Programa de texto a voz para oír el mensaje
Original en francés
www.autresdimensions.com
Canalizado por: Jean Luc Ayoun
Transcripción: Véronique Loriot
http://mensajes-del-espiritu.blogspot.com
http://mensajes-del-espiritu-2010.blogspot.com
Traducción: Hedyn Núñez
Audio cortesia de Alicia Botero Toro http://hallegadolaluz.blogspot.com
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Transcripción: Véronique Loriot
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Traducción: Hedyn Núñez
Audio cortesia de Alicia Botero Toro http://hallegadolaluz.blogspot.com
GEMA GALGANI
10 de Mayo
de 2012
Soy GEMA GALGANI, Hermanas y Hermanos, aquí y
en otra parte, estoy con ustedes. Me expreso como Estrella UNIDAD y actuando en
el Manto Azul de la Gracia. Vengo, hasta cierto punto, a proseguir lo que dijo
mi Hermana MA, vuestra Hermana (MA ANANDA MOYI). Vengo a decirles de osar ser
nada, para ser Todo. Eso completará lo que ya dije sobre la Unidad, en mi
experiencia, así como en la Humildad y la Simplicidad.
Ser nada, es ya no resistir. Es descubrir y
vivir la Transparencia. No detener, ni retener nada, sobre este mundo. Es
resultar lo más espontáneo posible. Dejar pasar, a través de la vida, la
verdadera Vida. Hacerse muy pequeño, ya no existir, para fundirse en esta
Eternidad, para fundirse en la Luz. Desposar el CRISTO. Desposar la Luz.
Desposar el Doble. Volverse uno mismo esta Transparencia. Aceptar de no
reivindicar nada. Ya no tener ningún lugar en este mundo, para tomar todos los
lugares más allá de este mundo. Hacer cesar toda reivindicación, toda necesidad
de apropiarse, de poseer, con el fin de no ser poseído, por lo que se posee.
Dar todo de sí, ya que sólo de esta forma es que viven este Todo (como se los
dijo mi hermana MA), que pueden probar esta satisfacción, esta satisfacción
total, esta Alegría suprema, mucho más allá de todo Samadhi. Esta Alegría, más
allá de la alegría, que es una risa, porque descubrieron la Verdad,
descubrieron, de alguna manera, el vaso de las rosas. Osar ser nada, es decir
estar libre de todo peso, aligerarse por sí mismo, de todo los pesos, que
habían sido mantenidos y nutridos. Eso es ser Viviente, y auténtico. Es
desposar el Cristo. Es desposar el Doble que viene a vuestro encuentro. Es
desposar al Sol. Desposar la Vida y sobre todo desposar la Libertad. ¿Son
ustedes libres? ¿Quieren ser Libres? Atreverse a no ser nada en la superficie
de este mundo, sin lucha, sin combate, sin lugar a tener o mantener, sin papel
o función que desempeñar, y sin sufrimiento. Porque atreverse a no ser nada,
los libera, de manera evidente, de manera total, de todo peso, de todo
compromiso y sobre todo, de toda Ilusión. Osar no ser nada es, ante todo, la
única manera de ser todo y de ser Absoluto. La Unidad es un acercamiento en el
seno de la Luz blanca, donde ven la Luz blanca. Les resta convertirse en esta
Luz blanca y no ser ya otra cosa que esta Luz blanca, que engloba toda creación
y todo a crear. Ir hacia la nada, para ser Todo, es exactamente lo que han
dicho otras Hermanas, otros Hermanos (sean los que fueren los horizontes de
donde vinieron), habiéndoles permitido extraerse de todo lo que era denso y
pesado, de toda Ilusión.
Es a ustedes que corresponde hoy, osar ser
nada, osar abandonarse, y abandonar incluso, toda voluntad, toda
reivindicación, dejar trabajar lo que sabe mucho más que ustedes, en este
cuerpo, en esta persona. Eso permite a la Verdad de establecerse: la que les
satisfará, la que la dará a beber y que hará que, más nunca tengan sed, que les
dará a beber el agua de Vida Eterna, la que quita todo sufrimiento y todo
miedo. Osar ser nada, es ser Todo. Es pasar allí donde no hay paso. Es
establecerse en lo que siempre estuvo establecido. No buscar nada, no
comprender nada, y con todo, todo se encuentra, todo se comprende, más allá del
mental, más allá de la vida habitual sobre este mundo. Osar no ser nada, es
tomar el riesgo de perderlo todo. Es tomar el riesgo de ya no existir, para ser
por fin la Verdad. Ya no mantenerse fuera de lo que sea. Hacer suya la Eternidad.
Hacer suya la Paz Suprema. Para eso, es necesario entregarlo todo. Para eso, es
necesario darlo todo, abandonarlo todo. Dar un paso hacia la Luz, y ella dará
diez hacia ustedes. Dar un paso hacia CRISTO, el dará cientos hacia
ustedes. Eso es de tal Simplicidad, de tal Humildad que jamás la arrogante
personalidad lo aceptará. Es necesario osar ser eso para devenir Transparente,
para devenir eso que jamás cese, para devenir lo que siempre ha sido y de lo
que cada uno de entre nosotros, en la encarnación, ha salido un día (por las
puertas del sufrimiento, por las puertas de la división). Osar no ser nada, es
poner fin a todo lo que sufre, a todo lo que está en pena, a todo lo que es la
falta, porque nada en este mundo podrá saciarles, de manera definitiva. Porque
nada, en este mundo donde están, podrá aportarles alguna satisfacción duradera.
Sólo el Amor es durable. Sólo la Verdad es Eterna. Osar no ser nada, aquí, es
ser Todo, por todas partes y aquí. Borrarse sin renunciar. Borrarse de toda
persona. Borrarse de lo que es efímero. Vivir por fin la Eternidad (lo que mi
Hermana nombró Shantinilaya) es hoy, una realidad total y accesible, más
fácilmente que antes. Lo que se había separado, los Velos de la Ilusión, son
cada vez más evanescentes y desapareen. Están en la aurora de un nuevo día, al
alba de este último día: él se eleva. Vuestro cuerpo lo siente. Vuestra
conciencia lo experimenta, también.
Recuerden que no tienen nada que recorrer.
Recuerdan que no hay esfuerzo alguno que hacer. Es todo cuestión de osadía.
Sólo de no resistir. Sólo de dejar trabajar, dejar hacer, dejar ser. Los
Ancianos a su turno, hicieron hincapié, en “estar tranquilos” y en “dejar
hacer”, porque, efectivamente ahora, es la única cosa posible y que será
posible, cada vez más de hacer. Ninguna otra cosa podrá ser posible. Sólo les
quedará, osar Ser, osar no ser nada para Ser Todo. Es el mismo osar:
simplemente, atreverse a no ser nada, es también atreverse a ser Todo. En la
Humildad, en la Simplicidad, en la Transparencia, en la espontaneidad, en la
Infancia. Algunos llaman a eso el Niño Interior, el que ríe a carcajadas porque
no es afectado por ningún peso, por ningún sufrimiento. Si son afectados,
salieron de vuestro Niño Interior. Si son pesados, salieron del Niño interior.
Atrévanse a volver, atrévanse a colocarse de nuevo allí. Atrévanse no hacer
nada. La Luz se encarga de todo, integralmente. La Luz es Inteligente, lo
saben, lo viven. Ella es Gracia, abundancia, evidencia. Cualquiera que sea el
cambio que les propone este mundo, será de todas formas feliz porque en
definitiva, no hay más que eso, afortunadamente. Sólo la mirada de la
personalidad puede hacerles creer en una pérdida, un abandono, pero nada de
todo eso puede ser verdadero. Como lo dijo mi Hermana, son la Belleza, más allá
de todo lo que puedan suponer, más allá de todo lo que pueden imaginar o soñar.
Les queda por lo tanto osar: osar no ser nada, osar ser Todo. Eso no requiere,
de ustedes, ninguna dificultad. Solo quien es limitado cree que es difícil
e inaccesible. Todo está en ustedes, absolutamente todo.
Para osar no ser nada, la verdadera soberanía,
es ésta: es no depender de nada de este mundo. Por supuesto, este cuerpo se
nutre de este mundo (este cuerpo y lo que son), se nutre con las relaciones que
establecieron, pero entiendan que la Luz es Todo, absolutamente Todo. Y para
establecerse en esta morada de Paz suprema (como la nombró mi Hermana MA), es
necesario dejarlo todo. No en el sentido de abandonar los unos, y los otros,
sino dejar todo lo que creen, dejar todo de lo que es efímero, (ver las
intervenciones de BIDI), el último interviniente que se expresa y ayuda.
Si dan un paso hacia la Luz, la Luz dará diez
hacia ustedes. Si dejan vuestros miedos y dudas, constatarán que la Paz va a
instalarse, de manera cada vez más evidente, cada vez más presente, cada vez
más tiempo, y cada vez más potente. No deben hacer nada. Deben estar de
acuerdo, de un “sí” honesto y masivo, a la Luz Cristo, a la Unidad, a la Verdad
y a la Belleza. Ninguna otra cosa es necesaria. Ninguna otra cosa es deseable.
Cuanto más osen no ser nada, se convertirán en Todo, porque la nada se
convierte en el Todo. Lo que se vacía, en alguna parte (o que parece vaciarse),
en realidad, no hace otra cosa que llenarse con la abundancia y con esta
Belleza. Todo lo que es limitado va a hacer lo que es su papel, es decir:
impedirles, ponerles, si se puede decir, palos en las ruedas. Incluso si estos
palos no existen. Decidan colocarse en la Vida. Decidan atreverse y atrévanse.
A partir de este momento, vuestra vida se volverá la verdadera Vida, y no la
que han querido, deseado, deseado o refutado. No hay ningún peso que pueda
permanecer en la Luz. La Luz disuelve todo lo que es denso, todo lo que es
pesado. Ella establece la Alegría. Y ustedes son la Luz. Cuando la Alegría se
establece, en permanencia (y no, simplemente, como un estado que va y que
viene), entonces Shantinilaya está allí. Todo está lleno, todo es pleno. Nada
puede ya vaciarse, nada puede desaparecer, porque justamente osaron no ser
nada. La vida se vuelve, para ustedes, una gracia total, donde todo es
evidente, donde todo es simple, donde todo es fácil. No hay esfuerzos que
hacer, en la Unidad, en el Absoluto. Hay solamente que ser el Todo.
Atrévanse. Atrévanse y constatarán, por ustedes
mismos, lo que es, pero deben atreverse. Nadie puede atreverse, allí, en
vuestro lugar. La Alegría se nutre con la alegría. La alegría refuerza la
Alegría. La tristeza refuerza la tristeza. El miedo refuerza el miedo. Si se
atreven a ser lo que son, nada y todo aquí, y en todas partes, los
colmará, colmados de gracia, colmados y saciados de alegría. Saturados de
felicidad, colmados de la Unidad, colmados de vuestro Doble, colmados del Sol.
Pero, para eso, es necesario dar todo el lugar, y vaciarlo de todo lo que no es
eso. Deben soltar, es necesario aflojar todo lo que pudieron creer, todo lo que
pudieron construir. Es necesario abandonarse a la fuente de ustedes mismos. Van
a descubrir la risa, porque la Vida es reír, no la que viven sobre este mundo,
no la risa que experimentan sobre este mundo, que depende siempre de algo
exterior. Aquí, la risa va a nacer de sí misma, de la Eternidad, de lo que Son,
y no de otra cosa. Si aceptan estar en esta confianza, si aceptan atreverse,
más nada será como antes, porque habrá, efectivamente, un antes y un después.
No podrán ya tener miedo, incluso de vuestra propia desaparición. No podrán ya
tener miedo de nadie, o de quienquiera, o de cualquier cosa. La ilusión habrá
sido vencida. Serán eternos y serán la Eternidad, incluso si este cuerpo
permanece aún un tiempo. Se vaciarán de todo, de todo lo que no es risa.
Se encontrarán a sí mismos, en la ligereza de la Eternidad, y del reír, en
espacios donde todo eso que es emprendido por la Luz, converge y mantiene la
permanencia de la Paz, de la Alegría y del reír, sin plantearse preguntas, sin
depender de algo. Para eso es necesario osar no ser nada. Osar no es un acto de
voluntad, es un acto de fe absoluta. Entera, en la Verdad y lo inefable. Es
cesar de darle vuestro crédito, vuestra mirada, a lo que es efímero, a lo que
existe solo sobre este mundo. Eso no es refutar, eso es aceptar todo. Es
exactamente eso.
Osar no ser nada les conduce al Absoluto,
porque se vuelven lúcidos incluso sobre la naturaleza de lo efímero que no es
más que resistencia, sufrimiento y oposición al Eterno. Es volverse ese Corazón
radiante y palpitante que no pide nada, que no produce nada, y que con todo
irradia y palpita. Es devenir la Eternidad y la risa. Tenderse hacia eso, como
decía mi hermana HILDEGARDE, es también Abandonarse. Abandonar toda lucha,
Abandonarse uno mismo, Abandonar el Sí, es entrar en Sí mismo, más allá del Sí.
Es mucho más que estar simplemente Presente. Es ser más que la Presencia. Es
Estar por todas partes. El tiempo de esta Tierra va a pedirles osar. El tiempo
de esta Tierra va a hacerles asumir el frente a frente, tan temido y tanto
esperado. Solo ustedes, tienen, de alguna manera, entre manos, y en
el corazón, el conjunto de las claves. Corresponde a ustedes interpretar la
partitura. ¿Dónde se colocan? ¿Qué se atreven a ser o que se atreven a parecer?
La naturaleza esencial, y la esencia de cada uno de nosotros, es Reír y
Danzar, sin ningún límite, ninguna dificultad, exactamente lo opuesto y lo contrario
de este mundo. No pueden encontrar la Risa o la Danza Eterna sobre este mundo.
Salvo si lo encontraron en otra parte, es decir, no siendo nada de aquí.
Entonces, qué pasa a ser este cuerpo, esta persona (que eso sea en un tiempo
muy corto o un tiempo más largo), no son ya tributarios de eso. Son, real y
concretamente, el Absoluto. Son la Risa, son la Danza. Aunque vuestro cuerpo
esté inmovilizado por una enfermedad, siguen siendo la Risa y la Danza. Que se
les corte una mano o que se les mate, que se ponga fin a este cuerpo,
permanecen siendo la Risa y la Danza, porque éstas son eternas. La Vida, la
Luz, que vienen sobre este mundo, vienen a recordárselo, a despertarles, porque
dormían y no sabían que la hora llegó de despertar, que llegó la hora de reír y
bailar. El Manto Azul de la Gracia les invita a manifestar la Gracia, a pasar a
ser, ustedes mismos, el Don de la Gracia. Deben dar lo que recibieron,
totalmente. Deben ser Transparentes. Este “deben ser” es una invitación,
no hay ninguna obligación. Están invitados al Banquete celestial,
invitados a vuestra Eternidad. Todo los llama. Vean eso. No hay nada que
atender aparte de esta llamada: la de la Eternidad.
Atrévase a no ser nada y serán la Risa y la
Danza. Ustedes son la Morada de Paz suprema. Son Absoluto. Son Unidad. El cielo
viene a abrazarles, en un abrazo de Amor, de Reír, de Alegría y Danza. Este
abrazo viene a invitarles a Ser más allá de la existencia, a Estar más allá de
lo que limita y encierra. La Luz viene a pedirles vuestra respuesta, viene a
Desposarles. ¿Quieren ustedes Desposar a la Luz? En caso afirmativo, entonces,
atrévanse a no ser nada. No tengan más temores, porque el temor es un peso. El
Manto Azul de la Gracia, cada día y cada jueves depositará, si se puede decir,
una capa sucesiva de Luz que se añade a las otras, volviendo cada vez más
perceptible la Onda de Vida, y también el descenso de la Luz. Sobre el punto ER
de la cabeza y sobre el punto OD de vuestro pecho, debiendo solucionar y
alquimizarse, ellos también, en vuestro pecho, en el centro de la lemniscata
sagrada. Allí también, hay una Boda para el que se atreve a no ser nada, un
Matrimonio Eterno: el de la libertad, el de la Eternidad. Allí donde se
encuentra la indecible e inefable felicidad de la Risa y la Danza. Atrévanse a
no ser nada, ya que todo eso se desarrolla, aquí mismo, no es otra parte, no en
otro tiempo, sino aquí mismo. Sean humildes. Sean verdad. Sean transparentes.
Sean el Niño, sean la providencia. Allí, está la Alegría. Allí, está la risa.
Allí, está la danza. Y allí, es la Eternidad: lo que no muere nunca, lo que no
puede, sino nacer en cada respiración, a cada momento de este tiempo,
como de todo tiempo, de este espacio como de todo espacio. La llamada de la
Onda y la llamada de la Luz es una Don. Porque son el Don, en vuestra
Eternidad. No retengan nada. Atrévanse no ser nada. Vivan lo que son. La Luz no
les pide nada: ella les propone ser ustedes mismos, les propone la Risa, la
Danza, la Alegría, y no otra cosa. Porque todo está allí: en la Risa, la Danza
y la Alegría. La Danza de la Onda, la Danza del cuerpo de Etreté en el Sol y en
las Dimensiones, la Danza de la Vida, la de la Onda que ondula y ondea, la que
tiembla en vuestro Templo, la que se estremece al límite de vuestra piel, al
límite de este cuerpo.
Recuerden lo que son. No son nada de lo han
creído. Nada de lo que se les dio a ver en este mundo. No son tampoco,
las historias que han vivido. Son solo la Belleza y la Luz. Eso es Todo.
Acepten y osen no ser nada y la Alegría será vuestra Morada. La risa y la Danza
serán vuestra manifestación en los espacios del Etreté, en el encuentro del
Doble, y en todo encuentro, porque se encontraron ustedes mismos, sin falsos
pareceres, sin falsas huidas, en toda Transparencia y en toda legitimidad. He aquí
eso que la Luz viene a decirles. Vienen a decirles lo que Son. Viene a decirles
la Risa, la Danza y la Alegría. Viene a decirles vuestra Eternidad. Viene a
decirles la Belleza.
Más allá de la Ilusión de este mundo, eso que
nosotras vemos, son Seres magníficos. Seres de Luz, semillas Estelares,
ancladores de Luz, hijos de la Unidad, Seres de Radiación y de Transparencia.
Ninguna otra cosa es Real: sólo eso Es. Que no es solamente vuestra herencia,
ni un devenir. Es la Verdad que no ha cesado jamás de existir y que no ha
podido desaparecer. Hoy, están ustedes convidados al Banquete celestial
de vuestros encuentros. Osen no ser nada, de lo que han creído, de eso que
habían imaginado sobre este mundo, y vivan la Alegría, la Risa, y la Danza. Es
eso que ustedes son, si bien por el momento, no puedan aceptarlo, ni rozarlo.
Guárdenlo en alguna parte de ustedes porque es la única Verdad. No hay otra, ni
existe ninguna otra. La radiación del Cónclave, les dice de hacer resonar eso
en todas las estructuras de ese cuerpo, llegando a hacerlos Vibrar, temblar y
estremecer. La hora ha llegado de levantarse, de elevarse en la Verdad.
Atrévanse!! El Manto azul de la Gracia es todo eso. Este velo de Luz
devela totalmente la Verdad del Ser. El Manto Azul de la Gracia disuelve toda
sombra que podría estar todavía presente y todo cuerpo que podría incomodar o
frenar el Ser.
Soy GEMA GALGANI, la Estrella UNIDAD, que está
en la fuente del Espíritu, del Atman, de esta chispa divina. Ustedes no son
solo la chispa, son el brasero y el conjunto de las chispas: este Absoluto del
que se les habla. Les propongo, juntos, acoger este Manto Azul de la Gracia en
este cuerpo. Atrévase a acoger. Eso será mi manera de expresarles la gratitud
de vuestra presencia, con mi presencia, en la Ronda de la Risa y la Danza.
... Compartir del Don de la gracia…
Les digo hasta pronto, cada jueves, cada noche,
el conjunto de mis Hermanas va a estar en ustedes, se habrán convertido en
nosotras, así como los Ancianos. GEMA les saluda. GEMA les ama, en la Eternidad.