Jean Luc Ayoun
SILO
2 de Noviembre de 2007
Hermanos y Hermanas reciban la Paz del Cristo. Yo
soy SILO. Quiero hablar esta noche de vuestro cuerpo, de la estructura que
permite y hace posible la evolución en encarnación. El cuerpo físico que ha
sido llamado el templo. Este templo físico del que ustedes se han servido desde
vuestra llegada, y en otras ocasiones, para llegar a trucar la Verdad de la
Luz. Este cuerpo es el templo de vuestra alma, el templo de vuestro Espíritu y
el templo de la Divinidad. De este lado del espejo donde ustedes viven, es importante
entender que, salvo circunstancias excepcionales en que vuestra
conciencia sale del cuerpo y vive ciertas experiencias, las más trascendente
que tienen que vivir se hacen a través del cuerpo. El cuerpo físico que los
anima es un cuerpo de perfección. Es bastante lógico creer que, es algo que
ustedes han construido por el mecanismo de la encarnación, lo cual es falso.
Este templo que es vuestro cuerpo hoy, es un arquetipo, así como otros
arquetipos. Él se compone de una serie de cosas. Cada una de las cuales,
que lo constituyen no son más que el reflejo de una realidad
trascendente. Así, cada órgano, cada parte de este cuerpo fue creado bajo la
influencia de espíritus Angélicos muy elevados para satisfacer, para responder
en vuestra humanidad, así como también a otras humanidades en sus necesidades
de evolución. Algunas parcelas son útiles a vuestra evolución, otras no lo son
por el momento y no se han desarrollado, sin embargo están presentes. Algunas
estructuras de este cuerpo tienen una disposición, a ninguna otro igual.
Este cuerpo físico les sirve para múltiples
funciones, como también sirve para evolucionar espiritualmente. Es el marcador
inevitable de vuestra encarnación, sostenida por un modelo de origen
Divino. La visión que tiene vuestra sociedad occidental de este 21avo. siglo,
es puramente mecánica, química, fisiológica y físico-patológica. La realidad es
muy diferente. El cuerpo humano es el templo del alma, es el templo del
Espíritu Santo, es el templo de la Divinidad. Él expresa en todas
sus partes la perfección de juego Divino. Él expresa en todas sus parcelas una
disposición perfecta, siendo ésta, el reflejo de otra disposición perfecta en
otros planos, conectados con los principios Angélicos creadores, que
prefiguraron vuestro cuerpo físico. En resumen, no es la encarnación que crea
el cuerpo, no es la voluntad del alma que creó el cuerpo, sino un alma en un
proceso encarnado que encuentra un modelo y un molde de ciertas verdades
fundamentales. Comprendan bien que vuestra visión en Occidente a través de su fisiología,
su funcionamiento, es sólo un pálido reflejo de la realidad. Debe concebirse a
cada parte del cuerpo, como portador en sí mismo de la Vibración Divina, mucho
antes de que vuestra alma, lo invistiera. Por supuesto, el alma en encarnación
va a imprimir, a moldear e impactar a su conveniencia esta perfección Divina en
cada una de sus parcelas.
Idealmente, sin alma, bajo la influencia Divina, el
cuerpo humano, como todo cuerpo de manifestación es totalmente
incorruptible. Es el filtro del alma y del Espíritu lo que hace que
envejezcan y mueran. Si, una sola una parcela de la Luz Divina penetrara
vuestro cuerpo en totalidad, éste, se volvería incorruptible, que será
ciertamente el caso, para los cuerpos que habitaran en la nueva Dimensión. Es
así, que cada órgano es portador de una Vibración Divina, independientemente de
la función material. No obstante, hay que admitir que este cuerpo que habitan
es un tapón de manifestación, que ilustra perfectamente el acuerdo o los
desacuerdos existentes entre el alma que lo habita y los arquetipos que lo han
sustentado. Es posible, por la influencia de los gestos, que han llamado en
Oriente el Yoga, de recuperar una espiritualidad del cuerpo. El cuerpo es un
instrumento, que antes de pertenecerles, ilustra la perfección Divina y un
cierto número de virtudes Divinas. Por lo tanto, el filtro del alma, de la
personalidad que habita este cuerpo, dará a veces lugar a la aparición de una
enfermedad. Esta enfermedad es la constatación del desequilibrio entre la
perfección Divina (ilustrado por la perfección del órgano o de la zona),
entrando en conflicto, entre la voluntad del alma, o la voluntad de la
personalidad, en violación de la perfección Divina de la zona afectada.
Vuestro mundo occidental, ha querido separar el cuerpo
de otras funciones humanas, pero sobre todo, ha querido, no responsabilizarlos
, diciendo que han atrapado alguna cosa. Ustedes atrapan virus, atrapan
enfermedades, que llegan desde fuera a invadirlos; lo que es falso. Cada
parcela de este cuerpo está directamente relacionada con el mundo de los
arquetipos. La corruptibilidad de este cuerpo, se relaciona solo, con factores
específicos del alma y la personalidad. Por lo tanto, tienen una total
responsabilidad del cuerpo, que les es delegado. Lo que, él expresa, a
cualquier nivel que sea, no es más que el aspecto tangible de un desequilibrio
entre la perfección Divina, y la perfección alterada de la personalidad o del
alma. El cuerpo, en este contexto, es un mensajero, pero el mensaje no es tanto
encontrar lo que ustedes llaman la causa del desequilibrio, precitado, en
un lugar determinado. Eso es posible, evidentemente, hasta los diferentes
niveles de causalidad, según el propio campo de coherencia o de
conciencia que ustedes adopten. Pero el objetivo, no está por lo tanto ahí. El
objetivo es buscar la Luz, reconectar, no el órgano enfermo (que por supuesto
señala el desequilibrio, y repito, no les pertenece y no es necesario juzgarse
culpable, o juzgar culpable a un virus externo), sino de apoyarse en el
desequilibrio instalado, para pasar a otra Dimensión, a otro campo de la
coherencia, diría yo. Al haberse alterado el principio de causalidad, la
curación corresponde a éste mismo principio. En esto se debe buscar el reino de
los cielos, buscar la Fuente de Luz que será capaz de venir a reconectar,
propiamente o en sentido figurado, el área enferma, y reconectarla a su Fuente
Primera.
Hay un área muy importante de la que ha hablado MA,
que es el corazón; sobre lo que ella, seguramente volverá. Quería por mi parte,
que entiendan el alcance de esta visión, en tanto que cuerpo de sacralidad,
como cuerpo de causalidad. No le pertenece a ustedes, incluso si es vuestro, ya
que no es vuestra alma que ha dado forma a este cuerpo, ni fueron vuestros
padres que le dieron forma, sino los principios situados en lo más alto de la
voluntad Divina, que han puesto en escena la corporeidad. Ya que la creación
del cuerpo, se trata de una puesta en escena, una puesta en juego, una puesta
en relación. Este cuerpo está mostrando el desarrollo de vuestra vida y de toda
la vida en esta encarnación. Este cuerpo se desgasta, este cuerpo que envejece,
que tiene tendencia a expresar y decir su sufrimiento no está ahí para castigar
o impedir vuestra plena expansión, sino por el contrario, ser el medio de
vuestra plena expansión. Este cuerpo debe ser como una herramienta para
utilizar en vuestra ascensión espiritual, de uso en vuestra revelación
espiritual y no una herramienta para la enfermedad. Aunque es muy tentador
querer buscar la correspondencia entre una zona del cuerpo y una función
psicológica o por lo menos un psiquismo causal. Eso existe, sin embargo,
los lleva a un nivel de entendimiento, extremadamente limitado. Ciertamente,
menos limitada que la visión mecánica, sin embargo casi mecánica.
Un sufrimiento, en definitiva está ahí, para llamar
a la Luz realmente sanadora, al Amor, y la Luz vivificante. No puede haber
auténtica curación sin encontrar la esencia del Corazón, que es la Alegría
interior. En la Alegría del corazón se encuentra Cristo y la
incorruptibilidad de la carne. Es esencial, a través de mi discurso, tener la
posibilidad de ver la Verdad de esta realidad, si bien, es gratificante
tener la visión causal de la enfermedad, tanto en el plano químico, como
el sutil. En otras palabras, vuestro cuerpo sólo necesita una cosa: el Amor. En
otras palabras, vuestro cuerpo sólo necesita una cosa: encontrar la Fuente, que
es suya. Ustedes solo son habitantes de este cuerpo, que les
ha sido prestado, idéntico a todos los demás cuerpos de este planeta, desde
vuestra primera respiración, este cuerpo lleva las huellas de lo que son
y las experiencias vividas a lo largo de vuestra vida. Toda experiencia, feliz
o infeliz, se imprime, y se registra en alguna parte del cuerpo. La única
manera de des-imprimirlas, y hay una sola; lleva por nombre la Gracia de la Luz
y del Amor. Como decía, es agradable no sufrir por otros medios (y es válido en
el sentido humano), de suprimir un dolor, cualquiera sea. Pero este consuelo
del dolor, ya sea por la vía química, que sutil, no es la curación, no puede
ser la curación. No es más que un alivio. La curación sobreviene a partir del
momento en que buscan el reino de los Cielos en prioridad, en que el
funcionamiento de vuestras emociones, de vuestro mental, se vuelven hacia la
Fuente permitiendo a esta Fuente, abrevadero primordial de vuestro cuerpo. La
única curación posible es del orden de la Luz. Todo lo demás, les recuerdo;
sólo es consuelo en su sentido más original.
Sería atractivo que yo les entregue, para cada una
de las partes del cuerpo, cual es la alta Entidad espiritual que ha
generado esta perfección. Sin embargo, eso sería aportar una capa de
conocimiento (ciertamente, menos en la Sombra, que el conocimiento de la
química o sutil), lo que no sería la verdadera curación, excepto quizás por un
órgano, que es el corazón. Para eso dejaré a la Divina Gracia intervenir
en otro momento (nota: MA ANANDA MOYI). Ahora, si tienen alguna pregunta acerca
de lo que acabo de decir, voy a tratar de responderlas.
Pregunta: ¿Qué pasa con la cirugía que trata de
reparar una deformación que creó el dolor?
Hay casos en que la cirugía y la química, que pongo
al mismo nivel, es necesario y obligatorio, ya que no tienen el nivel
suficiente de conciencia, cuando un brazo o un hueso se rompe, de repararlo por
Vibración o Luz, como pueden realizarlo algunas tribus. Ustedes han perdido
esta Gracia. Es obvio que es mejor en estos casos, actuar por la cirugía o la
química que dejar que se pudra un miembro. Evidentemente.
Pregunta: ¿Los eventos traumáticos, sirven ellos
para restaurar la Divinidad?
Un traumatismo, sea el que sea, viene desde el
Interior. Si un camión los aplasta, eso viene de una anomalía interior que
permitió que ese camión los aplastara. No hay lugar para el azar en las
enfermedades de ningún tipo. No hay lugar para el azar en trauma alguno. La
programación y el funcionamiento de la encarnación en sus implicaciones más
pequeñas, revelan una causalidad sin falla.
Pregunta: ¿Y qué pasa con las deficiencias en el
momento de su nacimiento?
La causa es, de la misma manera, una forma de
ausencia de Luz preexistente en la construcción del cuerpo. La influencia del
alma sobre la construcción del cuerpo se hace sentir desde la concepción. El
ordenamiento mismo de los cromosomas se hace en la concepción. Hay a este nivel
una causalidad que implica a veces causalidades complejas, en el destino
de algunas almas que han decidido unirse como padres e hijos. Por lo tanto,
querer presuponer que el niño que nace con un defecto no es responsable, es sin
duda un arreglo del espíritu humano, sin embargo, carece de sentido porque no
hay nada que se imponga al alma, nada es hecho en violación de la libertad de
ésta, antes de la encarnación. Cada alma conoce, en su proyecto de vida antes
de la encarnación, las grandes etapas a través de las cuales debe pasar y las
etapas inevitables del conocimiento de su camino de vida, en el conocimiento de
su cuerpo, de sus taras, y de sus defectos. Nada se impone que no sea querido
y aceptado por la propia alma.
Pregunta: ¿Podemos utilizar determinados niveles de
Vibración de la Luz, como el Ultravioleta, por ejemplo; o la Luz del corazón es
específica?
La Luz de irradiación del Corazón, es una Luz que
tiene la particularidad de propagarse de forma discontinua en el espacio -
tiempo porque su Fuente está situada, mucho más allá. Así que una terapia
de Luz, se haría por el color. La Luz de la que hablo, es la Luz del corazón
que es discontinua y que no puede generarse, por el momento, por ninguna
técnica o tecnología, ya que la dimensión humana del corazón es esencial
para realizar esta curación. Hablo, por supuesto, tanto del corazón que recibe
como del corazón que emite. Se trata por lo tanto, de una sincronización entre
dos corazones. Agrego a esto: el Maestro Aïvanhov me dijo; que tuvo la
oportunidad de enseñar sobre el cuerpo y las enfermedades.
Pregunta: En esta búsqueda de sincronicidad de
corazón a corazón, podemos solicitar a Ma Ananda Moyi, por ejemplo?
Ustedes hacen intervenir entidades espirituales (en
este caso se trata de una oración, cualesquiera que sean las formas que tomen
las palabras, o el acto de intención), pero se les pide que traten hoy, de
intentar integrar la Luz en ustedes, en el corazón, que es lo que están haciendo,
ahora mismo. Recuerden, que los primeros filósofos de la medicina en el
mundo dijeron: "Primero no dañar y en segundo lugar el verdadero sanador,
no es el que cura, sino el que deja que el cuerpo se cure." Lo que quiere
decir esto, que mientras la voluntad (incluso, la voluntad de bien, como la
voluntad espiritual), de curar está presente, hay consuelo, pero no curación.
Sin duda, eso es difícil de aceptar por los patrones de funcionamiento, como
son los vuestros desde hace tanto tiempo. ¿Por qué yo, durante mi vida seguí al
Cristo? Simplemente, porque la curación que recibí no fue un consuelo, sino una
curación decidida por y para el Cristo. Desde el momento en que viven una
curación, hay por lo tanto una intervención de la Luz, y constantemente encontraran
la Luz. De todos modos, desde el momento en que busquen la curación y no
un consuelo, como terapeutas, buscaran el Amor. Cristo dijo: "cuando
dos están reunidos en mi nombre, yo estaré en medio de ustedes." Es
la combinación de la intención de curación común, yo diría (y no de la voluntad
del terapeuta), que puede manifestarse la voluntad del Cristo, que es curación.
Pregunta: ¿Y en el caso en que el cuerpo ha
absorbido productos químicos?
La Luz puede todo y mucho más que eso.
Pregunta: El arquetipo del cuerpo humano es el que
llamamos Adam Kamnon?
El Adán Kamnon es el hombre de cristal, el hombre
verdadero, el hombre de verdad. Es el hombre que efectivamente representa eso.
Pregunta: ¿Los cristales nos ponen en relación con
este arquetipo?
No podemos decir eso. Los cristales los acercan más
del arquetipo, actuando en la esfera causal que está justo por debajo de la
esfera espiritual y de la Luz. Ellos los acercan a este ideal. Lo única cosa
que está conectada directamente al arquetipo, es la oración del Corazón. Pero
esto lo dejo a Ma Ananda Moyi, hablarlo en otro momento.
Pregunta: ¿Cuál es la relación entre el cuerpo -
espíritu - alma en los autistas?
Lo que ustedes llaman autismo es la explicación
perfecta, de lo que he dado en la medida en que el alma no ha tomado posesión
del cuerpo. El alma está estancada-dividida, no ha invadido el cuerpo. ¿Y qué
sucede allí en este caso? El cuerpo nunca está enfermo. Hablo del alma, que no
es el Espíritu, lo que es llamado el alma espiritual.
Pregunta: ¿Cuál sería el perfil del terapeuta
perfecto?
Buscar su propia Luz, encontrarla, e irradiarla y
nada más.
Pregunta: ¿El cerebro podría impedir la expresión
del Amor Divino a través del corazón?
Hay muchos obstáculos. Si admitimos que el cerebro
es el relé del alma en encarnación y de la personalidad, está claro que el
obstáculo es el cerebro, sin importar que cerebro. El cerebro llamado
consciente, lo que llaman neocortex, en la modalidad particular del
cerebro relacionado con el análisis.
Pregunta: ¿Qué correspondería a las zonas
asociativas?
Evidentemente. La curación se produce, desde el
momento en que el cerebro no puede analizar, ni asociar.
Pregunta: ¿Es posible intervenir a nivel del cerebro?
No, porque necesariamente la curación pasa por el
corazón. La solución no está en el cerebro a menos de hacerlo desaparecer.
Pregunta: ¿Esto significa que el corazón es la
Vibración más perfecta en el ser humano?
Así, es.
Pregunta: ¿Cuál es el papel de un cerebro
entonces?
De ser un cerebro, es decir, de recapitular, de
analizar. En otras dimensiones, mucho más luminosas, la cabeza existe, pero no
hay cerebro, solo hay un corazón.
Queridos Hermanos y Hermanas en Cristo, reciban el
Amor del Cristo. Pueda la Luz de vuestro corazón dominar la Luz de vuestro
Espíritu en vuestra cabeza, a fin de vivir el Amor, ya que es la única Puerta
de salida del dilema de vuestro cerebro. No hay otra. Paz, Amor, Verdad en
Cristo.