ANAËL
13
mayo 2009
Cuestión: ¿cuál es la diferencia entre la guía y la
telepatía?
La guía es
diferente de la telepatía. Cuando hablas de telepatía, mencionas necesariamente
a una emisora y a un receptor, mientras que la guía menciona un confianza pero
hacia la Unidad, hacia tu Presencia consciente. La confianza y la guía son las
dos palabras más adaptadas para definir y entender lo que quieres decir. La
mejor guía y confianza no está, aunque eso es útil, en la comunicación con otra
entidad, incluso un Ángel Encargado. La mejor confianza y guía es la que viene
de tus propias profundidades como un acuerdo, como una verdad experimentada
profundamente y que procura aún más un estado de alineación, de certeza,
independientemente de todo concepto de juicio o percepción intelectual pero que
es verdaderamente como una evidencia. La confianza es una evidencia. Eso forma
parte del aprendizaje, de la experiencia.
Cuestión: ¿experimento tensiones en el cuerpo, cómo
ayudarme a liberarme? Continuando
sobre un concepto muy general que no te es específico, las tensiones del cuerpo
son tensiones que vienen, obviamente, por otra parte. La otra parte no es otra
parte de ti sino un plano mucho más sutil. Las tensiones expresando una divergencia por relación a la alineación. Estas tensiones toman a menudo su fuente en
otra parte temporal que no concierne al tiempo que ustedes llaman “presente”,
el tiempo del instante. Sin embargo la naturaleza humana está de esta manera hecha que el tiempo pasado se
imprime en vuestro tiempo presente y bien a menudo sobre su tiempo futuro. Eso viene de una forma de incapacidad a
conectarse a vuestro presente y a vuestra Presencia. Si ustedes se conectan a su presente y a su
Presencia, la influencia de su pasado no puede perturbar su presente. Lo que los mantiene en la ilusión de la
Presencia de este tiempo pasado no es más que los apegos creados por ustedes
mismos, por las razones que les son propias pero que no son nunca las buenas
razones. La capacidad para volver a
entrar en el presente y en vuestra Presencia es la clave de la desaparición de
sus tensiones proviniendo de vuestra historia y de vuestra leyenda personal.
Están, la mayoría, por lo que son y por el mundo en el cual evolucionan,
apegados a vuestra leyenda personal. La
leyenda no es más que una leyenda. Ella
pertenece a un tiempo que no existe más y que por lo tanto se manifiesta en
vuestro presente. Lo que significa, actualmente, que no están totalmente en
vuestro presente porque estando totalmente en vuestro presente, la Presencia se
revela y no puede ocasionar la tensión.
El problema es que ciertas de vuestras herramientas que les han servido
para desplazarse y para evolucionar en el mundo en el cual viven, pasan a ser,
en el momento donde se inclinan sobre vuestra espiritualidad y vuestra Esencia,
los obstáculos, precisamente a su liberación. El
presente es Presencia. Presencia a sí-mismo y no Presencia a su leyenda o a su
historia, sea ella alegre o difícil. La adhesión a vuestra historia o a
vuestra leyenda los aleja de vuestro presente y de vuestra Presencia.
Pregunta: ¿Cuales son las herramientas que nos alejan
de nuestra presencia?
No son
herramientas exteriores, son sus herramientas para desenvolverse en este mundo,
que ustedes han creado para avanzar en
este mundo. Las herramientas siendo concebidas no como exteriores a ustedes
sino interiores a ustedes mismos, es decir la estructura mental, la estructura
emocional, los funcionamientos de la dualidad interior a su propia Presencia en
esta realidad, no las herramientas exteriores.
Lo que ustedes llaman problema, lo que llaman enfermedad, lo que llaman
tensión, son en definitiva el resultante de sus propios compromisos a sus
apegos. Si, por un milagro, por una
experiencia, llegan a vivir el no apego, toda tensión, por lo tanto toda
enfermedad desaparecen instantáneamente.
La enfermedad no es más que la resultante del juego de la dualidad en el
seno mismo de vuestra dualidad. La enfermedad
puede ser de diferente causa pero nunca se ha visto, no han visto jamás, una
enfermedad que pueda estar vinculada, de manera directa, al presente. Una enfermedad está siempre inscrita en la
trama de vuestra leyenda personal, en un momento dado que no es el presente.
Incluso lo que llaman un accidente, una casualidad, no es en realidad más que
el fruto y un resultado de vuestra propia historia. Pero no son vuestra
historia, no son vuestras experiencias, son más que eso. La limitación de la
encarnación les hace adherirse a una creencia.
Algunos llaman eso una matriz, al menos ella alegre o difícil.
La adhesión
en el seno de la cual evolucionan, a la cual han decidido adherirse. En esta matriz, ustedes son obligatoriamente
el resultado del instante pasado y no el resultado del momento presente. La dificultad viene del hecho, cuando,
adhiriéndose a esta matriz, han ocultado el hecho de que no pertenecen a ella. La matriz se volvió, hasta cierto punto, tan
tangible, tan real en vuestra consciencia (y les garantizo que no existe a
partir de un cierto punto de vista) que les hizo construir y elaborar las
estrategias cada vez más complicadas, cada vez más pesadas correspondiendo al
agobio. Han confundido el agobio y el camino.
El agobio, la densidad, la materialidad mantienen un principio general
constante, en vuestra dimensión que ustedes han llamado acción-reacción. Acción en un sentido implicando sistemáticamente
una reacción, que esta esté en el mismo sentido o en otro. Mientras funcionan bajo este principio,
siguen siendo parte involucrada de la matriz. No es suficiente, no adherirse
para escaparse, por supuesto, si no salirse sería extremadamente simple. Así
pues, la enfermedad no hace más que ilustrar, en vuestro organismo creado, la
realidad de esta acción-reacción. La
salida de la matriz, la salida de sus enfermedades, la salida de sus tensiones
solo puede realizarse aceptando que la acción-reacción no es ni deseable, ni
imponible, ni incluso una realidad. Es
más bien un cambio de visión, desde un punto de vista más bien una revolución de la consciencia
significando que, para salir de eso, deben colocarse completamente, en plena
consciencia, bajo la influencia de otra ley y de otro mecanismo de
funcionamiento. Sin
embargo, el aprendizaje y la repetición de las experiencias y de vuestras
historias personales a conducido vuestra consciencia incluso a aislarse cada
vez más en el seno de la densidad que viven y de hacerlos adherirse total e
indefectiblemente a esta ilusión.
Pregunta: ¿en ese caso, cual es el futuro de la
terapia en general?
Todo depende
del futuro que hayan elegido a título personal.
La terapia, el acto de curar, implica necesariamente la creencia en la
enfermedad. Salir de la enfermedad es
pues salir de la acción-reacción para entrar nuevamente bajo la influencia de
otro mecanismo de funcionamiento, escapando a la trampa de la matriz. Así pues, uno no puede definir una evolución
común del concepto de terapia que solo es función, en definitiva de vuestra
propia elección. La terapia persistirá
mientras que exista la acción-reacción.
Ella es parte predominante de vuestro modo de funcionamiento bajo la
influencia de la matriz. La terapia es
por lo tanto, ella también, un acto de oposición. La terapia va por lo tanto a oponerse a la
enfermedad. Cualquiera que sea su mecanismo de acción, ella trata de borrar o
transcender, poco importa, una noción de tensión, de sufrimiento o de enfermedad,
por la contribución de algo viniendo a contrapesar una acción. Se trata siempre pues de una acción-reacción
y en consecuencia de un principio general que causa y que mantiene la dualidad. Por lo tanto no quiero decir, obviamente, que
es necesario dejarse morir, pero, sin embargo conviene integrar que la terapia
participa en el mantenimiento de la matriz cualquiera que sea la terapia
considerada, que esta pertenezca y obedezca a las leyes de la densidad, como la
terapia perteneciendo a los ámbitos mucho más sutiles.
El resultado
todavía es implicar una reacción por relación a una acción. La enfermedad pudiendo ser descrita como una
acción, la terapia, ella como una reacción a la acción de manifestar una
enfermedad, cualquiera que ella sea, o una tensión, incluso en el caso de
enfermedades que serían causadas por un factor exterior a ustedes. La enfermedad implica una reacción.
Generalmente, el ser humano concibe la enfermedad como un factor de
rebasamiento o transcendencia. Mencioné
anteriormente el concepto del aguijón. Conviene comprender bien que mientras el
aguijón sea necesario para hacerles avanzar, este existirá. Sin embargo, la enfermedad permanece
permanentemente bajo la influencia de la acción-reacción.
Pregunta: Incluso si esta terapia es una radiación de
Amor?
En ese
momento allí, no es una terapia. El
estado de ser induce un cambio de paradigma.
Este cambio de paradigma puede tener un efecto que calificarían
fácilmente de terapéutico. Sin embargo, no se trata allí de una reacción, se trata
de una transcendencia que va en el sentido de la salida de la acción-reacción.
No hay en absoluto el mismo efecto de la aplicación del Amor en la desaparición
de una enfermedad. El Amor que implica
una desaparición fuera del espacio tiempo habitual (es decir, instantáneo y no
lineal) de una enfermedad, lo llaman un milagro. El Amor supera su historia personal. La gracia en ese momento, hace posible la
curación. Pero el objetivo del Amor que
se manifiesta, en este momento de esta gracia, no es la curación. La curación
ocurre porque no tiene ya su razón de ser. La enfermedad no tiene ya su razón
de ser. Esto que es otra cosa que
considerar el Amor como un acto de terapia.
Hablar o considerar el Amor o la Ayuda o el Servicio como un acto de
terapia es también una forma de acción/reacción. Por otra parte, deben diferenciar de manera
formal, llamemos eso un terapeuta que intervendría por amor, por compasión, por
sentido de deber o por sentido del servicio sobre otro ser humano, incluso por
los caminos e inclinaciones que calificaría de espirituales, como el rezo por
ejemplo. O, obviamente, no pasa nada, lo que es totalmente posible, o hay una
puesta en marcha de una forma de curación que sigue una escala de tiempo, en
cuyo caso, no se trata de un milagro sino una vez más de una
acción-reacción. Solo la transcendencia
de la curación en la instantaneidad, que llaman milagro, se convierte en ese
momento, realmente, en un acto de Amor.
Pregunta: ¿Qué es lo que puede ayudarnos a avanzar
hacia el abandono sin hacer intervenir el mental?
Avanzar
hacia el abandono firma, en la simple declaración de esta frase, que el enfoque
del abandono es mental. El abandono no
está absolutamente, lo comprendieron, al menos lo espero, en un acto
mental. El abandono no puede ser una
estrategia que se elabora o se construye. El abandono se incorpora a eso que he
llamado un umbral de confianza y un umbral de consciencia. El abandono participa en la salida incluso de
vuestra matriz y por lo tanto la salida de vuestra historia, de vuestra leyenda
personal a través de la acción-reacción y el acceso a lo que llamaría la acción
o el estado de gracia. No hay camino que conduzca al
abandono ya que mientras imaginen un camino ponen una distancia más o menos
larga, más o menos dura a recorrer, para llegar al abandono. El abandono obedece a la noción del umbral. El abandono es una salida, como lo decía, de
vuestra historia personal y por lo tanto una salida de la influencia de vuestro
propio pasado sobre vuestro presente. El
abandono corresponde a volver a entrar en la Presencia. Esta Presencia pueden llamarla Yo Soy, pueden
nombrarla: Radiación, guía, confianza.
El abandono no puede construirse. No es un camino, no es cualquier cosa
que se construya, no es cualquier cosa que se negocia, es algo que se acepta.
Se trata de pasar de la acción/reacción así
pues del estado de tensión al estado de abandono que es una relajación. Una relajación no quiere decir descuido. Una relajación quiere decir simplemente pasar
de la acción/reacción (y por lo tanto de la tensión implicada incluso por la
existencia de la acción/reacción) a la acción de la gracia es decir por la
aceptación de un principio vibratorio de pasaje, por la conciencia, de un nivel
a otro. Concebir el abandono a través de su comprensión intelectual los aleja,
por lo mismo, del abandono. La palabra
más justa, o la expresión las más justa concerniente a la realización de este
estado de abandono, consiste en hablar del umbral de consciencia. Existe en
efecto, un instante, este instante está desapegado del pasado y del futuro.
Corresponde a un instante donde ustedes pasan de lo que llamaría un presente
escaso a un presente amplio o, si lo prefieren, al paro del tiempo tal como ha
sido definido por muchos místicos, al momento de su transcendencia del tiempo y
del acceso a su Divinidad. Así pues, este umbral de consciencia puede, por su
parte, ser alcanzado, abordado, no tanto a través de un camino, no tanto a
través de una actitud, no tanto a través de un mecanismo sino más bien como una
salida del tiempo que ocurre en un momento llamado iluminación o transfiguración. Por otra parte, y a menudo, este instante
privilegiado entre todos, se manifiesta y es manifestado por muchas almas en
peregrinación en este mundo, en los momentos más inesperados. Esos momentos, los más inesperados son
frecuentemente los momentos extremadamente simples. Se trata de momentos donde
la simplicidad de ser toma la delantera sobre la complejidad de vuestra vida y
de vuestra leyenda. Este momento,
localizable entre todos por aquel que lo vive porque define un antes y un
después de, no es similar a nada más, en el sentido donde este momento se
define como una salida del eje lineal del tiempo. Mientras lo busquen, podría decir sin hacer
juego de palabras, que él se aleja de vosotros porque el abandono no es una
búsqueda. Tocar un umbral de consciencia
necesita de un cierto estado. La palabra más adaptada a este estado es el
estado de espontaneidad. Este estado de
espontaneidad corresponde a una acción liberada de toda implicación y de toda
incidencia que la vivencia misma de este instante. No puede por lo tanto ser creado por el
mental. No puede por lo tanto ser
decidido por la intención que es, ella también una tensión, solo puede vivirse
a través de la espontaneidad que es la característica de la salida de la
acción/reacción a fin de entrar en el estado de gracia. El estado de gracia corresponde a un estado
unitario donde la dualidad, obviamente, desaparece totalmente. Es un estado,
localizable, que deja una impresión en sus antecedentes y en vuestra historia
que va a permitir por lo tanto, no por la reminiscencia sino por la instalación
de este momento en la duración, existir permanentemente y de liberarles, a
medida de su propia duración, de la matriz y de la acción-reacción, todo
manteniendo vuestra vida dual. Sin
embargo su leyenda personal, vuestra historia personal, es profundamente
modificada en ese momento. Esto es
realizado por algunas experiencias místicas pero, de manera igualmente lógica,
por la experiencia llamada de muerte inminente, acompañada de los mismos
fenómenos de abandono puesto que en ese momento hay estado de muerte inminente
y en consecuencia abandono de su historia personal y su leyenda persona.
Pregunta: ¿Cómo preparar lo mejor posible la llegada
de un alma que debe encarnarse? Es un objetivo noble el querer acoger un alma que
desea venir en su manifestación. Eso es un papel atribuido a lo que ustedes
llaman algunas entidades maternales progenitoras. La llegada de un alma se hace en momentos, privilegiados,
como ya se sabe. Estos momentos son en
función de algunas vibraciones y algunas resonancias, independientes de la
madre, de la progenitora e incluso del padre, pero en función de la propia
leyenda personal del alma que debe obedecer a algunos mecanismos precisos,
tanto vinculados al reloj astronómico como a configuraciones particulares. Así pues, no tienen ningún poder para decidir
este momento. El momento en que eso ocurrirá es elegido por el alma y no por el
que llama o desea acoger. Por lo tanto
no hay preparación para eso. La potencia
de su recepción, la potencia de su llamada, incluso si puede parecerles
determinante, no es la condición principal para que esta alma se encarne tal
como lo piensan. Pero solo hay las
consideraciones del reloj del tiempo, del reloj de las firmas planetarias
astronómicas que deciden a fin de permitir y de proporcionar al alma en descenso
en vuestra densidad de pegar su proyecto
y su plan de vida futura con la realidad vibratoria de las configuraciones
astronómicas. En resumen, la encarnación de un alma no depende ni del padre ni
de la madre sino más bien del alma ella misma incluso si un cierto número de
resonancias, que ustedes llaman Kármicas, son necesarias para que un alma venga
a encarnarse en vuestra densidad. Ya que
esta alma no teniendo ninguna relación kármica,
así pues de acción/reacción con ustedes, ella no tendría ninguna razón
de encarnar entre ustedes. Lo que
desencadena la elección de la encarnación es pues una dependencia a la ley de
acción-reacción y nada más.
Pregunta: ¿Los padres pueden a pesar de todo facilitar
su descenso?
Yo
rectificaría el descenso por la caída. La caída de un alma (ya que es más bien
de una caída que se trata) no es un acto feliz sino un acto infeliz para esta
alma, incluso si ella lo desea de todo corazón.
Ella viene en un medio ambiente
por Amor y para el Amor, con el fin de suprimir una determinada forma de acción/reacción. Así pues aunque desde su punto de vista (que
solo compromete por otra parte su opinión), el descenso de lo que llaman un
alma (la caída de un alma en un cuerpo en su densidad) es un medio ciertamente
para esta alma de evolucionar y en alguna parte de intentar limitar la acción/reacción.
Hay pues
realmente un concepto kármico en el sentido a la vez más noble y a la vez el
más doloroso en la venida de las almas sobre la Tierra. No tienen ustedes
ningún medio de favorecer el descenso de tal o cual alma. Esta, una vez más, solo hace sus elecciones
en función de las circunstancias astronómicas que van a permitirle ajustar lo
mejor posible su proyecto de vida y su leyenda personal con vuestro propio
karma en ustedes. Dicho de otra manera, solo hay nacimiento kármico, excepto,
obviamente, para los muy grandes seres pero que, en general, no eligen esta vía
de la caída en la encarnación sino otros métodos con el fin de manifestarse en
su densidad. Obviamente, concibo
totalmente que vuestro punto de vista no
sea el mismo absolutamente porque para ustedes, acoger un alma es un acto de Amor. Diría que es un acto sobre todo kármico y un acto
kármico, incluso por Amor, no es un acto de Amor. Se trata sistemáticamente de un karma con los
padres. Si no hay karma, no hay
nacimiento. Lo que explica de manera
evidente, que la mayoría de los seres realizados, grandes guías espirituales de
este planeta nunca han tenido hijo, excepto el más grande de ellos, pero por
razones que no tienen nada que ver con cualquier karma.
Pregunta: Es decir ¿cuál y porqué?
El
Cristo. La razón es de anclar, en
vuestra densidad, el principio que el mismo ha anclado sobre la Tierra. Si él no hubiera hecho este anclaje, por una
filiación hereditaria directa, vuestro mundo, tal como lo viven, habría
desaparecido desde hace mucho tiempo. Es mucho más de lo que creen. Era
importante debido a las condiciones históricas de la venida de este ser. Ahora, obviamente, los tiempos no son ya los
mismos y en consecuencia eso no tiene ya la importancia que tenía en ese
momento.
No tenemos más preguntas, les agradecemos.
Gracias.
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Traducción: Odilia Rivera
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