Original en
francés.
http://www.autresdimensions.com
Canalizado: Jean Luc Ayoun
Transcripción: Véronique Loriot
Traducción: Susana Milán
http://mensajes-del-espiritu.blogspot.com
http://mensajes-del-espiritu-2010.blogspot.com
audio cortesia de Alicia Botero Toro http://hallegadolaluz.blogspot.com
http://www.yakitome.com/data/6785485299/yak_v26CqJPMpcTEs5JHJbg0clC0OuYfnbFTkNbP7txYc6qzieXfwuVcRRrtSRBXzaaarpCY0gt0gkDBn3_o3Ym5RARfYIm.mp3
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Transcripción: Véronique Loriot
Traducción: Susana Milán
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MA ANANDA
MOYI
18 febrero 2012
Yo soy MA ANANDA MOYI. Muy queridas Hermanas y Hermanos en
encarnación, aquí y allí en esta Tierra, vengo hacia vosotros, como María había
anunciado, después de tres semanas de Efusión del Manto Azul de la Gracia (ndr:
rubrica “Protocolos para practicar” o “Acompañamientos” del sitio).
Os transmito todo
mi Amor. Doy Gracia por vuestra Presencia. Doy Gracia por nuestra Comunión.
Vengo a expresar algunos elementos relativos al Manto Azul de la Gracia en
cuanto a su constitución, a sus efectos, en cuanto a vuestra vivencia. No veáis
el Manto de la Gracia únicamente como un velo de Luz, aunque las
representaciones de diferentes iconografías han revestido con ese Manto
Azul, tanto a María como a ciertos Arcángeles o aun a Buda o en los Upanishads,
a Krishna. Este atributo no es un simple Manto. Este atributo no es tampoco un
simple velo de Luz sino más bien, de alguna forma, un adorno, un ornamento, que
como una diadema viene a clausurar un Tiempo y viene a abrir otro Tiempo. El
Manto Azul de la Gracia, individualizado y personalizado que os reviste, es el
movimiento que a nivel de la Tierra, el amadísimo Juan o SRI AUROBINDO, hace
casi un año, llamó la Fusión de los Éteres. Y aquellos de vosotros que
estáis más cercanos a vuestra Unidad, a vuestro Despertar total, habéis
constatado quizá, los efectos de este adorno sobre el fin de la limitación,
sobre el fin de la ilusión y sobre el acceso de vuestra Conciencia a estados
profundamente diferentes. El Manto Azul de la Gracia, así llamado, es el
espacio de la última Vibración y el tiempo de la última Vibración de la
Conciencia que viene a clausurar el tiempo efímero, el tiempo de la ilusión.
Ese Manto Azul tiene la particularidad y la virtud de haceros pasar (en
conciencia de ahora en adelante) del tiempo de la acción/ reacción de la
Dualidad a la Acción de Gracia de la Unidad. Ese Manto tiene efectos desde las
capas más densas de vuestra Presencia sobre este mundo, hasta las capas
desconocidas por encima del Sí, de lo Ilimitado, del Samadhi y del acceso a la
Verdad. Los efectos son pues, múltiples pero como siempre, atributo de la Luz
Una, Blanca, Vibral, ese Manto de la Gracia es muy simple cuando vivís los
efectos. Así que, a través de mis palabras, os voy a dar una traducción pero
esta traducción no es nada comparada a la vivencia de la Gracia. Esos efectos
esperados y ya presentes para algunos de vosotros, están llamados (cada semana,
cada día) a desplegarse, más y más en vosotros.
El Manto Azul de la
Gracia viene de alguna forma, a realizar el despliegue de la Luz, el
desvelamiento de la Unidad, el fin de las ilusiones sobre la Ilusión y el
inicio de la verdad en la Verdad. Ciertamente, la Conciencia y todos los planos
del ser que sois vosotros (desde las más densas y las más ilusorias hasta las
últimas), participan de la misma ronda, de la misma Vibración, de la misma
Gracia. Los tiempos de la Gracia que se abren son los Tiempos últimos. No es un
fin, si no es para la personalidad y sus ilusiones. Es vuestro Despertar en las
Moradas de la Gracia, en la Conciencia Turiya, en vuestra Eternidad. Es vivir
la Libertad y la Autonomía, no esa ilusoria de la personalidad, sino la
Autonomía y la Libertad del Absoluto que sois, de esta totalidad. Ese Manto
Azul de la Gracia, en sus efectos Vibratorios y energéticos (incluso en los
cuerpos densos), os abre (yo diría, de forma definitiva) a espacios mucho más
allá de la Vibración, más allá de la Luz Blanca y de su percepción: os abre de
hecho, a vuestra intimidad más clara, proporcionándoos vivir la experiencia,
todas las experiencias que se os han aportado en estos últimos tiempos y
explicado con palabras.
El Manto Azul de la
Gracia es ante todo, un elemento de sanación. ¿Qué es lo que sana? Lo que sana,
es lo que os hace creer en vosotros mismos, en este mundo. El Manto Azul de la
Gracia viene a sanar las proyecciones de la propia Conciencia y sobre
todo viene a poner fin, de manera resolutoria, al aislamiento. Ella os va a
hacer descubrir de manera intempestiva o de manera calma, lo Ilimitado, el Qué
Sois. En esos espacios de lo Ilimitado, la palabra maestra es Amor, Éxtasis,
Felicidad, Plenitud a un grado (si se puede hablar así) que muy pocos seres
humanos encarnados, incluso entre los más realizados, tienen acceso. Porque en
el acceso a este Absoluto (que se os ha prometido por el Manto Azul de la
Gracia), hay también la clara percepción de todas las Dimensiones de lo Creado
y de lo Increado, la clara percepción de la no separación y de la no
separatividad de la Luz. Exactamente al revés, a la inversa incluso, de lo que
existe cuando los velos del olvido y de la ignorancia os recubren y nos
recubren, en encarnación. Las leyes que se aplican cuando sois o cuando seréis
revestidos del Manto Azul de la Gracia, no serán en absoluto las mismas. El
Manto Azul de la Gracia confiere efectivamente, la posibilidad para la
Conciencia, de ser realmente Libre, de no depender de una condición, sea la que
sea, ya fuera kármica, ya fuera impuesta por vuestras Creencias o por la
sociedad.
Ese Manto Azul de
la Gracia es portado por tres Estrellas concretas: por MARÍA, por GEMMA (ndr:
GEMMA GALGANI) y por mí misma. En tanto que Estrella ligada al Fuego, el Manto
Azul de la Gracia es efectivamente un Fuego, un Fuego devorador que quema todas
vuestras Creencias, vuestras ilusiones y también vuestras esperanzas o
desesperanzas, a fin de haceros penetrar este espacio de Gracia de la
Conciencia Turiya que yo he ilustrado durante mi vida, en muchas ocasiones. La
Luz, por ese Manto Azul de la Gracia, os invita a danzar en la Luz, a danzar en
el Sol, a danzar con vuestros Hermanos y Hermanas que estén ya revestidos del Manto
Azul de la Gracia, concurriendo también a poner fin (de manera cada vez más
evidente, incluso en la conciencia aun limitada) al velo de la separación. Todo
lo que es ilusorio, como yo decía, será quemado, consumido por el Amor, porque
el Amor es un Fuego devorador que permite estableceros en vuestra propia
Felicidad en vuestro propio Éxtasis, en vuestro propio júbilo, continuo y
permanente, como si estuvierais en Fusión con vosotros mismos, con la Fuente,
como si no hubiera más espacio para algún vacío, alguna aprensión, alguna duda.
Un espacio en la Gracia donde todo es certeza, todo es evidencia y donde todo
es (realmente, concretamente y prácticamente) Simple. El Manto Azul de la
Gracia, si os reviste, os permite pasar esta etapa de este mundo, muy particular,
poniéndoos de alguna forma, en otra Conciencia que la de la persona que creéis
ser, que los diferentes esquemas de funcionamiento que han sido construidos
(por miedo, por ignorancia, por falta de lucidez). El Manto Azul de la Gracia
también, concurre a reforzar la Simplicidad. Es de alguna forma, el último
atributo que permite pasar la Puerta Estrecha, sin desorden, sin
aflicción sino con la más grande de las certezas, con una Fe Absoluta. El manto
Azul de la Gracia viene a quemar todo lo que es ilusorio. Viene a disolver los
elementos que quedarían aun inscritos en cualquier karma que perteneciera a la
personalidad o a la humanidad.
Ese Manto Azul de
la Gracia pone fin al aislamiento. Os permite realmente a vuestra manera,
Comulgar y comunicar con las otras Dimensiones, de Hermanos a Hermanos, de
Hermanos a Hermanas, de Hermanas a Hermanos, en toda Libertad, de vivir el
Éxtasis de la Comunión más allá de las máscaras de la personalidad, más allá de
los conflictos. La Gracia os hace Libres, os restituye a vosotros mismos y os
permite liberaros de todas las limitaciones de este mundo, en Verdad y en
totalidad. Ser revestido del Manto de la Gracia es hacerse Cristo, es hacerse
el Absoluto, es salir de las encrucijadas y problemas de toda personalidad. Es
también el medio de realizar vuestra elección Vibratoria, de realizar vuestra
Revelación, de realizar lo que sois, en la Eternidad y no en lo efímero.
Entonces, el Manto Azul de la Gracia, cuando está instalado, más allá de la
Paz, del Amor, de la Alegría, confiere esta Felicidad total que nada puede
alterar. No es una desconexión de este mundo (puesto que habéis jugado vuestro
rol de Anclas y Sembradores de Luz) sino una Transfiguración de este mundo y de
vuestro mundo. Esta Transfiguración es el último ornamento que os conduce a
vuestra Resurrección, a fin de que esta Resurrección se haga sin que lo que es
limitado en vosotros, pueda interferir de alguna manera. El Manto Azul de la
Gracia establece de manera definitiva, el Abandono a la Luz, dándoos acceso a
ese Fuego devorador del Amor que no es solamente Samadhi, que no es solamente
Éxtasis sino que deviene Intasis, es decir júbilo absoluto y supremo del Ser
que se establece en la Verdad. En este júbilo Interior absoluto, no hay ningún
espacio para la más mínima duda: todo se hace certeza, todo se hace Absoluto.
Entonces, el filtro de la mente (aun presente, a causa de vuestra encarnación,
cualquiera que sea vuestro acceso a esta Gracia) va a intentar encontrar las
imágenes o las correlaciones pero os daréis cuenta muy rápido que no puede
existir y que las imágenes obtenidas o las correlaciones, incluso supuestas,
son muy sosas en relación a la experiencias de vuestra vivencia de la Gracia.
Y por cierto, la
Gracia no os pide otra cosa que instalaros en Ella, para que, estando en
encarnación, os convirtáis vosotros mismos en esta Gracia. Haciendo que
encarnéis más allá de la Luz, la Conciencia total de Cristo, de la Luz Blanca,
de la Luz Azul, de realizar en los cuatro pilares del Corazón, vuestra Presencia,
ayudados, en Comunión por el Arcángel URIEL y por nosotros, las Estrellas que
Vibramos en este Manto de la Gracia. El Fuego que sentís, o que vais a sentir,
sea en vuestras noches, por la mañana al despertar o en diferentes lugares de
vuestro cuerpo, en otros momentos, es la instalación del Manto Azul de la
Gracia. Es ese Fuego el que pone fin a vuestra propia ilusión, a vuestras
propias capas llamadas cuerpos groseros o ilusorios, a partir del más denso
(ese cuerpo nutricio o cuerpo físico) hasta el más elevado (que fue llamado
cuerpo causal). Quemáis pues, todo lo que debe ser quemado y es un Fuego
de Alegría porque es un Fuego de Reencuentros con vuestra Esencia y vuestra
naturaleza, donde todo es Alegría, todo es Amor. Se os concede pues, como ha dicho
el Comendador de los Ancianos (ndr: intervención de hoy de O.M. AIVANHOV), ser
a la vez Mariposa siempre observando a la Oruga que erais. Esto, a fin de
facilitar para vosotros, de alguna forma, por la Presencia de esta Gracia, la
transición última hacia vuestra Eternidad, desdoblándoos de alguna forma, de
todo lo que no es vosotros en esta Eternidad.
El Manto Azul de la
Gracia en fin, os da la posibilidad de ser el Amor con cualquier otra cosa, con
cualquier ser, desde el instante en que él mismo (ese otro ser) es también
revestido del Manto de la Gracia. El Manto Azul de la Gracia os hace humildes y
pacientes. Os hace salir real y concretamente, de la ilusión del tiempo:
incluso si estáis sometidos por este cuerpo, al tiempo, vuestra Conciencia lo será
cada vez menos, haciendo que viváis los espacios de Conciencia continua donde
no hay más espacio para el sueño, más tiempo para otra cosa que la Verdad. Así
que ciertamente, esto puede conducir a reajustes de vuestros ritmos de sueño,
de vuestras percepciones Vibratorias de Fuego. Ese Fuego que os llena (y que se
traduce a veces, por dolores en vuestro cuerpo) solo es la fase de ajuste a
esta Verdad absoluta.
Comprenderéis
claramente también, por vuestra experiencia, que el Manto Azul de la Gracia
viene de manera totalmente resolutoria y final, a poner fin a su manera, a todo
lo que molesta y se opone a vuestro acceso (final y definitivo) a ese Absoluto
que sois. No hay nada que hacer. Solamente hay que vivir la experiencia. No hay
nada que pesar o sopesar. No hay nada que rechazar. Solamente acoger, todavía
más, el poder de este Fuego, el poder del Amor, el poder de la Felicidad. Este
poder que no debe espantaros y que no os espanta. Solamente tenéis que dejar
Ser, dejar hacer y la Gracia será vuestra Morada Eterna (incluso aquí, en este
mundo). Vosotros vivís lo que se ha llamado Deslocalización de vuestra
Conciencia. Vuestra Conciencia pura, independientemente de todo cuerpo, podrá
ir a todos los espacios ilimitados de la Creación y de la Increación, a partir
de la Fuente hasta la partícula más elemental de esta Creación. Todo esto lleva
por supuesto, en la medida de vuestras experiencias, a reforzar esta Gracia. El
Manto Azul de la Gracia allanará, como por milagro, todos los elementos que
pueden estar situados en vuestro camino y oponerse a vuestra ruta. No hay nada
que desear, porque la Gracia la Luz y el Amor, se pone en acción por sí misma.
Muchos de vosotros se reconocerán y volverán a contactar (más allá de un
contacto carnal, físico, sensorial u otro) sino directamente de Espíritu a
Espíritu, en el mismo Espíritu y en la misma Comunión, llevándoos a vivir esta
Disolución, que pone fin al miedo, que pone fin a toda aprensión, dándoos la
certeza absoluta de quienes sois.
El Manto Azul de la
Gracia, en fin, os da acceso a la totalidad de lo que nosotros en oriente,
llamado Sidhis, es decir los poderes del alma, no para hacer uso sino para
dejar a la Gracia obrar a través de vosotros, haciendo que lo que miráis,
Interiormente o exteriormente, lo que alcanzáis o alcanzaréis (en los cuerpos o
en el alma o en el Espíritu) será inmediatamente transformado, porque la Gracia
es transformadora. Ella levanta el último velo de la separación, poniendo fin
por tanto, a las separaciones Dimensionales, sobre la Tierra, poniendo fin a
todas las capas aislantes de vuestros cuerpos como aquellos de la Tierra y de
este sistema solar. Entonces, experimentaréis la Libertad total, lo Ilimitado
más total, la Felicidad más total. Por supuesto, habrá pocas palabras en
vuestro vocabulario para expresar esto y por cierto, desde el instante en que
lo expreséis, notaréis que os alejaréis de ese estado de Felicidad. Mientras
que si no le ponéis palabras, estaréis como yo lo estuve durante mi vida,
saturados de Alegría, saturados de Luz, saturados de Felicidad. Esa es la única
Verdad y esto se os da por la Gracia del Amor. No hay nada que hacer, repito.
Cuanto más estéis en el Ser y en el no deseo, más realizaréis esto. Cuando
lleguéis a distanciaros de lo que no es vosotros, de todo pensamiento, de todo
deseo, de toda emoción, de toda atadura, entonces la Gracia estará ahí. No hay
otro mecanismo que el de no ser más lo que creíais ser hasta el presente. Esta
revelación es un don: porque os habéis dado vosotros mismos, a la Luz, entonces
la Luz se da a lo que vosotros Sois. Vuestros espacios de Claridad, vuestros
espacios de Samadhi, se harán cada vez más abrasadores, de un Fuego que
consume, un Fuego de Amor. Entonces, en ese momento, recubiertos del Manto Azul
de la Gracia, no tendréis ninguna aprensión, ningún miedo del Fuego. Os haréis
Fuego. Os haréis ese Absoluto, esta Felicidad, de alguna forma, como un júbilo
pero un júbilo que no cesa más, cualesquiera que sean las circunstancias
exteriores de la vida. Esto no es un rechazo de la vida sin al contrario, la
Transfiguración de la propia vida.
El Manto Azul de la
Gracia es lo que viene a deconstruir en vosotros, las últimas capas, sean a
nivel carnal o a nivel de lo que mantenía una integridad ilusoria de vuestro
cuerpo, de vuestra persona, de vuestros vínculos, incluso afectivos, familiares
u otros. No haréis más diferencias entre el ser amado y el enemigo porque
comprenderéis que uno como otro no son más que ilusiones, puestas en el camino,
que son transcendidas por el Manto Azul de la Gracia. Estaréis, si no lo estáis
ya, maravillados por vuestros Reencuentros, por vuestros contactos, por
vuestras Fusiones, Disoluciones, vuestras Comuniones, vuestras
Deslocalizaciones, aunque vuestro cerebro, repito, a vuestro retorno, va a
intentar camuflar esto con experiencias conocidas. Pero, en el fondo de
vosotros, notaréis muy claramente que no es así. Entonces, en un primer momento
y como siempre, cuando alguna cosa aparece de nuevo y vuelve a aparecer, puede
haber instantes de confusión, de olvido total, o de obliteración total de la
Conciencia. Pero no es grave porque cuanto menos cuestiones os planteéis y más
dejéis que la experiencia se desarrolle, más la viviréis de manera cada vez más
lúcida, repito, más y más clara.
En ese
momento, la alquimia del Abandono a la Luz se convertirá en una evidencia
perfecta porque lo viviréis, no tendréis que plantearos la cuestión de cómo
Abandonarse a la Luz, o qué hacer, o qué ser, porque os habréis convertido
vosotros mismos en ese Abandono, esa Transparencia total. Por eso, hay que
dejarse deconstruir, dejarse deconstruir totalmente, en todas las ilusiones,
incluso esas de la personalidad, en todas vuestras funciones, (sociales,
afectivas, familiares). Repito una vez más, no queremos decir que haga falta rechazar
todo esto, pero vuestra mirada será totalmente nueva porque será iluminada
desde el Interior, no sometida a cualquier ilusión, a cualquier atadura. Os
haréis Libres y Autónomos. Os haréis Responsables y os convertiréis vosotros
mismos en la Gracia. Y esta Gracia es activa en torno a vosotros, ella actuará
sobre numerosas circunstancias. Por supuesto, tenemos todos nosotros, por
nuestra experiencia (como vosotros tenéis todos, en esta encarnación) elementos
de resistencia, fuera de vosotros. También por el contrario, comprenderéis y
viviréis que no tenéis que juzgar estas resistencias sino que la Gracia actuará
también sobre esas resistencias externas.
No tenéis que
preocuparos de vuestros Hermanos y de vuestras Hermanas que rechacen esta
Gracia que representa para ellos, quizá en el momento en que lo vivan, un drama
porque marca efectivamente, el fin de la personalidad, el fin de las ilusiones.
Y por supuesto, por miedo, muchos Hermanos y Hermanas desearán mantener un statu
quo en sus ilusiones. Pero dejar obrar a la Gracia. No pidáis nada y no
hagáis nada, contentaos con estar ahí. Si las circunstancias se vuelven quizá
inclinadas hacia vuestra Conciencia, entonces recogeos y pacificaros, acoged
aun más Gracia, porque esto también es una invitación a dejarse revestir
totalmente, por el Manto de la Gracia. Constataréis muy fácilmente, cada vez
más fácilmente (aunque algunos de vosotros aun, no hayáis vivido nada los tres
primeros jueves) (ndr : ver la rúbrica « Acompañamientos » o
Protocolos para practicar / Recepción del Manto Azul de la Gracia), a vuestro
ritmo, que todo esto cambia, que hay en vosotros una fuerza que está en marcha,
que es independiente de toda voluntad, de todo deseo y esta fuerza, tiene por
nombre Amor, es Gracia y se hará (poco a poco o brutalmente) evidente. El
Samadhi no será más una palabra vacía o una explicación sino una vivencia. Esta
Comunión, esta Fusión, podéis vivirla con la Fuente, con un Ángel, con un
Arcángel, con vosotros mismos y con cualquier Ser que encontréis o encontraréis
en otros Planos porque es la naturaleza misma de la Gracia comunicarse,
Comulgar y dialogar. No habrá más freno, más barrera, más límite, ligados al
cuerpo, porque no seréis ya sometidos a la ilusión. Esto va a desplegarse cada
día, cada semana en vosotros, desde el instante en que permanezcáis en esta
Humildad, en esta Simplicidad, en esta Transparencia.
Así que vuestra
Resurrección será, no ya una aspiración sino una Verdad. Seréis establecidos en
la Eternidad, incluso si este cuerpo permanece aun presente en la superficie de
este mundo. Comprenderéis porque lo viviréis, que no sois ni este cuerpo, ni
esta persona. Esto no será una proyección más, sino la realidad que la Gracia
os da y os daréis cuenta entonces que no estáis solos y que sois y seréis cada
vez más a poder vivir esto y daros a la Gracia. En un momento dado, uno de los
Ancianos os habló de daros la Paz unos a otros. Hoy, y en este tiempo que se
despliega, último, Comulgaréis en la Gracia. Es otra octava de resonancia de
Comunión, de Fusión y de Disolución y esto concurrirá a elevaros, cada vez más,
a espacios de Deslocalización, llevándoos a reconectar y a revivir lo que
olvidasteis, lo que separasteis, aunque no lo hayáis hecho vosotros. Este
espacio de Gracia es un espacio de resolución, un espacio de reparación, de
Resurrección, no busquéis poner el filtro de vuestra mente. Y además,
constataréis que ya no podréis aplicar lo que sabéis, sobre lo que habéis
vivido. Entonces la mente capitulará completamente. No podréis Ser más que esta
experiencia y esta vivencia, y nada más.
El Manto Azul de la
Gracia se manifiesta en vuestra capa más grosera (en este cuerpo físico y en el
cuerpo etérico), por un Fuego devorador. Ese Fuego devorador puede tomaros a
nivel del Corazón, a nivel de una de las Puertas, como a nivel de la espalda o
la cabeza. Poco importa la zona en que la Gracia se despliegue, poco importa el
lugar de este cuerpo que habitáis por donde la Gracia penetre, porque en
definitiva, ella os revestirá totalmente, como un Manto de Gloria. Entonces
seréis instalados en vuestra Eternidad. Podréis vivir esto solos, o solos con
la multitud (tanto humanos, como no humanos) que ya estén revestidos de esta
Gracia. Tendréis entonces la Libertad total de circular en esta Dimensión. No
habitaréis solamente un cuerpo, sino que habitaréis el conjunto de este sistema
solar. Habitaréis el conjunto de vuestros Hermanos y Hermanas. La compasión no
será ya simplemente idealización de un deseo del alma sino una vivencia directa
del Espíritu. Esto os hará aun más Humilde y más en Éxtasis, en Intasis, en
Felicidad, en cada Reencuentro con vosotros mismos, con el otro. Más allá de
este mundo, os convertiréis en la Felicidad Absoluta. Es de esta manera como
actúa el Manto Azul de la Gracia. Ese Manto de Luz suprime, de alguna forma,
los últimos velos y os devuelve al Absoluto. No podréis poner ya barreras entre
vosotros y todo lo demás, porque os habréis convertido en el resto. La
compasión no será algo que buscar porque estaréis establecidos en esto. El Fuego
invadirá y literalmente, os abrazará en este Amor.
Estáis llamados
pues, a vivir esta Felicidad. Estáis llamados pues, a estableceros de manera
cada vez más firme y formal en vuestra naturaleza ígnea, en vuestra Esencia. En
estos espacios, comprenderéis muy rápido que no hay nada que demandar, nada más
que emprender, que solo hay que vivirlo, porque vivir se basta a sí mismo y a
ella misma. Ahora, vivir el Manto Azul de la Gracia, es también vivir la
Unidad, vivir el estado Absoluto más allá de “Yo Soy” porque el “Yo Soy”, en
ese momento, es superado, es transcendido. Desde el instante en que ya no sois
el “Yo Soy UNO”, en que no sois más esta persona (no solamente) os convertís en
el Absoluto. Entonces podéis vivir la Resurrección sin límite, sin barrera.
Este cuerpo os aparecerá por lo que es, en Verdad. Vuestra vida misma os
aparecerá por lo que es, en Verdad: una simple proyección del Absoluto en una
parte finita que no tiene existencia propia, si no es en la propia proyección.
Espacios cada vez más amplios se os ofrecerán, en vosotros mismos como en el todo.
Tales son las acciones del Manto Azul de la Gracia que se posa en vuestros
hombros y que viene a Transfiguraros y abrasaros en el Fuego del Amor.
Acordaros que
cualquiera que sea la experiencia que os proporcione vivir la Gracia, no
reflexionéis, no busquéis comprender lo que sea, porque la Gracia es la Gracia.
Ella no es explicación, ella no es reivindicación y no es comunicable de otra
forma que compartiendo. Por supuesto, no podréis compartirla con palabras ni
gestos ni una mirada sino al estableceros vosotros mismos y cada uno en vuestra
propia Eternidad. Constataréis también que desde el instante en que comencéis a
vivir ese estado de Gracia, poco a poco o brutalmente, no tendréis necesidad
ya, de alcanzar los momentos que se os proponen, porque podéis vosotros mismos
proponeros esta Gracia, de manera instantánea e inmediata. Constataréis
entonces que sois la fuente de vosotros mismos, la fuente de Fuego porque sois
el Fuego, y en ese momento, podréis vivir realmente, ese estado de Éxtasis y de
Intasis permanente, irreductible que aumenta y aumenta. No habrá ya límite a su
expansión. No habrá ya límite a vuestra Presencia. He aquí, mis Hermanas y
Hermanos, lo que tenía que daros como elementos muy simples, sobre el Manto
Azul de la Gracia, sobre sus funciones, sobre su constitución misma. Permanezco
aun un momento de vuestro tiempo a vuestra disposición. Si tenéis cuestiones
complementarias en relación a lo que he dicho, y si puedo responder,
responderé. Os escucho.
Pregunta: ¿cómo
vivir esto en un contexto de vida de polución como el nuestro?
Hermana mía,
mientras que creas que dependes de una calidad de agua, de una calidad de aire,
de una calidad de mundo, la Gracia no puede penetrar. Mientras que creas ser
dependiente de una circunstancia que no eres tú, de una carencia de lo que sea,
o de una insuficiencia de lo que sea, esto no es más que una proyección de tu
propia personalidad. La Gracia no es exterior, es Interior. La suma del Manto
Azul de la Gracia se hace precisamente, cuando la Conciencia se hace lúcida
sobre la Ilusión de este mundo y de su propia Presencia. Cuando tú realizas el
Yo Soy, cuando tú te haces el Sí, ¿puede oponerse cualquiera de este mundo? No.
Es un error de visión porque hay en ti todavía, una proyección hacia el
exterior, considerando que es siempre el exterior el que se equivoca, que el
exterior está alterado. La Gracia, el Sí, no tiene nada que hacer con el
exterior, no tiene nada que hacer con las circunstancias de vida. Mientras que
tú te apoyes en una perfección externa o un cambio exterior, el cambio Interior
no puede realizarse. Es un déficit de visión. Hay que cambiar de punto de
vista. Lo que tú eres, es totalmente independiente de este mundo. Lo que tú
eres, es totalmente independiente de la calidad de los alimentos que tú
ingieres. Lo que tú eres es totalmente independiente de las relaciones
(afectivas, familiares, profesionales) que tú has establecido. Lo que tú eres,
no tiene nada que ver con todo esto. Se trata pues, de una coartada creer que
es necesario que las circunstancias exteriores sean diferentes. Justamente, y
muy al contrario, para muchos Hermanos y Hermanas, es necesario que todas las
circunstancias exteriores se vuelvan dramáticas y patéticas para que al fin, el
ser acepte volverse hacia el Sí. No hay obstáculo exterior alguno, ni de edad,
ni de karma, ni de condición. El único obstáculo es la persona y nadie más.
Pregunta: ¿podría
explicar sobre la Intasis?
La Intasis. El
Èxtasis y la Intasis son un par. El Éxtasis y sus diferentes Samadhis (se puede
decir que son similares) son estados cada vez más pronunciados de inmersión en
el Sí. En el Sí, en el “Yo Soy UNO” y más allá, hay aun una identificación
posible a sí mismo, más allá del Yo. Esto corresponde a lo que se ha llamado
hace poco tiempo, el Sí Luz y el Yo Sombra. Porque en el Éxtasis hay aun
persistencia concomitante y simultánea, del Sí Luz y del Yo sombra, como decía
ANAEL. Por el contrario, el mecanismo de pasaje por el Manto de la Gracia
conduce a la Resurrección. En ese momento, el observador, el que mira, no es ni
el Sí Luz ni el Yo Sombra: es el Absoluto. Entonces la Intasis es un júbilo
permanente del Absoluto. Se ha dicho tanto en India como aquí, que lo que se
podría llamar el Creador, la Fuente (o si no, de manera común, Dios, aunque ahora
sabéis muchas cosas de Dios), solo es júbilo permanente. Vivir el júbilo
permanente, es vivir la Intasis que está más allá de la última dicotomía entre
el Sí Luz y el Yo Sombra. Es transcender y superar el Sí Luz y el Yo Sombra
para hacerse la Esencia misma de la Creación, de la Criatura, del Creador y de
lo Increado. Es decir el Amor y el Fuego. La Intasis es esto. Es como vivir un
júbilo continuo y permanente. Está más allá del Samadhi, incluso el más elevado
Vibratoriamente. Es el instante donde incluso el Yo Soy o Yo Soy UNO no existe
ya. Es el instante en que el Yo Sombra o el Sí Luz no existen más, tampoco.
Queda justo, de alguna forma, la Esencia Absoluta. Es la Inmanencia y la
Impermanencia. Esto es la Intasis. Y el útil del Manto Azul de la Gracia os
invita a esto, a esta Boda de Luz última.
Pregunta: ¿por qué
llaman a Omraan Mikael Aivanhov, Comendador?
Querida Hermana, en
los espacios intermedios, cualquiera que sea la Dimensión establecida (que solo
son relevos, de alguna forma, de la Fuente), existe una ordenación. Esta
ordenación se hace como siempre, en función de lo que se llaman los cuatro
elementos o los cuatro Ángeles que rodean el Trono de la Fuente. Son los cuatro
elementos denominados en esta Tierra: Aire, Fuego, Agua y Tierra. Existe un
director de orquesta para los cuatro elementos, sea a nivel del átomo, a nivel
del ADN, a nivel de la Fuente y a nivel de las Dimensiones. El que ordena es de
alguna forma, un director de orquesta, es el que permite que la partitura se
toque de la manera más pura y fiel. En ese sentido Omraan es Comendador de los
Ancianos. Esta noción de Comendador no está ligada a una jerarquía, no está
ligada a una obligación sino efectivamente, a más de lo que yo llamaría un
director de orquesta que vela para que todas las partituras se toquen. Él no
toca partitura: es el Éter, es el Fuego del Éter y el Fuego del Espíritu. En
toda Dimensión (incluso en este mundo, a pesar de la falsificación), todo
obedece a las mismas reglas, al mismo ordenamiento. He aquí la expresión
Comendador pero se le podría haber llamado director de orquesta. No son más que
denominaciones. Pero, no es la palabra lo que es importante, sino la función.
El Comendador es pues el que vela, por su Presencia, para que las partituras se
toquen. No da órdenes. Es de alguna forma, un catalizador. De igual forma que
cuando vosotros aquí, vivís el Manto Azul de la Gracia, (más allá de vuestra
función de Sembrador y Ancla de Luz), os hacéis la Gracia encarnada pero no
podéis decir que sois vosotros que dais la Gracia o que dais lo que sea, por
cierto. Vosotros sois simplemente el que Es.
No tenemos más
cuestiones, os damos las gracias.
Mis muy amadas
Hermanas y Hermanos encarnados, me retiro por algún tiempo. Volveré al final de
la intervención de GEMMA GALGANI que me sigue, para vivir en este espacio donde
nos hemos reunido, la Presencia de la Gracia y el Descenso o Elevación del
Manto Azul de la Gracia. Esperando, permitidme acogeros en mi Presencia, en mi
Corazón y en vuestro Corazón, en Amor y en Fuego.
…Efusión
Vibratoria/ Comunión…
Hasta dentro de un
instante.