Jean Luc Ayoun
MARÍA
24 septiembre 2005
Bienvenida a vosotros mis queridos hijos, yo soy María,
Reina de los Cielos y de la Tierra. Vosotros me veis complacida de recibiros,
de participar en vuestra evolución hacia el Corazón Sagrado, en vuestro retorno
a la Unidad, en vuestro camino hacia la pureza de corazón, hacia la pureza de
alma que habéis tenido siempre. Estoy aquí para favorecer la plena eclosión, el
pleno desarrollo de vuestro potencial de Amor y de conformidad a la Ley de Uno.
Vengo a ayudaros a caminar en los pasos de mi Divino Hijo para completar la
sacralización de este planeta y de sus habitantes, sean quienes sean. Vengo
hacia vosotros para ayudaros a encontrar vuestro propio centro, vuestra propia
Fuente, para evitar que os disperséis en sendas que no son las de la Divina Luz
auténtica. Vengo a vosotros para acompañaros en este camino tan importante, en
estos momentos importantes, para que encontréis la verdadera alegría, la del
corazón pacificado y unificado.
Es tiempo de ahora en adelante de revelar y de despertar
en vosotros la plena expresión de lo que sois. Es tiempo de despertaros, sí
realmente, totalmente. Es tiempo de aceptar decir “amen” a la voluntad
espiritual más alta de los Cielos, la de la Fuente suprema pero también “amen”
a vuestras profundidades, a las profundidades de este planeta: la Fuente Madre,
duplicada de la Fuente Padre, para desposarse, reconocerse la una a la otra. Así,
en vosotros, Fuente sois, pero sin embargo participáis en la división de la
Fuente en sus dos polaridades (femenina y masculina) para poder veros, miraros
a vosotros mismos en esta radiación de la pura Luz de amor para reunificar, en
vuestro corazón, las polaridades que parecían hasta el momento alejadas la una
de la otra: la vía material y la vía espiritual. Recordad las palabras de mi
Hijo, no hace mucho tiempo: “vosotros no sois de este mundo sino que estáis en
este mundo”. En efecto, son muy raros aquellos que tienen un origen puramente
terrestre, como vosotros decís, pero peregrináis de vida en vida, de planeta en
planeta. Algunas ilusiones os han hecho creer que os haréis polvo. Algunas
ilusiones os han llevado hacia esquemas de disociación cada vez más importantes
y cada vez más alejados de vuestra Fuente y de la posibilidad de resonancia de
vuestra Fuente con la Fuente primera de donde emanáis todos.
El tiempo de los reencuentros ha llegado ahora.
Reencuentros, desposorios, en relación con lo que sois pero también con de
dónde venís o adónde retornáis. La Luz debe hacerse ahora totalmente. La
iluminación debe ser total en cuanto a vuestro origen, en cuanto a vuestra
Fuente, en cuanto a lo que vosotros sois. Conviene par esto dejar obrar en
vosotros las fuerzas de Luz que van poco a poco, a disolver, des cristalizar,
descoagular lo que vosotros por miedo, habéis cristalizado, la mayoría.
Conviene en esto no entrar en resistencia y dejar libremente a esta Luz
difundirse a través de vuestros canales, a través de vuestros circuitos, a fin
de hacer de forma que las diferentes etapas de pasaje sean facilitadas. Esto
debe hacerse de manera fluida, de manera simple, de manera auténtica. Conviene
estar a la escucha de los signos que no confunden, a la escucha de vuestras
propias percepciones.
Lo que va en el sentido de la alegría está en el orden de
lo Divino. Lo que va en el sentido de la resistencia, de la contracción, no es
Divino. La Fuente Padre/Madre no desea más que vuestra total expresión de
Fuente. Como emanaciones de la Fuente, Hijos de la Fuente, niños de la ley de
Uno, este legado y esta promesa os han sido significados desde siempre. Sólo la
opacidad y velos puestos por vuestros descensos progresivos en los velos de la
materia, en los repliegues de esta encarnación, han podido, a lo largo de
vuestras encarnaciones, alejaros aparentemente de esta realidad. Pero nosotros
hemos estado siempre aquí, también yo, como Reina de los Cielos y de la Tierra,
como las otras dimensiones por encima y por debajo de vosotros, han estado
siempre aquí para evitar aquello que pudiera perjudicar lo que sois. Incluso
los acontecimientos que habéis vivido con un sentido de sufrimiento, han sido
para revelar vuestro potencial de alegría.
Hoy, se os pide absolutamente alejaros firmemente, con
total claridad, con total conciencia, de lo que pudiera manteneros en esta
tristeza, en esta ausencia de alegría, porque la Fuente es Luz. La Fuente es
alegría y vosotros sois esta Luz. Conviene que os despeguéis de todo aquello
que va en contra de lo que sois, sea a nivel de la familia, a nivel
profesional, a nivel de vuestras ataduras. Todo lo que venga a contradecir lo
que sois realmente no es útil, no debe mantenerse más en vuestra silla, en
vuestro entorno. En efecto, en estos fenómeno que habíamos llamado en tiempos
de mi Divino Hijo “la resurrección” y que hoy, vosotros habéis con justa razón,
nombrado “la ascensión” y que llega a vosotros a grandes pasos, requiere que
lavéis vuestras vestiduras de Luz en lo que fue denominado la sangre del
cordero que es la sangre de la purificación de aquél que se sacrificó por
vosotros para que llegarais a ser vosotros mismos, vuestros propios Maestros,
para que no siguierais a un Maestro exterior a vosotros mismos, sino
simplemente conformaros a un ideal de Luz que en aquél momento, fue encarnado
por mi Divino Hijo.
En vosotros existe esa perennidad de Luz. En vosotros
existe la plena potencialidad de las estrellas. En vosotros existen cosas que
no demandan otra cosa que exteriorizarse, manifestarse, para haceros crecer en
los planos dimensionales y esto de manera indefinida. No hay límites a vuestro
potencial de alegría. No hay límites al desarrollo de la Fuente que sois. No
hay límites a la expresión de vuestro pleno potencial de Divinidad si no son
los que habéis puesto vosotros mismos. Nadie más que vosotros mismos, a nivel
de vuestra personalidad inferior, os contraría, nadie os obliga a cualquier
retribución de vuestras acciones pasadas, ni a cualquier sufrimiento. Por el
contrario, las resistencias que habéis establecido, ligadas a vuestros miedos,
ligadas a vuestros encierros, han estado en oposición con el factor de máxima
Luz. La Fuente inmanente y permanente de lo que sois no ha parado jamás, desde
vuestro alejamiento de la Fuente, de alimentaros de su Luz, y a veces, esta Luz
encontraba resistencias, manifestadas por vuestros miedos que hacían
congestionar, bloquear, vuestra evolución como evolución de niño de la Ley de
Uno. Ahora os conviene, en estos tiempos benditos, liberaros totalmente de
todos los condicionamientos, liberaros totalmente de todos los falsos Maestros,
de todos los falsos libre pensadores que os han inducido a caminos de
perdición, a caminos que os han impedido ver la Luz que eráis. Aquellos, decís
bien, tenían todavía más miedo de la Luz, estaban todavía más condicionados por
sus terrores interiores y han querido llevaros hacia sus propios terrores para
asegurarse a sí mismos de lo que no eran.
Hoy, vosotros sois totalmente libres. Es necesario que os
reintegréis en conciencia y en Espíritu, que comprendáis lo que sois, ese niño
de la Fuente, esa emanación de la Fuente, esa filiación suprema de esa fuente
de cristal inmanente que desde siempre y desde la eternidad y en todas la
dimensiones y en todos los espacios, alimenta, mantiene y estabiliza cada una
de sus emanaciones, en un número infinito de chispas de vida. En cada chispa de
vida, en cada alma manifestada, hay sea cual sea su mundo dimensional, la
totalidad del potencial inicial de la Fuente. Hay ahora un camino de retorno a
la casa, de aumento de vibración, de aumento de conciencia, de aumento de
dimensión que debe ayudaros a encontrar totalmente la alegría que nunca habéis
dejado de ser. Conviene que os liberéis de todo aquello que no sea Luz, de todo
aquello que no sea la libertad, de todo aquello que no sea el dominio, de todo
lo que no sea la libre elección de vosotros mismos. No hay precio a pagar por
la libertad, porque desde que la libertad está aquí, el precio parece muy
irrisorio una vez que se mira detrás de sí y que uno se ha despojado de todos
los oropeles y de lo que no lo que sois. Se os pide insistentemente franquear
este paso. Este primer paso que hará que os liberéis totalmente. El precio a
pagar es muy ligero en relación a lo que vosotros sois desde la eternidad.
Y si lo deseáis, vamos a proceder a un trabajo, juntos,
colectivamente de irradiación de energía en el corazón para ayudaros a abrir, a
percibir, a sentir la Fuente fundamental que sois. Para esto hoy me es posible
irradiar totalmente la energía en cada uno de vuestros corazones, en cada una
de vuestras almas, para permitiros gustar y permitiros osar hacer el primer
paso. Y, mis queridos niños, yo os pido ahora que dejéis agrandarse esta Luz
que brilla en el fondo de vuestro ser, solo ganaréis alegría y plenitud,
infinitud. Conviene ahora dar el paso del asentimiento, de aceptar y decir “sí”
a la totalidad de la Divinidad que sois, ahora, a medida que vayáis despertando
en vosotros esa dimensión del corazón.
Pregunta: ¿es todavía razonable estudiar las enseñanzas de los padres de la
iglesia?
Mi querido niño, lo que fue dado en un momento
determinado por los padres de la iglesia, correspondía a una realidad de
entonces en relación a un nivel de conciencia de la humanidad en ese momento
encarnada. Hoy, la única letra viviente (como decía mi Santo Hijo, cuando
decía: “el tiempo pasará pero mis palabras no pasarán”), la única realidad que
es válida desde siempre, son las palabras de mi Divino Hijo y no lo que han
hecho los hombres a través, ciertamente, de esfuerzos loables en ciertas
ocasiones (como sus construcciones) pero no obstante profundamente desviado y
transformado por su voluntad de poder en el seno de las iglesias, sean las que
sean. Sin embargo, conviene acercarse a las palabras de mi Divino Hijo y a la
experiencia de su vida porque esto no ha sido en vano. Todo lo que ha venido a
continuación, como siempre, no ha sido más que una transformación hábil de
aquellos que han querido controlar a la humanidad y la espiritualidad del
hombre. Así, es conveniente mirar todavía más precisamente las palabras de mi
Divino Hijo a través de sus enseñanzas y no a través de las enseñanzas de
aquellos que llegaron después porque estos estaban ya exteriorizados en la
temporalidad y no tenían ya la eternidad de las enseñanzas de mi Divino Hijo. He dicho.
Pregunta: ¿cuál sería la enseñanza de vuestro Hijo hoy?
Hoy, se resumiría en una frase: “ama y haz lo que
quieras”. Los niveles de percepción del ser humano hoy no tienen nada que ver
en absoluto con los niveles de percepción del hombre en el momento en que se
encarnó sobre la Tierra. El nivel de conciencia es profundamente despierto
incluso si vosotros no veis hoy que los contragolpes de una muy débil minoría
de la población humana que ha elegido deliberadamente dar la espalda a la Luz y
de involucraros en lo que no sois, eso hacia lo que vosotros no debierais
jamás, haber ido. He dicho.
Pregunta: ¿es posible que vuestro Hijo se reencarne de nuevo en nuestro
planeta?
En lo que concierne al Espíritu Santo de mi Divino Hijo,
de ninguna forma podemos hablar de reencarnación. E incluso lo que nosotros
hemos llamado, en mi tiempo, una encarnación, no es del todo exacto. El no ha
seguido las leyes de la filiación normal sino que ha sido engendrado por la
pura Luz en mi seno. Hoy sería irrazonable creer que aquél que partió sobre las
nubes vuelva de otra forma que sobre las nubes, es decir por la vía por la que
partió directamente en la Luz. Hoy, en la densidad, donde a pesar de las reglas
de vuestra conciencia, vosotros habéis entrenado vuestro planeta, ningún átomo
de sus gérmenes espirituales podría soportar el nivel vibratorio que habéis
inducido a causa de vuestros miedos, a causa de vuestras divisiones y
separaciones. En ningún caso, Cristo podrá reinsertarse en una forma. He dicho.
Pregunta: ¿cómo realizar lo que el alma desea?
Conviene para esto quedarse totalmente desnudo, vivir el
instante. Ese instante tan fundamental para permitir el alineamiento con la
Fuente no debe ser ni de esperanza ni de desesperanza, sino simplemente estar
en el instante presente, alinearse totalmente con la Fuente suprema. No hay
proyección hacia el futuro que permita encontrar la Luz. No hay referencia al
pasado que permita encontrar la Luz. Solo el instante, separado del tiempo, permite
esto. Es conveniente parar por el momento las proyecciones hacia el futuro o
las proyecciones que vienen del pasado. Conviene quedarse desnudo totalmente
ante la realidad última de la Fuente. Ser la Fuente, tomar conciencia de la
Fuente que uno es, requiere una liberación de todos los condicionamientos y de
todas las proyecciones. La vida de Luz no se construye más que en el presente
y en absoluto a través de clanes,
proyectos o certidumbres o condicionamientos ligados al pasado. Esto requiere
un trabajo de despojamiento, de simplificación, de simplicidad consigo mismo.
He dicho.
Pregunta: ¿cómo volverse a armonizar?
Mi querido niño, en ti hay una conexión a la Fuente.
Estando ya conectado a la Fuente y revelado a tu Fuente, te conviene pensar
claramente. En efecto si tú piensas en cosas que serían nefastas para ti, esas
cosas nefastas te hacen caer por debajo tan cierto como lo piensas. Conviene
afirmar esta Luz que tú eres, engrandecer esta Luz sin dirigir la conciencia a
tú pensamiento, a elementos de sombra que pertenecen al pasado sino sin
embargo, quisieran asaltarte y alimentarse de la Luz que tú eres. Te conviene
entonces estar centrado solamente en la Luz que tú eres, no conceder atención y
conciencia que sin falta tú atraes a partir del momento en que los evocas.
Estando conectado a la Fuente y siendo Fuente, si llamas a la sombra, si
piensas sombra, esta sombra tendrá el placer de venir y parasitar tu Fuente.
Conviene entonces adoptar una actitud de Espíritu que es la que vosotros
llamaríais positivismo, no de beato sino positivismo iluminado afirmando “yo
soy Uno”, afirmando la Unidad que eres, de forma que no deje lugar a que
cualquier sombra se manifieste. Que las sombras vengan de tu pasado o de un
pasado externo a ti, es indiferente. Afirmando tu Unidad a cada respiración en
tu vida tú impides que te atrape la sombra. He dicho.
Pregunta: ¿cómo ayudar a alguien a volver a la Luz?
Querida alma, es necesario que comprendas que tú no
puedes salvar más que a ti misma. A partir del momento en que enfrentes salvar
a otra alma entras en una lógica de dualidad porque no puedes más que pedir por
esa alma y en ningún caso actuar por ti misma. Si no tú te convertirás en lo
que se llama un salvador. Llevar el peso de otra alma es algo reservado a
algunas almas específicas mucho antes de su encarnación y que es un peso
enorme. Tu puedes pedir intercesiones, evidentemente, pero en ningún caso tú no
debes buscar actuar por ti misma porque esto entraña una división y una
dualidad.
Pregunta: ¿qué ocurre con las relaciones de familia?
Hay que comprender, querida alma, que las relaciones de
la familia, las relaciones del niño, son ciertamente muy importantes, a partir
del momento en que aquellos que tienen cargas familiares o cargas del futuro
del niño son iluminados por la Luz Divina. Si no es el caso, todos los procesos
ligados a la filiación, asociados a la familia son procesos de reclusión en que
cada adulto quisiera que el niño se le parezca o si no, al contrario, si su
vida ha fracasado, se dirige hacia otro camino que el que era el suyo. Nosotros
proyectamos sin pausa nuestros deseos (y digo esto a mí misma como madre. En el
momento en que mi Divino Hijo estaba encarnado entre nosotros, en ese momento
yo fui madre). Conviene que te acuerdes de lo que dijo en su cruz, dirigiéndose
a Juan: “Juan, he aquí tu madre” y dirigiéndose a mí misma: “madre, he aquí a
tu hijo”. Así, con sus últimas palabras, ha insistido sobre la noción de
responsabilidad, también a nivel espiritual: los lazos que estaban tendidos unos
en relación a otros pueden ser intercambiados. Sus palabras fueron mal
interpretadas incluso por mí, en aquella época, en mi vehículo de carne. Las
reglas establecidas, que hacen que esas reglas de filiación estén inscritas en
vuestro ADN, en vuestros esquemas sociales, en vuestros esquemas económicos,
deben morir. Yo no os pido hoy, despedir a vuestros hijos, deshaceros de todo
lo que no os guste sino simplemente soltar los pesos, las ataduras que os
habéis puesto. Os corresponde saber aquello hacia lo que deseáis ir. ¿Queréis
permanecer condicionados? Esa es vuestra libertad. ¿Queréis ir hacia la Luz?
Esta es vuestra libertad también. Os corresponde hacer vuestras elecciones,
osar hacer vuestras elecciones. Ciertamente el ser humano tiene por costumbre
preferir la certidumbre material, afectiva. La certeza de un tejado, la certeza
de saber que su dinero le permitirá comer. Pero en un momento dado en la vida,
se os pide enfrentaros a lo desconocido, dirigiros hacia vuestra libertad
ineluctable de alma. Si los miedos os atrapan, si los miedos os condicionan, es
que no estáis preparados para ir hacia la Luz. He hablado.
Pregunta: ¿cómo ayudar a un alma atraída por la “sombra” a encontrar la paz
y la Luz?
Querida alma, es bueno para algunas almas que se dirigen
deliberadamente hacia la sombra, comprender por ellas misma. En ningún caso,
nosotros podemos intervenir (ya sea desde mi plano o desde planos mucho más
altos o eventualmente, desde planos más bajos) nosotros no podemos ir al
encuentro del libre albedrío de cualquiera. Así, esta alma ha decidido explorar
caminos un poco alejados de la Luz, diríamos, y por contrato ha decidido
oscurecerse para experimentar un poco más las fuerzas involutivas. Esta es su
decisión libre. Comprenderás que ni tú, como salvador, ni nosotros como
salvadores en nuestros planos, podemos interferir con el libre albedrío de esta
alma. Nadie puede violar el libre albedrío de nadie. Así es la Luz. No puede
más que alcanzar a cada alma, a cada ser, a cada dimensión, se revela a sí
misma, a su propia Luz. Y en ningún caso nosotros podemos ni debemos, violar
este libre albedrío esencial. Es la única libertad que nosotros tenemos. He
dicho.
Pregunta: ¿cómo ayudar a alguien que está sufriendo?
Lo propio de cada alma encarnada en esta Tierra (que es,
en esencia y por su descenso dimensional de ser, dividido y separado de todas
las otras almas, al menos en apariencia) es desear creer que puede y debe
ayudar a aquellos que están en relación con ella, que esta ayuda es necesaria,
importante. Mi Divino Hijo decía: “ama a tu prójimo como a ti mismo”, pero la
palabra amar no tiene nada que ver con la ayuda. Amar es: dejar libre. Amar es:
permitir al otro revelar su propia Luz a través de la radiación que uno es sí
mimo. La conciencia colectiva que os espera en la próxima dimensión está ligada
a la comprensión de este hecho fundamental entre el amor y la ayuda. Aquél que
quiere ayudar se sitúa en una lógica que de lo que vosotros llamáis un salvador
y necesariamente el otro está situado en el lugar de la víctima. Mientras que
estéis en la dualidad, no podréis estar en el Amor. El Amor es un estado de ser
que se basta a sí mismo y que no encara otra cosa que su propia irradiación y
su propia adhesión a la Fuente. A partir del momento, querida alma, en que estés
totalmente vinculado a tu Fuente y totalmente en esa certidumbre de tú eres,
ese simple hecho de ser hará que cada alma sea irradiada con esta Luz y
beneficiarse de tu radiación. En ningún caso, la ayuda puede venir de niveles
financieros, de niveles afectivos o niveles materiales sino que viene de la
cualidad de ser que habréis logrado y que seréis. He dicho.
Pregunta: ¿es adecuado pediros gracias?
Sí, es totalmente justo pedir gracias porque la gracia
llama al respeto del libre albedrío. Si esta gracia no es obtenida esto no
quiere decir que no habéis sido escuchados sino simplemente que el libre
albedrío de la persona para la que vosotros pedís una gracia no corresponde en
absoluto al plan de Vida que está previsto para esta alma. Nosotros no podemos
aportar la ayuda más que en el momento en que un alma acepta volverse hacia
nosotros previamente. Es cuestión aquí de plano dimensional. Un alma que
evolucionara en los planos dimensionales cada vez más densos de la encarnación
y que, en un momento, fuera saturada de la experiencia negativa de la
encarnación, podría eventualmente volverse hacia la Luz pero no tendría los
medios vibratorios de acceder a la Luz. En ese momento si un alma, un poco más
alta en los planos dimensionales, pide una gracia para esta alma, obviamente
nuestra mirada es atraída por esta alma que tiende su alma hacia nosotros. En
ese momento, nosotros podemos efectivamente generar esta ayuda, generar esta
Luz de gracia. He dicho.
Ahora si lo deseáis, queridos amigos, querido niños de
Luz, voy a daros mi bendición y todo mi Amor. Repito, estad seguros de lo que
sois. Estad seguros de que sois la Luz auténtica, que sois niños de la Fuente.
Yo os amo. Yo os bendigo y yo os digo hasta pronto. Sed bendecidos.
Original en Francés: www.autresdimensions.com
Traducción: Susana Milan
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