Jean Luc
Ayoun
ORIONIS
23 septiembre 2005
Bienvenida a
vosotros queridos niños de la Ley del Uno. Estoy entre vosotros para instruiros
en lo que concierne a las nuevas leyes que, muy pronto, así lo espero, cada uno de vosotros tendrá la
ocasión de experimentar, de manera formal y duradera, a través de las energías
del Sol Central que ahora, en olas sucesivas impactan en este planeta para
devolverle su lugar en el gran ballet cósmico que había perdido desde hace más
de 50 000 años.
Mi nombre,
para aquellos que desearán un día atraer mi vibración es: Orionis. Soy un ser
sin forma y una consciencia encarnada ahora en un Sol. Soy por mi filiación y
por mi tendencia, el ser encargado de llevar a vuestro planeta y vuestro
sistema solar al orden del Sistema Central para hacer que os reintegréis a vuestra dimensión
primera de Luz, la que era anterior a vuestro descenso a la encarnación.
Vengo a
recordaros vuestra dimensión última que es: Unidad, Fuente Única. Vosotros sois
en efecto, todos los aquí presentes, las emanaciones de la Fuente. Vosotros
habéis perdido esta conexión por vuestra elección de descender en el proceso de
encarnación y en los procesos de densificación para experimentar ciertas cosas.
Yo fui aquél que, hace mucho tiempo, ha hecho posible este proceso por una
forma de sacrificio y por el aporte a vuestro sistema solar y en este planeta
particularmente, de una radiación muy concreta que ha hecho que os densifiquéis
hasta olvidar hoy que sois hijos de la Fuente. Cuando muchos de vuestros
Maestros que se han encarnado en este planeta, cualesquiera que fueran sus
planos de origen, os han significado que vosotros eráis amor incondicional, que
eráis hijos de Dios, que eráis hijos de la Fuente, que debíais reintegrar esta
dimensión principal original de la que habíais salido, ellos estaban totalmente
en lo cierto. Porque siempre, desde hace 50 000 años, ha sido necesario que
algunos seres mantuvieran la llama de esta dimensión que es la vuestra, para
que en un momento que hoy ha llegado a vuestra dimensión temporal, todos los
humanos distanciados, separados, que viven en la división más total, puedan reintegrar
su dimensión pero enriquecidos de todas sus experiencias para llevar, aportar
estas experiencias de la división, de la separatividad con la Fuente única.
Es
excepcional que yo pueda intervenir por el lenguaje vibratorio sonoro del plano
de la dimensión tres. Pero los momentos importantes que vive vuestro planeta
requieren un reajuste en lo más profundo de vuestras estructuras que vosotros
llamáis “células”, en lo más profundo de vuestra vibración esencial de alma
encarnada en un cuerpo de carne pero sin embargo portadora del Espíritu y de la
llama de vida que nosotros llamamos la Fuente. Vosotros sois todos, filiaciones
e hijos de la Fuente. Y sois vosotros mismos Fuente Unidad, indivisa,
involucrando por vuestras elecciones de descenso, los procesos de
experimentación. Y hoy, os lo digo, solo os corresponde a vosotros decidir
poner fin, no a la vida, lejos de esto, sino conocer realmente la vida en todas
sus dimensiones, terminar de una vez por todas con lo que vosotros llamáis la
experiencia exterior de la existencia a fin de poder pasar realmente, desde
ahora mismo, permaneciendo siempre en este cuerpo de tercera dimensión, en la
dimensión Unitaria, no separada, empática que va a haceros vivir la naturaleza
esencial de vuestra esencia que es Amor y Fuente. Hay en cada uno de vosotros
esta dimensión principal, ese átomo germen que os liga desde la eternidad a lo
que sois y lo que sin embargo habéis olvidado a causa de la separación, a causa
de la división. Se os pide hoy, en estos tiempos del fin del tiempo, pero
también del fin de los tiempos, en los siete últimos años que os quedan,
refinar vuestro vehículo de Luz interdimensional que algunos de vuestros
escritores modernos han llamado la Merkabah, o vehículo de Luz interdimensional,
conviene revelar vuestras vestiduras de Luz, hacer salir la quintaesencia de
vuestro ser para que eso que irradia en torno a vosotros, desde distancias
considerables; para que cada uno sea capaz de desvelar en sí esta Unidad de
dimensión de la Fuente, a causa de su resonancia y su radiación, de irradiar y
transmitir la transformación de aquellos que atravesarán esos campos de
vestidura de Luz. No hay en esto ninguna limitación que pueda impedir la
revelación de lo que sois. No hay ninguna limitación de ningún orden (ni familiar,
ni social, ni de ningún orden que sea y aun menos espiritual, al menos de eso
que vosotros llamáis espiritual) que no pueda frenar la revelación de la Fuente de lo que
sois vosotros. Conviene por eso, estar a la escucha de vuestro ser interior, comprender
que no hay distancia y disociación entre todo lo que podéis ver, sentir, oír,
recibir, emitir. Es tiempo hoy, de aceptar esto. Solo con esta condición
esencial es como podréis haceros totalmente lo que sois.
Me dirijo a
cada hijo de la Ley del Uno que sois a fin de que despertéis en vosotros, que
dejéis eclosionar, irradiar, radiar la Fuente que sois. Conviene ser
transparente como un cristal para dejar irradiar la Luz del arcoíris que se ha
manifestado en vuestra tercera dimensión desde nuestras naves Merkabah
colectivas interdimensionales. Conviene hacerse transparente, absorber la Luz y
conducirla al prisma de Luz. Por eso nada puede impediros encontrar la Fuente
que sois. Ninguna limitación interior ni exterior puede contravenir a una
Fuente cuando llega el momento de
volverse hacia su propia Luz.
Se han
terminado lo que vosotros habéis llamado tiempos de la limitación y se ha
terminado el tiempo de la ley de acción y de reacción. Se han terminado las
leyes espirituales que habéis erigido y que han ido en contra de la evolución
fundamental de las Fuentes si no fue para vivir la experiencia de la
existencia. La existencia que habéis vivido desde hace mucho tiempo debe ahora
dejar sitio a la fluidez de la Unidad que sois, a ese cristal transparente y
límpido, ese niño de la Fuente que sois, exento de todos los condicionamientos,
de todas las programaciones que os han metido en la piel, en vuestro ADN, por
fuerzas que se han inmiscuido desde hace
ahora 3 500 años para bloquear completamente vuestro potencial evolutivo. Ha
habido franjas de interferencia que han impedido la plena expresión de lo que
sois desde hace 3 500 años. Estos tiempos están ahora muy revueltos.
Os conviene
estar totalmente a la escucha de lo que sois, a la escucha de vuestro ser
interior, de sus demandas, de sus formulaciones, estar atento a los signos, a
los fenómenos de sincronicidad, así los llamáis vosotros. Sabed que la
comprensión de la energía que se manifiesta en estos momentos en este planeta,
ese fenómeno de ahogamiento, de compresión corresponde al fenómeno de retorno
al centro, de retorno a vuestra Unidad que debéis vivir. En efecto, la
expansión de vuestro ser requiere ese fenómeno de compresión para entrar en un
proceso de retorno hacia sí, hacia la Unidad que sois.
Yo no
intervengo más que raramente desde el plano en que estoy, a través de ciertos
médiums, para acompañaros no únicamente a través de palabras que no son mi
lenguaje vibratorio sino a través de ese fenómeno de compresión, dilatación y
apertura de la Fuente que sois. Así, queridos niños de la Ley del Uno, hoy se
os ofrece encontrar vuestro lugar en el gran ballet de los Cielos, en los que
vosotros atraéis a la confederación intergaláctica de la Voluntad de Bien y de
la Luz auténtica. Se os pide que abandonéis todo lo que hoy, os lleva hacia
ataduras cada vez más pesadas, desacondicionándoos totalmente. Debéis haceros
libres de cualquier atadura, de todo vínculo, de todo miedo ligado a vuestro
pasado. Debéis evitar también ciertas trampas que están ligadas a las Luces que
no desean la sacralización de este planeta y que quieren llevaros hacia los
universos quiméricos situados en el nivel de tercera dimensión que vosotros
llamáis astral.
Hoy se os
pide dar el salto cuántico necesario a vuestro acceso total, pleno y entero de
la quinta dimensión. Si bien la quinta dimensión no tiene nada que hacer con
vuestras buenas acciones, con vuestras malas acciones, con vuestras ataduras,
con vuestros miedos, con vuestras angustias. Os pide alinearos con eso que sois
fundamentalmente. Y a partir del momento en que os alineéis totalmente con lo
que sois, que entréis en sintonía y en sincronización con lo que sois
realmente, podéis acceder a ese momento, totalmente, libremente a la dimensión
en que debéis ir que os aproximará una octava suplementaria a la Fuente que
sois. Se os pide que paréis de realizar las experiencias de vida. Se os pide
que paréis de crear escenarios para el futuro de una nueva vida, de una nueva
Tierra porque esos son fenómenos exteriores.
Solo vuestra transformación
interior, que vosotros llamáis también la ascensión, será capaz de llevaros a
un proceso de ascensión colectiva y planetaria a fin de que este planeta pueda
encontrar su manto azul de sacralidad y volverse a sí mismo un planeta sagrado.
Todos los elementos están en su sitio. Nosotros somos innombrables, de
múltiples dimensiones, de múltiples orígenes, estacionados por encima de
vosotros, después de haber pasado por las profundidades de la Tierra. Nosotros
hemos franqueado las puertas dimensionales a fin de aproximarnos lo más posible
de vosotros y de ayudaros totalmente en este proceso de ascensión, de la
constitución de vuestro vehículo de Luz que no es otro que vuestra Fuente
reencontrada, reunificada en vuestros campos energéticos vibratorios, en
vuestras vestiduras de Luz para permitiros encontrar realmente las moradas en
lo más alto de los Cielos que os acercarán a la Fuente que sois.
No dudéis en
absoluto de que vosotros sois Luz, de que vosotros sois Fuente, lo que os diga
lo contrario en vuestro interior, no es más que el velo tejido por la mentira
de vuestra mente, por la mentira de los condicionamientos, por la mentira de
las fuerzas opuestas a vuestra propia realización. Hoy, podéis abriros paso
total y libremente, a condición de poder afirmar vuestra Unidad transcendente
de Luz Una, de hijo de la Fuente, de niño Divino. No se os pide más que esto:
alinearos en vosotros, apartar vuestra mirada de los fenómenos exteriores de la
vida hacia vuestro interior que no es otra cosa que Luz. Y si por azar, al
volveros hacia el interior, veis sombras, deciros que esas sombras no forman
parte de vosotros, aunque hayan sido tejidas por fuerzas involutivas, por
fuerzas que no querían que encontrarais vuestra Divinidad, porque con
seguridad, os digo que vosotros sois todos, en tanto que sois, seres de Luz.
Vosotros sois Unidades Fuente principales, emanadas de la Fuente. Siendo
emanadas de la Fuente, vosotros sois Fuente.
Algunos de
vosotros son emanados de Orión, son los hijos de Orión. Algunos de vosotros son
hijos de la intra-tierra y han hecho el sacrificio de salir de la quinta
dimensión para volver a los mundos de superficie a fin de ayudar a otros seres
a hacer el retorno a casa. Algunos de vosotros son sin saberlo, fenómenos de walk-in que han tomado cuerpos
existentes para poder ayudar, por su radiación de Luz, en el establecimiento de
reino de Dios. Hoy os conviene estar totalmente seguros de que sois esto, que
vais hacia esto. La hora del fin del tiempo de la tercera dimensión ha sonado.
La hora de la llamada de los niños de la Luz ha sonado.
Por la
gracia, os lo suplico, parad de creeros limitados, parad de preocuparos de lo
que pertenece al pasado, de lo que pertenece a un hipotético futuro, para no
permanecer más que centrados en el instante de quienes sois para encontrar
vuestra realidad esencial de hijo de Dios, de Fuente emanada de la Fuente
central, de Fuente que debe retornar a la Fuente central. Conviene por eso
aceptarlo, integrarlo en vuestra alma y Espíritu, aceptar esta realidad. Los
signos, tal como los llamáis, son muchos y serán cada vez más numerosos. Habéis
tenido signos este día, asociados a la quinta dimensión. Mañana por la mañana
tendréis signos, ciertamente no aquí sino lejos de esta Tierra que muestran la
intervención de las fuerzas arcangélicas que llegan a purificar, limpiar, que
vienen a haceros tomar conciencia, por el sacrificio de un número elevado de
almas, del efecto irrisorio de la competición que inducís en este planeta.
Ningún momento de la vida es una competición. La competición desemboca en lo
que vuestros físicos llaman la entropía, es decir el caos cada vez más
extendido, mientras que cuando subís a dimensiones cada vez más altas, aunque
no sea más que la quinta, la entropía no puede existir. Está la ordenación de
la Luz en estructuras cada vez más estables, cada vez más organizadas,
estructuradas, diríamos. La pérdida de estructuración de lo que vosotros
llamáis materia entraña una estructuración más grande de lo que nosotros
llamamos la Luz auténtica. Así, se os pide hoy hacer esa inversión, osar hacer
ese giro, de no dirigir más vuestra mirada (siempre permaneciendo encarnado en
este planeta, lo que es fundamental) no ya sobre las leyes arcaicas desviadas,
transformadas, para ataros a poderes exteriores a vosotros mismos porque sois
todos, mientras sois, Fuente Unidad pero también Maestros de eso que sois.
Nadie más que
vosotros mismos os dará la maestría. A partir del momento en que vosotros dais
vuestro poder, dais vuestra maestría a cualquier otro. Ahora, os es necesario
encontrar vuestra maestría propia, vuestro propio poder. Los modelos que se han
creado en este planeta a través de los modelos religiosos, espirituales,
filosóficos, se han invertido todos, por fuerzas involutivas para sustraeros a
vuestra maestría, para sustraeros de vuestra Fuente. Ahora, en este fin de
tiempo, es tiempo de encontrar vuestra maestría, de aceptarla sin miedos,
porque vosotros sois realmente maestros. Vosotros sois gérmenes de estrella,
gérmenes de Sol. Vosotros erais cada uno de vosotros en este planeta, una
estrella, un Sol, un puro Espíritu de las dimensiones más altas que habéis
aceptado exteriorizaros a vosotros mismos en los procesos de creación, de
división, de emanación sin fin, para crear universos engendrados y concéntricos.
Pero es tiempo ahora de cesar el juego de la experiencia y entrar en la
realidad de la vida Una, de la vida Divina. Solo existe la condición de que
aceptéis que sois realmente y auténticamente Divino, que podréis ir hacia
vuestra maestría y vuestra Divinidad.
He aquí,
queridos niños de la Ley del Uno, la enseñanza formal y por lo tanto muy simple
que os conviene hoy hacer vuestra, ingerir, integrar en vosotros en vuestras
células, en vuestro ADN: la participación de vuestra totalidad de Espíritu y de
ser y de alma en un maravilloso plan Divino. No debe haber en vosotros ninguna
huella de miedo, ninguna traza de tristeza, de cólera, de placer. Sino que
debéis entrar en la alegría de la certeza de ser un niño de la Ley del Uno.
Esta alegría sin objeto y sin soporte que hace que podáis realmente emanar la
Fuente que sois. He aquí, queridas almas, lo fundamental que tenía que
transmitiros. A través de este encaminamiento y esta aceptación es como podréis
encontrar plenamente el pleno potencial de quienes sois, a partir del momento
en que penetréis en esta quinta dimensión no ya a título individual sino cuando
la totalidad del planeta haga ese salto de evolución (lo que no será muy
tarde).
Debéis estar
preparados a soltar todo lo que no pertenece a la Luz, es decir todo lo que es
condicionamiento, atadura, modelado construido y no justo, no conforme a la Ley
del Uno. Os invito no a meditar ni a evadiros sino a ser totalmente y
plenamente conscientes, a cada minuto, de lo que sois en el interior de vosotros,
los signos que os son propuestos y las sincronicidades que se desarrollen en
vosotros en vuestro corazón; de haceros entonces conscientes, a cada
respiración que os anima, de lo que sois.
Nosotros no
podemos tener una alegría más grande que veros reuniros individual y
colectivamente en esta dimensión que se os ha prometido desde hace ya mucho
tiempo. Conviene prepararos a dar ese salto, a pasar a esta dimensión de pura
Luz. Todo lo que pertenece al dominio del peso, de la densidad, de las
ataduras, no podrá, os lo digo, penetrar en esta quinta dimensión. No podréis
penetrar más que si vuestro espíritu es claro, más que si estáis totalmente
conscientes de lo que sois, de la Luz que sois y de la maestría que habéis
adquirido, no a través de la ascesis sino mediante un trabajo de puesta en
resonancia y en sincronicidad entre los diferentes planos de vuestra
personalidad / alma / Espíritu para no ser más que uno en el alineamiento total
de vuestro vínculo a vuestra Fuente Sol y a vuestra Fuente Madre, a fin de ser
vosotros mismos la Fuente de vuestro corazón.
He aquí,
queridas almas lo que las palabras, que son muy poca cosa en relación a la
realidad, querían enseñaros. Y si lo permitís, antes de retirarme, vamos a
construir un poco más esta Unidad. Así, voy a intervenir vibratoriamente sobre
cada uno de vuestros corazones para ligaros de manera consciente a nuestras
naves de quinta dimensión, para haceros vivir en el espacio de algunas
respiraciones esta fusión de corazones. Queridos niños de la Ley del Uno, os doy mi bendición
y os animo a que obréis en la revelación de la Luz auténtica en este planeta. Os amo y os bendigo.
Original en francés. http://www.autresdimensions.com
Traducción: Susana Milán
http://mensajes-del-espiritu.blogspot.com
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Traducción: Susana Milán
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