi divino hijo marchó entre ustedes, les pedía a sus discípulos seguirlo. Hoy, ¿están listos realmente para seguir vuestra alma, están realmente listos para perder todo para ganar vuestro cielo, vuestra elevación? O todavía son tomados desprevenidos en vuestros apegos antiguos, en vuestros miedos antiguos, en vuestras resistencias para dejar lo que debe serlo. Háganse la pregunta a cada minuto que hace vuestra vida puesto que es la única pregunta que vale la pena hacerse. No basta plantearse actos mentales, de decir “yo quiero elevarme”, no basta quererlo, hay también que aceptarlo y eso no es la misma cosa. El querer se refiere a la voluntad, se refiere al ego. La aceptación se refiere al soltar presa, se refiere a todas las tensiones inherentes a vuestra vida en encarnación desde miles de años. Están listos para volver a los mundos donde la sombra no existe, donde el juicio no existe, donde la separatividad no existe, donde el apego no puede existir para sea quien sea. O todavía prefieren proseguir los largos periplos y combates de la sombra y la Luz puesto que vuestra alma no está suficientemente afirmada para ascender en eso.
Crean bien, queridos hijos, que nunca permitiría juzgar un alma en función de sus elecciones, amo con un corazón igual a todos los hijos de la Tierra. Yo acompañaría desde tiempos inmemoriales los que decidieron recomenzar la experiencia de la encarnación en un número de ciclos totalmente indefinido. Es importante comprender también que mi corazón de madre, desde luego, preferiría que ustedes se unan a los dominios etéreos del Espíritu, los dominios luminosos donde la sombra no existe con el fin de perfeccionar y de proseguir vuestra evolución, con el fin de perfeccionar y de proseguir de otro modo vuestros caminos de vida. He aquí, queridos hijos, lo que tenía para liberarles pero si ustedes lo quieren bien, esta noche, yo me permitiré también guiar vuestros pasos espirituales en el supuesto que hagan el pedido. Mi corazón de madre se abre a ustedes, con el fin de recoger vuestras interrogaciones. Sean bendecidos. Yo los escucho.

Pregunta: ¿Cómo conciliar camino espiritual y vida cotidiana?
Querido hijo, sería tiempo quizá que admitas, dentro de tu alma, en el interior de tu corazón, que no hay dos caminos separados, de un lado un camino material hecho de vicisitudes de la vida cotidiana y del otro lado un camino espiritual ya que, si hay dos caminos, hay pues dos rutas y esas dos rutas no están superpuestas más que para hacer una. Eso forma parte, querido amigo, de las decisiones y de las elecciones que están para hacer lo más rápido posible. No puede haber camino espiritual de un lado (que estaría de acuerdo) y camino material (que ignoraría el camino espiritual) y recíprocamente. Los dos caminos deben superponerse totalmente. ¿Qué harías, querido hijo, si hoy mi hijo viniera a ti y te diría “sígueme”? ¿Qué harías? Hazte la pregunta en tu interior. ¿Estás listo para seguirlo? Entonces yo no puedo responder a tu pregunta de otro modo que por esa otra pregunta.

Pregunta: ¿Cómo desprenderse de todas las cóleras escondidas?
Querida hija, quien dice cólera dice resentimiento, quien dice cólera dice impresión de haber sido burlada, de haber sido engañada o humillada. ¿Qué son esos sentimientos con respecto a la Luz del alma? ¿Quién se subleva con respecto a esta humillación? ¿Quién quiere estar en cólera? ¿Es el alma o son los restos del orgullo de la personalidad? ¿Quién está en cólera? ¿Es tu corazón o es otra cosa? Querida hija, yo te ordeno hacerte la pregunta seriamente. ¿Por qué querer identificarse a lo que no eres? ¿Por qué querer identificarse a ese resentimiento? ¿Por qué querer identificarse a esta humillación? ¿Por qué, incluso, querer identificarse a esta cólera? Existe, ahí, un proceso de identificación que es también forma de apego, que impide la liberación.

Pregunta: ¿Para la invocación de los serafines hay una oración particular?
Querido hijo, existe desde luego oraciones específicas para cada ocasión, para cada intención, para cada entidad, para cada Luz, entonces, desde luego, está completamente permitido entrar en comunicación con un serafín, con no importa qué jerarquía, angélica u otra. Pero ¿crees que estemos todavía en tiempos de rituales como hace ya tanto y tanto tiempo? ¿Crees que hace falta inscribir a través de palabras precisas, planificar en sucesiones precisas, en lenguas precisas para obtener ese contacto, o al contrario basta abordar eso como con un corazón puro e inocente para obtener ese contacto tan deseado? Eso era válido en el viejo tiempo donde el respeto de la forma y de la formulación parecía esencial pero hoy la Luz les está prometida y no le importa en nada los rituales. Ella pide simplemente un corazón puro, un corazón unificado para llegar a ese resultado. Entonces, querido hijo, dirígete simplemente a los serafines y ellos te responderán. ¿Por qué querer, aunque las barreras estén disolviéndose, pasar por procesos arcaicos y necesariamente poniendo en juego la sombra y la Luz, una vez más la oposición, para acceder a eso? Luego hazte la verdadera pregunta fundamental, querido hijo: ¿cuál es el interés de contactar la energía de los serafines o los serafines mismos? ¿Es una voluntad de poder? ¿Es una curiosidad o eso va a servir realmente a tu camino? Conviene hacerse las buenas preguntas, querido hijo.

Pregunta: ¿Es verdad que hay horas planetarias para comunicar con los representantes de la jerarquía?
Eso es completamente justo, querido hijo, en los protocolos de la tercera dimensión. Eso no tiene ningún lugar en lo que viene, pero ninguno más, porque ustedes entran en los mundos de la Luz pura y porque en esos mundos de Luz pura no hay necesidad de protocolo, no hay necesidad de hora puesto que el tiempo no existe más. ¿Entonces qué buscan para conversar? ¿Cuáles son las Luces que ustedes quieren despertar o las que quieren dormir? Ahí donde se lleva vuestra mirada se lleva vuestro camino, ahí donde se llevan vuestras intenciones se descubren vuestras Luces. Querido hijo, eso se llama los condicionamientos, eso se llama los apegos y nada más. El camino de los antiguos era válido durante un cierto tiempo que eran los tiempos antiguos pero ustedes están en los tiempos nuevos, incluso si forman parte todavía de esta tercera dimensión. Recuerden las palabras de mi divino hijo: “mi reino no es de este mundo, ustedes están sobre esta Tierra pero no son de esta Tierra”. Entonces, en eso debe resonar el llamado a la libertad y no el llamado a las cadenas. Corresponde hoy más que nunca superar los marcos de la religión, superar los marcos de las enseñanzas del pasado y de volverse con un ojo nuevo hacia las enseñanzas del futuro, de quedar firme y alineado en sí, ya que la única certeza es el sí no las leyes del pasado. Hay, a través de esa necesidad, a nivel espiritual, de unirse a las oraciones o a los rituales precisos, una forma de apego que está para trascender no porque ella sea nefasta en sí misma pero ella participa en el juego de la sombra y de la Luz, es decir al juego del apego. La excusa que consistiría en decir: “nosotros estamos todavía en la tercera dimensión” es un error magistral que muestra y que demuestra las formas de apego a los condicionamientos. Conviene dar prueba de novedad, de libertad de desapego y de volverse verdaderamente como un niño, libre de todos los prejuicios, libre de todos los condicionamientos, libres de todos los karmas. Y no es mirando los condicionamientos, no es mirando los karmas, no es mirando los prejuicios que uno se libera de ellos. Muy por el contrario. Podrán pasar tres veces más de vuestro tiempo en encarnación para intentar resolver los engranajes de esta tercera dimensión que ustedes no llegarán de ningún modo a la meta puesto que es un juego sin fin. Entonces, lo que les propongo, queridos hijos, y lo que les propone la Luz que viene hacia ustedes es el fin del juego para acceder a algo mucho más grande. ¿Están listos?
                                        
Pregunta: ¿Qué ocurre con esos canales que están en contacto, en canalización, con los fallecidos?
Eso pertenece a cada médium de manera diferente: para algunos ese es su camino, para otros eso es ganarse el pan.

Pregunta: ¿Cómo identificar su ángel guardián?
¿Cuál es el interés, querido hijo, de identificar tu ángel guardián si éste no se ha revelado él mismo a ti?

Pregunta: ¿La curiosidad?
Entonces no hay respuesta que dar.

Pregunta: ¿Un solo ángel guardián está dedicado a una persona?
Es también, querido hijo, para cada caso diferente.

Pregunta: ¿Cuando se apela a vuestra energía es justo usted que se manifiesta?
Querida hija, la pregunta es ambigua. Apelar a la energía de la madre no es necesariamente la presencia de la madre. Apelar a la energía de tal o cual canal no es necesariamente ese canal y sin embargo la energía se manifiesta. ¿Está, sin embargo, la presencia ahí? Yo creo, querida hija, que hay que comprender bien, hoy, que en estos tiempos reducidos, mi rol no es tanto venir cuando se me llama para curar, mi rol es un rol de transmutación del conjunto del planeta, mi rol es un rol del  advierte, del que viene a decir, sobre todo para preparar lo que viene y no tanto para suprimir algunos trastornos a nivel de las personas. Eso, en efecto, es hecho, cuando mi presencia acompaña algunas almas de manera privilegiada, yo diría. Pero eso es definido anteriormente a la encarnación, eso no tiene nada que ver, querida hija, con un proceso terapéutico que está más relacionado con el mantenimiento de la tercera dimensión. Lo que no quiere decir que la energía no pueda estar presente pero hay que diferenciar bien la energía y la presencia. Se pueden beneficiar de la energía del Cristo sin que mi divino hijo esté presente. Se trata de dos niveles de interacción extremadamente diferentes. De la misma manera ustedes pueden llamar la energía del sol, no es por eso que el sol estará en la pieza.

Pregunta: ¿Es justo enviar gente a orar en una iglesia?
Eso no es ni justo, querida hija, ni injusto, eso no es ni necesario, ni indispensable, ni deseable, eso pertenece a la libertad de cada uno. Es tu libertad para ti también de decirles de ir efectivamente a orar en ese lugar. La libertad, para ellos, consiste en aceptar o rechazar, la libertad, para ellos, consiste en recogerse, orar, en recibir mi energía, mi presencia si mi libertad, para mí, me lo permite. Entonces no busquen establecer reglas tan formales, no busquen saber si eso es justo o no. A la Luz auténtica que llega hacia ustedes no le importa, una vez más, esos rituales. Entonces, efectivamente, algunos lugares están cargados de oraciones de otros, de pedidos y súplicas de otros pero también, a veces, de mi presencia real y concreta. Lo importante no es tanto que esta persona venga a encontrarme en ese lugar, lo importante es que ella tiene la intención de encontrarme ya que la intención es necesariamente percibida a partir del momento donde la intención viene del corazón. En ese momento el lugar importa poco.

Pregunta: ¿Vale más que los terapeutas cambien de profesión?
Yo no hablo de profesión. Yo les hablo de Luz y ustedes me hablan de profesión. Creo, querida hija, que fundamentalmente debes hacerte la pregunta de lo que quieres hacer de tu camino. La Luz no es una profesión, la Luz no es una vocación, la Luz es un estado de ser. Es lo que se les propone hoy. Quieren entrar en el ser o quieren entrar en la vía. La elección es mucho más fundamental que responder a la pregunta “quieren ustedes cambiar de profesión”. El problema no está de ningún modo identificado a ese nivel.

Pregunta: Florencia pregunta cómo hacer con las mujeres que no pueden tener hijos.
Pero querida hija, cada caso es diferente, cada alma es diferente con respecto a ese problema. Cómo se puede imaginar que haya una respuesta que sea universal. Eso es imposible.

Pregunta: Florencia pregunta si en las conmociones que vienen…
Pero yo nunca he hablado de conmociones, yo he hablado de elevación. La conmoción significa algo que conmociona, algo que no hace bien, yo solo he hablado de elevación.

Pregunta: ¿Qué ocurre entonces con los humanos descendientes de un padre y de una madre biológicos?
Los niños, en vuestro mundo, son descendientes de un padre y de una madre biológicos. Ese no es siempre el caso. Las reglas que ustedes conocen en este mundo no son aplicables en todos los mundos. Existen múltiples vías para la creación. Eso puede ir de la generación espontánea, pasando por la partenogénesis, pasando por la auto-creación y múltiples otras vías son posibles. Entonces no me corresponde decirles lo que se volverán los niños porque los niños existirán siempre.

Pregunta: ¿Se tiene a veces la impresión de que la Luz no viene hacia nosotros?
Querido hijo, es una Luz que viene del interior. Ustedes son la Luz del mundo. Cada alma en encarnación es la Luz del mundo. Cada alma es una parcela de la Luz eterna. Cada alma es la totalidad de la eternidad, y, al mismo tiempo, una parcela de esta eternidad. Entonces, la Luz es del interior. El proceso de elevación que sobreviene es un proceso que va a ponerlos frente a vuestra propia Luz. Y o vuestro grado de depuración, de desapego, de maestría, de abandono también va a permitirles aceptar vuestra Luz y, en otros casos, rechazarla puesto que ella no corresponde a la realidad de lo que ustedes han edificado en esta encarnación. No hay nunca, o nunca jamás, Luz exterior a ustedes. Toda Luz que identifican al exterior está presente también al interior. En resumen no podrían reconocer el Cristo si ustedes mismos no son el Cristo. No pueden reconocer la Luz de un Santo si no tienen ese Santo al interior de ustedes. Lo que significa, querido hijo, que no hay en absoluto Luz exterior, que todo lo que existe al exterior es la proyección de vuestro deseo, de vuestra libertad inalienable de haber creado, al exterior de ustedes, ese mundo. Pero ustedes son ese mundo, ustedes son la causa y la consecuencia de ese mundo. Ese mundo, en ciertas tradiciones, es una ilusión. Es una ilusión porque es un sueño que ustedes han manifestado y que conviene, un día que ha llegado, para los que lo desean, olvidar, enriquecidos de la experiencia del sueño pero olvidar con el fin de no dejarse perturbar más que lo necesario. En ese sentido no hay Luz exterior. Si algo da la impresión de llegar del exterior es que ya está presente en sí. Puesto que cómo podría reconocerse lo que no existe ya en sí. Entonces algunos elementos, en esta elevación, serán efectivamente conmovedores en el sentido que van a reconectarlos a algo que han olvidado desde muy mucho tiempo como, por ejemplo, que ustedes no estaban solos en el universo, como por ejemplo que los muertos no están muertos. Todo eso ustedes lo han olvidado para hundirse cada vez más en el sueño de la ilusión. Todo eso ustedes lo han enterrado a través de los miedos, a través de los roles, a través de los condicionamientos pero sin embargo eso ha estado siempre allí.

He aquí, queridos hijos, lo que tenía para liberarles esta noche pero no olviden que la Luz es todo lo que hace el mundo, los mundos. Sin Luz no podría haber comprensión y vivencia de la Luz. Así vuestro sacrificio de encarnación para algunos de ustedes, muy ancianos, ha permitido a la Luz agrandarse en el conjunto de los universos. Entonces, antes de dejarlos, quisiera aportarles la bendición de madre y sobre todo esta Luz que deben elegir, que deben hacer vuestra, puesto que es vuestra herencia y es a la vez lo que ustedes son y que a veces olvidan. Sean bendecidos, queridos hijos.
www.autresdimensions.com
Traducción: Amparo Iribas