Jean Luc Ayoun
JOPHIEL
7 agosto 2008
Soy el Arcángel Jophiel, Ángel de la
Luz y del conocimiento. Saludos a vosotros, almas humanas en encarnación. Como
sabéis y como he tenido la ocasión de decir en muchas ocasiones, habéis entrado
en transformación, en transmutación, en transubstanciación. Trans, significa que estáis a punto de
atravesar un estado transitorio para ir hacia otro estado, ese otro estado, en
esencia es mucho menos transitorio. Desde hace muchos meses sois llevados, y
durante un periodo escalonado en 36 meses y 6 meses, a un periodo que debe
conduciros a experimentar una pasaje, un pasaje muy raro y sin embargo
indispensable que ocurre en tiempos muy precisos, correspondiendo a una
geometría celestial ligada a mecánicas celestiales y planetarias que os debe
conducir, si lo aceptáis, a transformaros, a transmutaros, a cambiar de forma,
a cambiar de substancia, a cambiar de modo de vida y de modo de funcionamiento.
La vida es una espiral que os conduce de puerta en puerta y de transmutación en
transmutación hacia estados más etéreos, hacia estados más luminosos. Yo intervengo
como Arcángel de la transformación, durante esos periodos transitorios que
separan dos estados estables, dos estados de vida. Estáis pues involucrados, a
título colectivo y a título individual, en una transmutación esencial que os
permite pasar de un ciclo de vida a otro ciclo de vida. La experiencia de la materia,
tal como la conocéis, tal como la experimentáis, debe evolucionar y
transformarse. Nadie está obligado a acceder a la etapa superior, pero sin
embargo pasar por esta época es un paso obligado.
Durante esta etapa de transformación
ciertos desafíos, ciertos movimientos deben producirse en vuestros organismos,
en vuestras células, en vuestros organismos más elaborados también, que harán
que toda la trama de vida deba pasar de un estado a otro. Estáis comprometidos
en esta etapa. Ésta ha comenzado ahora, hace 8 meses. El primer escalón será
con el inicio de la obra roja planetaria que ocurre en el periodo que vosotros
llamáis, el quince de agosto que, debe llevaros a otro escalón de esta
transformación. Lo que estaba oculto debe ser revelado. Hablo tanto de cosas
ocultas fuera de vosotros, en el tejido social de vuestra humanidad en
encarnación, como en vuestro interior. Nada debe quedar en la sombra. Sean los
que sean los destinos y las elecciones de cada individuo, en este momento en la
Tierra, este paso es un pasaje obligado, repito. Quién dice pasaje dice
transformación y dice dificultad. Pasar de un estado al otro, pasar de un movimiento
al otro, no se hace de modo lineal, calmado y habitual como puede ser el caso
en algunos de vosotros, durante toda vuestra vida, trazada de un punto a otro,
sino que debe haceros considerar cierto número de cambios a veces muy
violentos, a veces deseados y también a veces rechazados. Pasar por las puertas
de la trans-formación y de la trans-mutación requiere desarrollar a la vez
coraje y también abandono. En estos periodos particulares que llegan, repito,
en el fin de ciclo e inaugurando un nuevo ciclo, hay que comprender que nada
puede ser ya, como lo habéis conocido. Las cosas cambian mucho más rápido. Y,
una vez más, cualquiera que sean vuestras elecciones, seréis confrontados a
esas transformaciones. Éstas no se pueden vivir en la serenidad, más que a
partir del momento en que encontréis el centro de vuestra Esencia, el centro de
vuestro ser, ahí dónde se encuentra la pura Luz capaz de irradiar a todos los
mundos y a la creación. Os corresponde encontrar durante este periodo que se
anuncia, que es, lo recuerdo, la segunda etapa de la transformación, las
fuentes necesarias en vosotros mismos. Lo llaméis Luz, fe, el Amor, lo divino
en vosotros, solo son palabras. Poco importan los nombres, poco importan las
palabras que pongáis a lo que pasa, porque se trata ante todo, de una
radiación, de una vibración y de una nueva consciencia.
Os recuerdo que cualesquiera que sean
las elecciones que hayáis tomado, os corresponde cumplirlas y llevarlas
totalmente hasta su final. No podéis volver atrás. No podéis quedaros dónde
estáis. Solo podéis avanzar hacia esta transformación, os conduzca a recomenzar
la experiencia de la encarnación en esta dimensión, o a comenzar un nuevo ciclo
de vuestra historia, poco importa, debéis de todas formas, pasar por esta
transformación. Muchas cosas en vosotros deben morir, al tiempo que muchas
cosas deben nacer y fructificar. No podéis permanecer inmóviles, no podéis
permanecer a la espera de lo que viene. Se os pide, sean las que sean vuestras
elecciones, ir adelante con lo que viene y la única forma de ir adelante con lo
que viene es desarrollar vuestra certeza interior de Divinidad. No olvidéis que
más allá de los juegos y de las apariencias que tomáis en vuestras
encarnaciones, sois mucho más que este cuerpo que os limita. Sois mucho más que
la simple radiación física que emana de vosotros. Se encuentra, en el interior
de todo ser humano, una Luz que posee el poder de todas las armas reunidas.
Vosotros estáis más allá de los límites, sin los límites que vosotros sois.
Estáis más allá de lo que creéis estar. Sólo vuestras creencias os han
conducido a limitar la experiencia de la radiación total de la Luz. Es un
camino libremente consentido que os ha conducido a las puertas de la densidad,
a través de encarnaciones, a experimentar la ignorancia, la separación, la
división, la lucha. Necesitáis cambiar de punto de vista. Cambiar de punto de
vista requiere transformaros en cuanto a todas vuestras creencias y
condicionamientos, sean los que sean, sean materiales o espirituales. ¿Creéis
en la Luz? Eso no sirve de nada. ¿Creéis en Dios? No sirve de nada. ¿Creéis en
la limitación? No sirve de nada. ¿Creéis en el infinito? No sirve de nada. Creer
es un acto asociado a la mente, ligado a certezas y mecanismos que os limitan.
Vosotros estáis más allá de los límites y más allá de las creencias. La
transformación que viene hacia vosotros, viene a confrontaros a todas vuestras
creencias, sean las que sean, sin excepción.
Vosotros creéis que el hombre está
hecho para la mujer, creéis que la mujer está hecha para el hombre. Creéis
también en ciertos casos, que debéis llevar una vida de tal forma o tal otra,
en armonía con lo que os dicta vuestra consciencia, vuestra experiencia, lo que
creéis que es vuestra consciencia y vuestra experiencia. Pero no son, repito,
sino creencias. Solo podréis abordar la transmutación y la transformación con
el abandono de todas vuestras creencias y de todo lo que constituye vuestras
certezas. Ya no podéis agarraros a lo externo y a lo que mantiene las
creencias.
La única certeza que no es una creencia
y, que sin embargo tenéis resistencia en creer, es vuestro aspecto ilimitado,
transdimensional y divino. Cuando yo afirmo que sois ilimitados, solo vuestra
creencia os hace vivir la experiencia de lo contrario. No existe ninguna
creencia que pueda subsistir en vosotros, al final de este periodo de
transformación. Sin embargo vuestra actitud, más allá de las creencias y
vuestras elecciones de vida futuras, serán respetadas. Si queréis llevar
vuestro cuerpo limitado hacia lo ilimitado, hacia lo infinito, debéis superar
la creencia en vuestra forma, porque si estáis atados a la forma, perderéis la
forma. Recordad las palabras de vuestro más grande iniciado: “aquellos que
quieran salvar su vida, la perderán”. No hay misterio y evidencia tan grande.
De igual forma, decía: “que os sea hecho según vuestra fe”. No hay palabra más
grande que esta. No debéis poner distancia entre vosotros y lo que llamáis
divinidad. Debéis parar de considerar que existe un Dios externo, porque todos
vosotros sois Dioses. No hay diferencia entre Cristo y vosotros. No hay
diferencia entre vosotros y yo, si no es la densidad de vuestra consciencia que
ha ocultado los aspectos transdimensionales de vuestro ser. La experiencia es
deseada por vosotros, decretada por vosotros, experimentada por vosotros. Pero
esta experiencia de división y separación tiene un fin. No podéis ir más allá del alejamiento de la
Fuente que sois vosotros. Solo podéis volver a comenzar la experiencia, si ese
es vuestro deseo, pero con toda lucidez. Durante este periodo la Tierra
atraviesa y atravesará también, una transmutación esencial. Debe recuperar su
lugar en el eje de radiación de la Luz, igual que todo vuestro sistema solar.
Los ciclos que habéis llamado “precesión de los equinoccios” corresponde
también a acontecimientos de tipo cosmológico, planetario, solar de naturaleza
transdimensional, que chocan de frente con vuestras convicciones, vuestras
construcciones mentales y físicas, afectivas y de relación.
Debéis estar preparados a aceptar
perder todo para ganaros a vosotros mismos. El más grande iniciado que la
Tierra haya tenido, ha dicho: “nadie puede penetrar el reino de los cielos si
no se convierte en un niño”. Un niño es aquél que no ha planeado, construido
hipótesis en su mente, en su intelecto, que no se proyecta ni al futuro ni al
pasado, que está totalmente en el instante presente. Esta época de
transdimensionalidad os interpela y os obliga a no considerar más que el
presente, porque existen otros tiempos que este. Solo es una creencia que os ha
permitido experimentar y crear esta realidad en pasado, presente y futuro que
solo existe en vuestra cabeza y que por el poder de vuestra creatividad, habéis
conseguido manifestar en la materia, al grado de densidad al que habéis
llegado. No os prometo la Luz porque vosotros ya sois la Luz. No os prometo el Amor porque vosotros
ya sois Amor. Os prometo solamente, descubrir las dimensiones de vuestro ser
que, por el momento están ocultas por los juegos de vuestras creencias individuales
y también colectivas. Debéis parar de creer para entrar en Verdad. La Verdad no
es creencia, la Verdad no es tampoco experiencia. La Verdad es simplemente, la
aceptación de lo que sois.
No podéis continuar buscando fuera. El
reino de los Cielos os pertenece: no está fuera, está en el interior de vuestro
ser. Existe una sola llave que os permite abrir las puertas a la
multidimensionalidad de vuestro ser: esta llave es el corazón porque cuando hicísteis
la promesa, alejándoos de la Fuente, de volver un día a esta Fuente, os
fuísteis con el bien más precioso, que fue la garantía de vuestro retorno a
este ciclo u otros ciclos. Esa llave es vuestro propio corazón. Os corresponde
girarla, nadie más que vosotros puede girar esa llave. Algunos de vosotros en este
planeta, os habéis encerrado con doble vuelta y rechazan abrir por miedo, por
ignorancia, pero ante todo por creencia. Insisto ampliamente en esta noción de
creencia porque la transformación del planeta implica la destrucción total de
todas las creencias. Las creencias pertenecen a vuestra dimensión separada del
Espíritu. El Espíritu no necesita creencias, porque el Espíritu está en Verdad,
en Luz y en Amor. El Amor no es una creencia, la Verdad no es una creencia. El
Amor, la Verdad, la Luz son desde la eternidad, eternidad más allá de los
tiempos, tal como los conocéis en los que tenéis de nuevo, el derecho de
penetrar si ese es vuestro deseo. Por eso sois ayudados a diferentes niveles. Primero
el nivel mismo de la experiencia que vivís en el presente, cada uno de
vosotros, en vuestro cuerpo, en vuestra relación con lo que llamáis trabajo, lo
que llamáis el otro, está ahí para poneros frente a vuestras responsabilidades.
¿Cuáles son vuestras elecciones? Escucharéis a vuestra alma o escucharéis al
otro, sea vuestro trabajo, vuestro compañero, vuestro cuerpo o cualquier otro
elemento externo a vuestra divinidad. Digo externo porque vuestro cuerpo es un
templo que es el receptáculo de la divinidad en encarnación, pero es diferente
en la transdimensionalidad que sois. El alineamiento necesario a la
transmutación os pone frente a lo que vosotros llamáis frenos o, si lo
preferís, a lo que os atranca porque debéis desatrancaros. Repito, no os digáis
“esto es muy duro” porque cualesquiera que sean vuestras elecciones, aunque decidierais
volver a comenzar la experiencia de la materia, deberéis sin embargo, pasar por
esta puerta estrecha.
Llegáis al final del contrato de
vuestro alejamiento de la Fuente. Podéis renovar el contrato y volver a empezar
la experiencia, pero renovar un contrato requiere conocer las condiciones
totales de ese contrato. Conocer el contrato significa que debéis reconocer
vuestra divinidad. Pero, al final del contrato, podéis también liberaros del
contrato y volver a vuestra transdimensionalidad con o sin el cuerpo
transmutado. Debéis vencer el miedo de la pérdida del otro, sea lo que sea ese
otro. Vencer el miedo no quiere decir lucha. Vencer el miedo quiere decir
aceptar. La Luz original viene a vosotros para despertaros. Ella penetra vuestra
esencia, vuestra materialidad, para revelar la totalidad de lo que sois
vosotros. No podéis impedir la radiación del ser multidimensional y
transdimensional que sois y manifestar vuestra consciencia ordinaria. No podéis
ahogar la Luz que sois. Debéis abandonaros a vosotros mismos, debéis destruir
los muros que impiden que gire vuestra llave. Algunos humanos en encarnación
han amurallado la puerta para no ver la cerradura y la llave. Pero ese muro, es
una pobre protección, porque la transdimensionalidad del ser no tiene nada que
ver con construcciones de la mente, o construcciones kármicas o construcciones
de seguridad, como las llamáis. Muchas enseñanzas os han dicho que estabais
aquí para crecer. Esto fue verdad, sigue siendo verdad, pero sin embargo hoy,
se os pide no crecer más, sino abriros, lo que no es lo mismo. Y para abrir, os
lo recuerdo, solo existe una llave que es la de vuestro corazón. Debéis amar
con un mismo Amor a la hormiga que cruza vuestro pie como a las estrellas más
lejanas del universo. Nadie debe tener un lugar privilegiado y sobre todo, el
otro, sea el que sea, porque sois la totalidad de todos los otros. Solo la
distancia y la creencia que habéis puesto, os impide tener acceso a esta
Verdad. Vosotros sois Verdad. No hay otra verdad que vosotros mismos. Vosotros
no podéis ayudar a otro realmente, totalmente, si no es aceptando vuestra
Verdad. No sirve de nada querer salvar al otro. Salvaos vosotros mismos y el
otro será salvado por resonancia, por afinidades, por ejemplo, por sincronicidad.
Cualquier acto que pretenda salvar al otro de otra forma que mediante radiación
de vuestra tridimensionalidad, os rebajará de ahora en adelante a vuestra
dimensión separada y os confrontará a la experiencia de oposición. No olvidéis
tampoco, como he dicho, que vais a entrar a partir del 15 de agosto en un
periodo en que el mundo, en su totalidad, va a ir en contra de vosotros. Porque
los que primero hacen el camino hacia la Verdad, fastidian mucho a los que no
comprenden y no viven esto. El más grande, por otra parte, terminó en una cruz
por esta causa.
La Verdad es confrontación. No sois
vosotros los que confrontáis, es la ausencia de Verdad que confronta la Verdad.
Entonces no hay desequilibrio, no hay alineamiento fuera de vuestro corazón.
Así las instrucciones de mi radiación son conocidas y serán transmitidas en
palabras humanas para permitiros, mediante lo que llamáis rituales y no
creencias, a través de actos conscientes, realizar este camino de la Verdad en
vosotros que os permitirán vivir la confrontación en los próximos meses.
Comprended que la confrontación de la transdimensionalidad está inscrita en el
orden de las cosas, no el orden de las cosas humanas, sino en el orden de las
cosas de la mecánica celestial. Regularmente los sistemas solares, los
planetas, viven esos sobresaltos de la transformación que deben conducir los
pueblos que viven otros estados. Sin embargo, en vuestro estado de densidad,
estáis en estado de confrontación máxima. La confrontación, acordaros, está ahí para haceros transcender vuestras
creencias a fin de significaros que no debéis ataros más a cualquier creencia,
sino únicamente a vuestro corazón que contiene la esencia de vuestra Verdad, la
esencia de vuestra divinidad. Plantearos las cuestiones de vuestras creencias,
de vuestras certezas y ved cómo éstas os obstaculizan. Siempre confirmando que
os limitan, os impiden recorrer las vías de la transdimensionalidad. Os
corresponde, a través de los ritos (ndr: ejercicios propuestos a los
participantes del curso), despojaros de vuestras creencias, de vuestras
certezas.
Abrir el corazón no es la finalidad,
sino que es el medio vibratorio y dimensional de encontrar lo que sois. No
podéis ignorar esto y ningún ser viviente en la superficie de este planeta
podrá ignorar esto, cuando llegue el momento. Sin embargo, y cualquiera que sea
el grado de las confrontaciones que tengáis que vivir, la ventaja que tenéis
vosotros es enorme porque habéis sido avisados, os habéis beneficiado de la
radiación del Ángel, os habéis beneficiado de la vibración y de los ritos
esenciales que os permitirán vivir la confrontación, centrada en el corazón y
conscientes de lo que sois. Los ciclos nos permiten a nosotros, formas de vida
no limitadas, venir hoy a vuestro encuentro así como lo he denominado
“encuentro con el Ángel” para permitiros significar el fin del contrato. Este
es un día sin igual y ese día es ahora.
Entráis en lo que la biblia ha llamado
“tiempos reducidos”. No es necesario ser profeta o profetizar para darse cuenta
de esto. Grandes eventos cósmicos, planetarios, interiores, se preparan. Él
decía también “mantened vuestra casa limpia, porque no sabéis a qué hora vendré
por la noche, a llamar a la puerta de vuestra casa”, es decir de vuestro ser
limitado. Cuando llegue el momento. No es dentro de diez años, ni en veinte
años terrestres. Es ahora y durante estos tiempos reducidos que correspondían,
os lo decía al principio de este año, a un intervalo de tiempo terrestre de 42
meses. Todo se realiza ahora. Debéis elegir con todo conocimiento de causa lo
que tenéis ganas de experimentar. Estoy aquí, para hacer de forma que la
confrontación no pueda desestabilizar la Luz de vuestro corazón y vuestro ser.
He aquí las pocas palabras que quería daros a entender. Estas palabras son
palabras preparatorias (vibratorias) para lo que viene. Si deseáis cuestionar a
propósito de esto, quisiera responder verbalmente antes de pasar a la etapa de
efusión vibratoria.
Pregunta: yo he
soñado que encontraba al Ángel, a mi imagen. ¿Era
verdaderamente el Ángel?
Absolutamente. El Ángel puede vivirse como externo
pero sólo es vosotros mismos. Cuando digo que sois la totalidad de la creación,
es Verdad.
Pregunta: ¿este
periodo de fin de contrato corresponde a un retorno de la Jerusalén celestial?
Sí. En cada ciclo, sea en el fin de un
ciclo, sea en el inicio del siguiente, según los periodos, se dan muchas
manifestaciones no habituales. Se trata de diferentes manifestaciones, tanto
luminosas como de la Sombra, pero infrecuentes. Ellas acompañan el proceso de transformación. Lo que estaba
oculto, debe ser revelado. Se trata pues, entre otras cosas, y después de estos
acontecimientos, del retorno de esa energía particular.
Pregunta: ¿esta
energía existe en nosotros a nivel de nuestro corazón?
Vosotros sois la totalidad de la
creación a título individual. Todo lo que ha sido creado, todo lo que será
creado, en cualquier dimensión, está definitivamente presente en lo que sois
vosotros.
Pregunta:
¿podría hablarnos del Creador?
Vosotros sois la criatura y el Creador.
Vosotros sois el principio y el fin. Vosotros os habéis exteriorizado y
manifestado en los niveles de vibración densos, como criatura. Habéis puesto
una distancia inconmensurable entre el Creador y la criatura, pero vosotros
sois el Creador. Solo hay un sistema de creencias o de filtros que os hace
consideraros como diferentes y separados. Lo que no es así.
Pregunta: ¿es
esta ausencia de diferencia lo que hace que la fraternidad universal exista?
Esto forma parte y engloba la Verdad.
No tenemos más
preguntas, os damos las gracias.
Ahora viene la parte más esencial de mi
presencia y mi radiación que es la vibración que vamos a transmitiros ahora. Os
pido, cualquiera que sea vuestra posición, tomar consciencia totalmente de
vuestros puntos de apoyo en la Tierra, posar vuestras manos sobre el suelo,
para multiplicar los puntos de contacto con esta densidad vuestra. Mientras que
la vibración, la mía y también la de un grupo de seres y entidades radiantes
puedan comenzar este trabajo en el interior de vuestros seres (desde ahora y
durante esta noche que viene a vuestra Tierra) y permitir el trabajo, cerrad
los ojos, volved vuestra mirada al interior y acoged en vosotros esta radiación
y esta Luz.
…Efusión de
energía…
Yo sello en vosotros, por tres veces,
la vibración del Ángel, de la Verdad y de la Luz.
…Efusión de
energía…
Sois bendecidos en Verdad y en
Espíritu. Os digo hasta mañana. Recibid mi Amor y mi fraternidad.
Canalizado por Jean
Luc Ayoun
Transcripcion:
Veronique Loriot
Traduccion:
S.M. http://mensajes-del-espiritu-2010.blogspot.com