Traducción: Amparo Iribas
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BIDI
9
junio 2012
Bueno,
Bidi está con ustedes, para nuestro entre-nosotros. Vengo pues, para tratar de
dialogar con ustedes, mucho más allá de simples palabras, mucho más allá de sus
preguntas, mucho más allá de sus respuestas. Con el fin de ver lo que resta
como obstáculo al Absoluto, a través de lo que yo les dije y a través de lo que
vamos a intercambiar. Como es habitual, vayan más allá de mis palabras, vayan
más allá de la tentativa de comprensión, por el momento. Verán después. Yo los
saludo y podemos comenzar.
Pregunta:
Después de haber hecho la experiencia del éxtasis, siento la necesidad de
desprenderme (ndt: de la experiencia) y de refutarla, ¿cuál es su punto
de vista al respecto?
El
éxtasis y la beatitud son sin duda los más destacables acontecimientos durante
este Último, que va desde la Infinita Presencia al Absoluto. Y cuando digo “va”
no es totalmente exacto. A continuación: tú eres el éxtasis como tú eres la
ausencia de éxtasis. Si sientes que existe en ti algo para refutar, entonces
hazlo. ¿Qué arriesgas? ¿Qué tienes para perder? Si existe algo detrás del
observador que constata el éxtasis y que lo autentica, quizá, para ti, hay que
refutar eso también. El éxtasis es un marcador. Cuando ustedes se volvieron la
Onda del Éter, la Onda de Vida y la Gracia, el observador desaparece y sin
embargo, ustedes están siempre ahí: todo lo que comprende la personalidad, el
Sí, e incluso la Última Presencia. Considera que más allá de eso, está el vacío
y la nada. No olviden que todo, aquí, donde ustedes están, está invertido y
proyectado. Volver al derecho, sin proyectar, no es el vacío ni la nada, aunque
todo a nivel del observador quiera creerlo. ¿Y por qué? Porque si él
desaparece, no hay nada más a observar. Sin observación, sin proyección, sin
experiencia, el observador no tiene ninguna razón de ser. Queda sólo el
Absoluto. Entonces, hazlo. Tú comprendes, desde ahora, que lo que hagas, o no
hagas, siempre has estado ahí. Recuerda que la única cosa que no puedes
definir, experimentar, manifestar, es lo que tú Eres. Tú no Eres ni el Sí, ni
la persona, ni el individuo, ni el mundo: tú Eres Amor.
Pregunta:
Desde hace mucho tiempo, yo realizo diferentes formas de encuestas sobre el
humano…
Eso
nunca lleva a ningún resultado. No es un conocimiento intelectual que no es más
que ignorancia. Olvídate de todo conocimiento. Yo no propuse encuestas, sino
una Encuesta y una sola: ¿quién Eres tú? Sin ninguna proyección. Sin esa avidez
de conocimiento. Porque, cuando estás ávido, estás vacío. Entonces, tú No eres
eso.
...Yo
tengo conciencia de eso, ahora...
Olvida
la conciencia de eso. Ve más allá.
...
También tengo conciencia de la realidad crística, de mis maestros…
¿Eres
eso? Te hago una pregunta: ¿quién Eres tú? No te hablo de ése del cual tienes
conciencia, porque todo eso de lo cual tú tienes conciencia es experiencia.
¿Qué buscas? ¿Qué quieres? ¿De cuántas pruebas más tienes necesidad? ¿Quién
busca las pruebas? No es un experimento, es una mirada que debe cambiar. Puedes
conocer todos los misterios del mundo, de las otras Dimensiones, como ustedes
dicen, puedes experimentar alegría: todo eso no son más que proyecciones. Tú
Eres Amor. Olvida todo eso. La única Investigación que pido no es intelectual.
Ella apunta, como lo dije, a cesar los juegos, estúpidos, de esa estafa
espiritual. Lo que tú Eres, lo eres. Ayer como mañana, en esta Dimensión, como
en toda Dimensión. Tu eres, también, desde luego, todo lo que me dijiste. Pero
eso es una parcela, eso no te es útil para nada.
...
yo intento de vivir la Unidad con mi Padre, en su realidad multidimensional.
La
única manera de vivirla, es de olvidarte. Si te olvidas, no tienes conciencia
del otro, tú Eres el otro, también.
...
es eso lo que intento hacer…
Pero
no hay nada que intentar. Sólo hay que quedar tranquilo, no observar más, no
experimentar más, ni siquiera tener la conciencia de… Es muy simple. Tú Eres
tú. Por tanto cállate. Si haces callar todo, ¿qué queda? Más allá de toda
contemplación del “yo soy”, tú eres Absoluto. Pero en cuanto buscas, tú sales
(Nde
:
del Absoluto). En cuanto la conciencia está ahí, pierdes lo que buscas. Hay que
hacer caer la vigilancia. Ese es el objetivo de la refutación y de la Investigación.
No hay otro objetivo. El Absoluto no puede ser una creencia, ni un objetivo, ni
una experiencia. Porque la creencia, como la experiencia, como el objetivo, son
exteriores a lo que tú Eres. El problema es que de lo que hayas tomado
conciencia, quieres ser Liberado. Pero no tienes que quererlo, porque lo
Eres ya. Es la conciencia, la experiencia, la creencia, que te hace creer lo
contrario y que te hace creer que si detienes, incluso todo eso, aquello va a
aparecer. Pero no hay otra manera que desaparecer. Olvídate. Tú eres Amor y
nada más.
Pregunta:
Vivo en un ida y vuelta entre el Absoluto, el Sí, la personalidad y el mental.
Intento dejar hacer el ida y vuelta, pero cuando me encuentro en el mental,
comienzo a intentar salir.
Mientras
que hay Absoluto con forma, los pasajes son innombrables. Tienes necesidad de
tu mental para vivir sobre este mundo, no para ser lo que tú Eres. Si el
pasaje, que no es uno, si ese Último es lo que tú Eres, o tú quedas Último, o
tú vives. Eso no debe plantear ningún problema. Puedes llevar a cabo lo que
llevas a cabo, sin ningún problema, porque el Absoluto está ahí. Cuando el
primer Absoluto se revela, todo es Absoluto. Tu mental no puede dirigirte pero
puede dirigir lo que concierne tu vida, lo que aprendiste, lo que llevas a
cabo, en esta vida, sin ningún problema. El pasaje del yo, al Sí, y al Absoluto
(cuando el Absoluto se revela), es normal. Es incluso saludable, eso no tiene
que turbarte. Esta forma existe, este cuerpo existe, este saco de alimento está
aquí. Déjalo vivir. No eres tú. Él vivirá su final cuando lo vivirá, eso no te
concierne. Y en función de eso, déjalo vivir lo que él tiene previsto vivir.
Eso no debe plantear ningún problema. Y no es un problema. Los pasajes se
vuelven cada vez más evidentes, es decir que tú ves claramente quien actúa,
quien Es, y quien no Es.
Pregunta:
¿Qué hacer cuando se vive un gran fuego a nivel de la caja toráxica?
No
hacer nada. Quedar tranquilo. Observar, si quieres, y después, superar la
observación. Pero te señalo que, tal como expresaste la cuestión, consideras
todavía que eras tu pecho, que eras ese fuego en el pecho, que debías hacer
algo. ¿Qué es ese “yo” si no aquél del observador? Aquí también, ponte contento
de dejar vivir lo que debe vivir. Tú no eres eso. Nunca se confundan
refutar un elemento porque es efímero con negarlo. No es porque niegues este
cuerpo, que va a desaparecer. Muy al contrario, va a darte problemas para
decirte que está aquí. Sea por un dolor, al pie, a la cabeza. Cuando digo de
olvidarte, ¿Me dirijo a tu cuerpo? ¿Me dirijo al “yo”? Me dirijo a ti, no a tu
cuerpo. El problema es la identificación al cuerpo: “Me duele”, “yo tuve mi
pecho en llamas”. Miren: como siempre, el mental quiere explicar en lugar de
vivir. Porque, si se vive, él pierde su acción, su preeminencia, su poder.
Miren, en lo que ustedes viven, como tienen necesidad de explicar. ¿Eres capaz
de explicarme por qué respiras? ¿Eres capaz de explicarme quién
piensa, quién siente, quién percibe? Desde luego que no. ¿Cómo puedes
estar en cualquier experiencia sea cual sea?
Y
si eso concierne al Sí, esto implica Aquí y Ahora. Por consiguiente, si hay
interrogación sobre el sentido de una explicación, no hay más Aquí y Ahora: hay
ego. Hoy, ¿eres lo que viviste la otra noche? ¿Qué es? Un pasado, una memoria,
una experiencia. ¿Eso existe? ¿Eres tú? Si me dices, “yo viví eso”, yo te
respondo: tú lo viviste, tú no lo vives más. ¿Entonces era qué? Efímero. Tú no
eres efímero.
Pregunta:
En mis momentos de paz interior, de inmovilidad ¿soy observador?
Pero
¿qué puedo saber dónde estás, salvo tú? ¿Cómo quieres que te dé una respuesta?
El Absoluto es la ausencia de localización, de referencia. Estás en paz cuando
duermes. No se vio nunca correr a un muerto. Ni a alguien que duerme, comer.
Desde luego que hay un observador en la paz. Es el “yo soy”. Ve más allá del
“yo soy”. Como lo dije: olvídate. Incluso el contacto con lo que se les
propuso (el Canal Marial, los dobles), están ahí, efectivamente, como otra
conciencia que la de ustedes. Pero es la misma, porque hay una Fusión, una
Disolución. Tú no eres más tú, te vuelves primero el otro. Y luego, no eres ni
tú, ni el otro. Y el Absoluto se revela. Comprende bien que es siempre el “yo”
o el “yo soy” quien dice que, a través del “yo soy”: tiene esa necesidad de
existir. Y para un “yo soy” adelantado, la necesidad de no ser separado y
fragmentado como en el “yo”. En ese momento, hay contemplación del Despertar,
del Sí, de la Realización. Pero ¿tú Eres eso? Eso desaparece como la bolsa de alimento.
Nada de lo que es efímero puede ser la Verdad. Y tú misma sabes que después de
la paz, no estás más en paz. Y vas a buscar los momentos de paz, el Samadhi.
Eso se vuelve una droga, pero no eres ni lo uno ni lo otro. Es eso lo que hay
que ver.
Pregunta:
¿Llegar a quedar tranquilo en toda circunstancia, conduce al Absoluto?
Eso
se sabrá. Eso es previo. Quedar tranquilo conduce a experimentar el Sí, cuando
el “yo” desaparece. Pero el Absoluto, es el no-Sí. Es mucho más que estar
tranquilo. Es no existir más, es mantenerse fuera de lo que sea. Primero es
volverse la Onda de Vida, o el doble, para darse cuenta que nada de todo eso es
verdad. No como una negación, sino como un punto de vista que se desplaza.
Ustedes no son nada de eso que perciben. Dicho de otra manera, no eres el que
vive la experiencia. Eso que hace creer el “yo soy”, el miedo de desaparecer,
el miedo del vacío y de la nada, que, de hecho, está lleno porque ustedes están
invertidos. Cuando mueres, ¿quién muere? Hazte esta pregunta. Si sabes quién
Eres, antes de nacer o después de la muerte, si puedes responder esta pregunta,
ninguna experiencia es necesaria, ninguna percepción es necesaria. Ningún yo y
ningún “yo soy” se puede sostener.
Pregunta:
¿Cuál es el lugar de la experiencia, entonces?
Una
distracción, una escena de teatro. Relajar el yo, empezar alguna cosa, pero
empezar no basta. La Conciencia juega a experimentar. Creer que la Conciencia
va a conducirte a una meta, está perfecto pero entonces, dime: ¿Cuál es esa
meta? Dímelo. ¿La sabes tú mismo? Espero. Puedo esperar mucho tiempo: no
hay respuesta. No puede haberla. Y por causa: no hay causa. Tú Eres Absoluto.
Tú Eres quien nunca cambió, nunca experimentó, nunca concientizó. Desde luego,
con pavor, el yo y el “yo soy” va a decir: “es un horror”. Si, para él, es un
horror. Pero tú Eres Amor. Porque buscar lo que tú Eres, no es más que la
experiencia y la proyección de la Conciencia, que se burla de sí misma.
Pregunta:
¿La refutación de lo conocido es suficiente para volverse Absoluto?
Ampliamente.
Lo que es conocido, o lo que está para conocer, ustedes lo llaman experiencia y
conocimiento. Es una proyección. Pero, siempre igual: ¿Quién eres tú? Desde que
desapareces, El Absoluto está ahí y es lo que tú Eres. El ego y el “yo soy” son
muy fuertes. El Sí es muy fuerte. No olvides que él se contempla, él mismo, el
ombligo o el Corazón, la Sombra o la Luz. Pero no son más que juegos de Sombra
y de Luz.
Pregunta:
Después de haber tomado conciencia que una pregunta lleva a otra pregunta y que
eso es sin fin, unas palabras resonaron en mí: Infinito, Eternidad, Amor, mi
Esencia.
¿Y
entonces? ¿Por qué quieres estar tranquilo? ¿De qué?
Sentí
una falta de confianza de ese estado.
Hubiera
preferido que dijeras una falta de conciencia. La confianza concierne ¿a quién
o a qué? Y su falta, todavía más. Exclusivamente al Yo. ¿Eres tú ese Yo? Quien
te ha pronunciado (Nde: eso) es lo que tú Eres. Has comprendido todo.
Pregunta:
¿Cómo tomar conciencia de quién se Es?
Pero
no es una cuestión de tomar conciencia. Es rendir la conciencia. Tú lo Eres ya,
por tanto no puedes tomar conciencia (Nde: de lo que eres). Tomar conciencia,
es ya experimentar y salir de lo que tú Eres. Lo que tú Eres no es para tomar
conciencia sino para rendir la conciencia. Es el observador que quiere tomar
conciencia, el testigo. Tú no eres ni el sujeto, ni el objeto. Podrías, por lo
tanto, en lo que dices, salir de lo que tú Eres, para ver que tú Eres. Pero eso
es imposible. Tú Eres amor y Absoluto. Es todo. Es el Todo. Tomar conciencia,
es apropiarse de lo que ya tú Eres. No es posible. Podrías todavía proyectar
algo, a través de la toma de conciencia, para conocer lo que es una no
proyección. ¿Cómo resuelves la ecuación? No puedes aparecer y desaparecer, al
mismo tiempo. No puedes tomar conciencia y rendir la conciencia.
Pregunta:
Usted nos dijo que estaba aquí para permitirnos acelerar nuestro acceso a lo
Desconocido.
No
hay acceso al Absoluto. No hay acceso a lo Desconocido. No es un acceso. Yo te
muestro lo que no existe. No hay otra forma.
Pregunta:
¿Lo que en mí, desea esa vuelta al Absoluto, es el Absoluto que yo soy?
Pero
tú no puedes volver, nunca te fuiste. Es el “yo soy” que juega a eso. No puedes
hacer una pregunta como ésa. Eso quiere decir que tú buscas. No puedes buscar
el Absoluto. Eso es dar vueltas en círculo. Olvídate y desaparece. No tienes
otra solución. Se necesita que la conciencia del observador, el observador, el
testigo, el sujeto, el objeto, el teatro, desaparezcan. Es todo. Tú quisieras
que el teatro desaparezca para mostrarte lo que hay, pero te quedas en el
teatro. Yo dí el ejemplo del sueño. El Absoluto no puede observar el Absoluto,
porque desde que hay observación, qué hay? Conciencia, experiencia. Por
consiguiente tú buscas hacer la experiencia del Absoluto. Pero ¿quién busca
hacer la experiencia del Absoluto, si no es la conciencia? No puedes
comprender, Absoluto. No puedes servirte de tu conciencia, aunque sea ella la
más Realizada. Es justamente ésta que debe desaparecer. Si llegas a olvidarte,
a desaparecer, el Absoluto está ahí. Tú consideras, todavía, el Absoluto como
una búsqueda, pero el Absoluto está ya ahí. Sale del teatro. No tiene que
aparecer porque todo está ahí. Es tu no desaparición que bloquea. Tu querrías
tomarte de lo que tú Eres, tu querrías hacerlo una experiencia, tú querrías
tenerlo como una certeza, percibida. Eso no es posible.
Pregunta:
¿El Absoluto es el último punto de vista que descubre que no hay más teatro?
Sí,
es lo que tú Eres. Es por lo tanto hacer cesar toda proyección, toda
conciencia, toda experiencia, todo sentido del yo y todo sentido del “yo Soy”.
Pero reflexiona: el “yo soy” no puede decir: “yo no soy”. Hay que salir de lo
que es visto, de lo que es percibido, salir de los sentidos, hacer el famoso
Silencio, que no es un Hacer. No es la expresión de una voluntad. No es la
expresión de una experiencia nueva. Es justamente la desaparición de todo eso.
Tú Eres eso, en ese momento.
Pregunta:
¿La Onda de Vida, cuando se despliega, borra el yo?
Sí.
El yo, es el miedo, La Onda de vida encuentra el yo. Si el yo se borra, en
todos los sentidos del término, entonces la Onda de vida es vivida, percibida,
experimentada. Luego viene el momento donde no tienes más este cuerpo, este
pensamiento, no eres más aquél que observa la Onda de vida, sino tú Eres la
Onda de Vida. Es el mismo proceso con un Doble.
Pregunta:
¿Vivir la Onda de Vida y vivir con un Doble, es lo mismo?
No
vives con un Doble: tú Eres el Doble. Hay primero percepción del Doble y a
continuación Fusión y Disolución. Por consiguiente entras en la a-percepción,
la no percepción, si tú prefieres. Del mismo modo que la Onda de Vida es
percibida pero, para volverse la Onda de Vida, es necesario que desaparezcas,
en tus ilusiones y tus efímeros. Es la misma cosa. En la Realización y el
Despertar del “yo soy”, existe la percepción que nada está separado, que todo
está unido, que todo es muy viviente. ¿Y entonces? ¿Y después? Muchos se quedan
ahí. Porque es una satisfacción, una impresión tan diferente del yo. Es el Sí.
Es gratificante. ¿Y después?
Pregunta:
¿Vivir la Onda de Vida y vivir la Fusión con el Doble, son dos procesos
obligatoriamente conjuntos, o bien se puede vivir uno o el otro?
La
Onda de Vida te muestra el Doble. La Onda de Vida viene de la Tierra, pero ¿qué
tierra? El Doble viene del Cielo, ¿de qué Cielo? Los dos son Confianza y
Resonancia. Es una experiencia Última. El objetivo, es que la experiencia cese.
¿Cómo es que cesa? Cuando tú no eres más este cuerpo, estos pensamientos, sino
la Onda de Vida. Cuando no eres más un Doble que mira un Doble, sino que el
Doble vuelve a ser Uno. Desde el instante donde pierdes el sentido de tu
identidad, en el yo o en el “yo soy”, en el ego o en el Sí, en el Doble,
también, el Absoluto está ahí. La Onda de Vida y el Doble, vistos desde el Sí,
son los agentes operantes. Pero no eres ni el Doble, ni tú, ni la Onda de vida.
Tú eres Absoluto.
No
tenemos más preguntas, le agradecemos.
Y
bien yo, rindo gracia y les doy gracia por nuestro entre nosotros. Tengan
presente, en la cabeza y en el Corazón, que si ustedes no comprenden, está
perfecto. Porque ¿quién quiere comprender? No el Absoluto. Simplemente, mis
palabras, sus preguntas, las Vibraciones, llegan a estremecer. Y si ustedes
están estremecidos, pueden desaparecer, pronto. Pero quien desaparece no son
ustedes, es el Sí. BIDI les dice hasta pronto, quizá, para ustedes, aquí.
Adiós.