5ª. Etapa Bodas Celestiales
24 de
mayo de 2009
Traducción:
Elías Profeta
Arcángel Miguel - Integración de las virtudes – 5ta. Etapa
Arcángel Miguel - Integración de las virtudes – 5ta. Etapa
Yo Soy Miguel, Príncipe y Regente de las
Milicias Celestiales. Bien amados Maestros de la Luz, saludo en vosotros la
Gracia. Reciban, todos vosotros que participan en el anclaje de esta nueva
vibración en la Tierra, de este nuevo estado, los saludos y el Amor del
conjunto de los Cónclaves, Concilios, Reuniones Angélicas y Espirituales.
Vosotros aquí ahora en gran número muy
importante con el fin de afianzar en esta densidad el enfoque de la Luz, de la
Unidad. Bien amados niños de la Luz, llegamos a la quinta gracia. Voy, en pocas
palabras, a intentar definir con sus palabras lo que significa esta gracia. El
alma humana se descartó voluntariamente de la Fuente con el fin de vivir la
experiencia que viven. Esta experiencia induce un movimiento. En encarnación
son el movimiento. La Fuente es lo que permite este movimiento permaneciendo al
mismo tiempo en el centro. Su vida es movimiento. La rueda de sus encarnaciones
es movimiento. El despliegue de su ego y su alma, en esta densidad, es
movimiento. Así pueden decir que la vida es movimiento. La Fuente es principio.
Se les invita a incorporarse ahora al principio del movimiento y, para eso,
deben sin embargo decidirse el movimiento. Decidir el movimiento no significa
sobre todo decidir la vida sino, al contrario, participar en la vida pero a través
de una nueva densidad mucho más ligera, mucho más en armonía, mucho más cerca
de la Fuente. En eso, la quinta virtud consiste en realizar la temporalidad sí
y en consecuencia la permanencia del Divino. En eso, la quinta virtud y la
quinta efusión del Espíritu Santo preparan en vosotros un momento principal del
medio de sus Bodas Celestiales que se realizará en su Lunes de Pentecostés a
las tres horas de la mañana. Hora en que, por primera vez en esta humanidad, en
este ciclo de más de 50.000 años, se realizará la alquimia del Espíritu Santo y
la alquimia del ultravioleta. Conjunto, estas dos radiaciones, estas dos
radiaciones le permitirán afectar la eternidad.
Esto no
firma el final sino el principio de la realización de sus Bodas Celestiales. En
eso, es necesario, en este día, realizar la inmanencia. Para eso, la efusión de
la radiación del ultravioleta que acogen, cada vez más numeroso, permite
realizar un anclaje cada vez más fuerte de esta realidad en vuestra densidad.
Eso les acerca a vosotros al principio de cambio, de transmutación. Eso les
acerca a vosotros a la Eternidad. Eso les permite, conservando al mismo tiempo
este cuerpo de densidad, realizar la verdad de vuestro juramento inicial,
consistente en prometer a la Causa el volver de nuevo ella. El principio es
poner fin a la circulación desde el centro, que algunas tradiciones han llamado
ejercicios espirituales (en el hinduismo, las diferentes formas de yoga y en su
idioma occidental de meditación, en otros pueblos, chamanismo y muchas otras
palabras todavía) para significar la misma realidad: la realización de la
inmanencia en el abandono de uno mismo. Para ello, deben detener el movimiento,
entiendo que ustedes no son el movimiento, sino que son mucho más que eso.
Es hora de darle acceso a esta verdad, a la
Unidad que se acerca a vuestra densidad. Eso les permitirá realizar, en el
momento oportuno, después de la destrucción total de la abstracción de este
mundo, la translación dimensional, llamada en su mundo: ascensión. Para ello,
detengan el movimiento, detengan el tiempo, detengan el pasado, detengan el
futuro y encuentren el presente en que todo se realiza en la Unidad, en la Luz.
La efusión de la presión de la radiación del ultravioleta les permitirá
acercarse al centro. Para esto, deben consagrar sus últimos deseos, su última
voluntad, con toda humildad, con toda sencillez, y sobre todo, con toda
honestidad, deben dedicar su vida a esto.
La única cosa más importante, para los seres buscando con avidez, la
Luz, Dios, el Cristo, la Realización o cualquier otra entidad espiritual que
llega al Espíritu, como modelo para llegar a abandonar el movimiento, a
abandonar la personalidad, con el fin de permitir a la luz establecer su
residencia dentro de vuestro ser.
Este
principio de la quinta gracia corresponde pues a la transmutación, al
transubstanciación y en consecuencia, la cesación del movimiento permite a la
Unidad y a la Luz revelar lo mas
profundo de su ser, al tiempo que permite el despliegue progresivo, a partir de
la destrucción en vosotros y en torno a vosotros, de lo que es la ilusión de
este mundo y los valores que no son de la Luz. Durante este período, solo
pueden comprometerse en este camino de vuelta a la Unidad. Sin embargo, y lo
repetiré en cada efusión, en cada cita, estamos con vosotros, les animamos por
nuestras radiaciones, por nuestras presencias y por nuestras Luces. No teman,
niños de la Luz, que toman estas efusiones hoy, o que las toman en cualquier
otro momento, siempre serán integrados en las rondas de la Luz, en las rondas
de la Unidad, más cerca del centro. Esta transubstanciación, esta transmutación
de este principio de división, con el fin de realizar la Unidad, se realizará
de manera mucho más presente, mucho más intensa, a partir de nuestra próxima
efusión. Esto es, ya, uno de los mayores misterios de esta revelación
espiritual. En efecto, Arcángeles, reunidos en Cónclave, y por medio de mi
Presencia, vamos a volver a poner las Claves, los Sellos y la totalidad de
nuestra radiación en el servicio de la Madre Divina, Virgen María o de
cualquier otro nombre que vosotros evoquen, en la primera polaridad o el primer
principio emanado de Dios, cristalizado en la Virgen María. Cristalizado
también en muchos seres que han hecho de esta dimensión en su encarnación, en sus
peregrinaciones, durante los milenios. Se trata del matrimonio y las Bodas
Alquímicas de la radiación de los siete Sellos Arcangelicales, reunidas y
dadas, para que la polaridad femenina de Dios (Espíritu Santo, Virgen María o
cualquier otro nombre que se adapte a usted mostrando este aspecto) realice en
vosotros la posesión total de la Luz, de la Verdad y sobre todo del manto azul
de la compasión. Esto anticipa lo que se producirá en nuestra próxima efusión.
Les hablo de ahora en adelante para que cada uno de vosotros, debido al
conjunto de este planeta, por la innumerable cantidad de almas que se reúnen
cada semana, pueda integrar estas palabras y prepararse a esta Santidad.
Primera efusión de la radiación del ultravioleta.
…
Efusión de energía…
Bien
amados Portadores de Luz, Bien amados Transmisores de la Luz, a medida que
integren este estado de hoy, vosotros se acercarán cada vez más a la
inmanencia, recibirán, de la conciencia y el cuerpo, la Eternidad. Acercarse a
este estado es a la vez plenitud y vacuidad (vacío). Se acercan
irremediablemente, acercándose vosotros a este estado, al estado de la alegría
interior. Algunas de las molestias a veces vividas por algunos de entre
vosotros, correspondientes a la integración de esta efusión de la radiación
ultravioleta, se alejarán cada vez más de vosotros a medida que penetren en su
Templo Interior, el santuario de su corazón, allí donde reside la Fuente en
vosotros, el principio Solar, el principio Crístico, poco importa el nombre que
le den. Eso no traduce hasta las palabras la realidad de esta plenitud y esta
vacuidad. Al acercarse vosotros a este estado, se manifestará, en vosotros y en
torno a vosotros, una alegría, un júbilo, que les hará olvidar, cuando penetren
en este espacio sagrado, las vicisitudes del movimiento de la vida. En ese
momento, comenzará la transmutación de su estado dividido de ser, en un ser de
luz. Esta construcción durará el tiempo de mi presencia, actuando, yo les
recuerdo, sobre la destrucción de la ilusión, sobre la destrucción de los
poderes, y les regresará, en definitiva, su libertad. Segunda efusión de la
radiación del ultravioleta.
…
Efusión de energía…
Como ya
lo he dicho, y lo repito hoy precisándolo, la destrucción del mundo de la
ilusión, del mundo de la dualidad, se manifestará en su exterior de manera cada
vez más evidente. En cualquier caso, ustedes están afectados por esta
destrucción, si no está en ustedes lo que debe ser, para permitirles acceder y
acercarse a este estado de Unidad. Asegúrese de que en esta tierra, todo ser
humano hoy esté en su lugar. Es el lugar que ha elegido como su futuro, sobre
su futuro. No necesitan preocuparse por sus hijos o sus padres o cualquier otra
persona. Deben preocuparse del conjunto de la humanidad en su totalidad. Al ser
los transmisores de la Luz Arcangélica, realizan eso. De la misma forma,
permitan a vuestro ser de Eternidad revelarse a vuestra conciencia. Permitan,
siendo los Transmisores de Nuestra Luz, afianzar, cada vez más, la realidad de
la Luz en este mundo de dualidad. Lo que se destruye y se destruirá bajo sus
ojos son el preámbulo indispensable para la aparición total de la nueva
dimensión. Esta nueva dimensión no está fuera de vosotros sino dentro de
vosotros. Y es a partir de una visión exterior a una visión interior que
ustedes cruzarán la protección que los conducirá a la translación dimensional y
a la realización de la Unidad.
Construimos, con su ayuda, por su radiación y
nuestra radiación, el paso. Construimos en vosotros el Templo de Eternidad.
Construimos en vosotros los valores de la Luz que deberán reemplazar,
completamente, en el momento oportuno, los valores de este mundo: los valores de
la competición, los valores de los celos, los valores de la avidez, los valores
de lo que llamaron economía, los valores de lo que llamaron modelo político,
los valores falseados por el principio mismo de dualidad, no existirán
simplemente ya más para los que pasarán a su eternidad. Así como lo decía
Cristo, la palabra: “que te sea hecho según tu fe”, se realizará para cada
entidad, para el conjunto de esta humanidad. Así todo será bueno, todo estará
de acuerdo y en respeto absoluto de la libertad de aceptar integrar o rechazar
la Luz. Efusión de la radiación.
…
Efusión de energía…
Bien
amados Maestros de la Luz que acogen la efusión a su vuelta, y transmiten a su
vuelta esta Luz, se darán cuenta (y algunos de entre vosotros ya se dan cuenta)
que a medida que integren el ultravioleta, en esa medida su vida se llena con
alegría y con facilidades. Lo que parecía insuperable, lo que parecía como
imposible, en sus palabras y en su vida, se realiza dentro vosotros: La Luz. Lo
que se os pide hoy es simple. Los que, por el momento, dudan, abrirán los ojos
ante la Luz que llevan. Los que, por el momento, no creen y que deberán creer
ya que tal es su camino, creerán viéndole. No creerán, obviamente, viendo la
destrucción de este mundo sino solamente por el ejemplo y la Luz que llevan.
Eso es su papel. Eso es su misión. Irradiar la Luz, de irradiar la alegría, de
irradiar la Unidad porque en estado de Unidad, conectándole a la Fuente y
acercándose a la Fuente, todo lo que parecía imposible no existirá simplemente
ya más. Los pocos elementos que existen aún, para algunos de vosotros, no son
más que los reflejos del no abandono total a la luz de Amor que vertemos sobre
vosotros. Entendemos, a causa de sus experiencias en esta densidad, algunas de
las dudas que acosan a los que todavía no son conscientes de esta efusión. Sin
embargo, un gran número de seres humanos aceptará e integrará esta radiación
del ultravioleta cuando se acoplará a una energía que ninguno de vosotros puede
ignorar, ni siquiera desviar su cara, que es lo que vosotros llaman el Espíritu
Santo. Éste se unirá, a partir de su Pentecostés (que son sus religiones, que
son sus creencias, que son sus ilusiones, que son sus verdades), a la radiación
del ultravioleta, con el fin de acercarles más aún a vuestra Esencia de la
Eternidad.
…Efusión de energía….
Deseo
precisar solemnemente que todos vosotros son, sin excepción ninguna, niños de
la Luz y niños de la Fuente, y que, indefectiblemente, respetamos nuestras
elecciones, que indefectiblemente acogemos y acogeremos los que se vuelven
hacia nosotros, hacia los representantes de la Fuente, cuáles sean los momentos
en que tendrán la ocasión de darse la vuelta, durante este período de
destrucción. Su futuro y su devenir en cuanto al método de translación dimensional
que le será accesible está, sin embargo, en función de su capacidad de abandono
a la Luz. El abandono a la Luz requiere simplemente de atreverse a ir hacia
esta Luz, de atreverse a acoger la alegría ya que, en definitiva, esto es lo
que resultará. Acoger esta Luz que traemos hasta vosotros desde numerosos
Círculos concéntricos, desde los Arcángeles hasta seres mucho más cercanos a
vosotros y, sin embargo, que no participan en vuestra encarnación, en este plan
de densidad. Los Ángeles, los Maestros, las entidades de Luz, y una serie de
cosas por cuyo nivel de conciencia se les escapa, se unen a nosotros. Vosotros
y la humanidad son Uno y deben respetar el camino de cada uno, incorporarse a
la Luz, incorporarse a la Fuente, favorecer el paso transdimensional y aceptar
eso sin restricción ninguna.
Cualquiera que sea la destrucción de este
mundo, descubrirán que esta destrucción no es el drama que piensan sino, al
contrario, la vuelta a la alegría. La alegría nace y se manifiesta por medio de
la radiación del ultravioleta que será conjunta a la efusión del Espíritu Santo
y, sobre todo, en la aceptación. En esta aceptación nada de dañino podrá
llegar. Cuanto mas se acerquen al centro de sí mismos, estarán menos sometidos a las perturbaciones
de la destrucción. Recuerden, Maestros de la Luz, tienen cada vez más
posibilidades de recibir, de aceptar estas efusiones. Nosotros, quienes
percibimos a todos vosotros en cuanto a su estado de Luz, les felicitamos y les
animamos a que trabajen en la humildad y en la sencillez en este magnífico
trabajo que realizan. Cuando sus ojos (los ojos de su conciencia) vean el
trabajo realizado, cantarán permanentemente una acción de gracias o cualquier
otro canto que significará para vosotros la Gloria de la Fuente. Una vez más,
el abandono a la Luz sólo se realiza en el no juicio. Deben rechazar en
vosotros todo aquello que implique división, todo lo que aleje realmente la Luz
en vosotros. Ser Transmisor de Luz, ser Anclador de la Luz requiere de llevar
la Luz bien alto.
Recuerden que la Luz nunca juzga, que la Luz
nunca condena, que la Luz es paciente, que la Luz es Amor y que la Luz es
Verdad. Les comprometemos a que mantengan esta Luz, en momentos privilegiados
de vacuidad (vacío) y plenitud, mediante la conexión a ella, mediante la
conexión a la propia efusión, pasada, presente y futura, en un mismo
espacio/tiempo ya que la Luz no pertenece ni al pasado, ni al futuro pero
incluye real y completamente a todo el tiempo de su densidad. A medida que este
tiempo lineal pasa durante la destrucción, tendrán, de manera cada vez más
consciente y lúcida, la conciencia misma de su Eternidad. Esto significa que
algunos de vosotros y, a continuación, muchos otros entre los Portadores de
Luz, tomarán conciencia de su Eternidad, de sus nuevos cuerpos de Luz, en la
dimensión que compartirán pronto. El momento se encuentra ahora en una forma de
gestación de la Luz. Ésta se sembró en vosotros. Ésta debe crecer y llegar a la
madurez. Por su constancia, y por su persistencia en un comportamiento luminoso
en su mundo de dualidad, contribuyen en gran parte al establecimiento de esta
Fuente en vosotros, a la manifestación de esta Fuente y a la radiación de esta
Fuente y al anclaje de esta Fuente. No juzguen, incluso, ningún acontecimiento
que les parezca contrario a la Luz, que esté ocurriendo en vosotros, ya que eso
no puede ser, a partir del momento en que se conecten a la efusión del
ultravioleta. Efusión.
… Efusión de energía…
Bien
amados Maestros de la Luz, percibimos la Luz que reciben. Percibimos la Luz,
incluso, que derraman. En eso les digo, alégrense! Deben ser cada vez más
ligeros. Deben ser cada vez más alegres. Esto es el resultado incluso de su
abandono a la Fuente. Eso es el resultado incluso de su ausencia de juicio y su
ausencia de dualidad en el momento de estas efusiones. Estos momentos de gracia
desbordarán los momentos precisos que viven. Muchos de vosotros ya se dan
cuenta que su vida vuelve de una diferente manera, es más evidente en la
alegría, que se manifiesta en la facilidad. Los que no lo realizan por el
momento no tienen nada que temer. Hay aún algunos ajustes necesarios antes de
realizar eso. Sin embargo, el objetivo de esta Luz que difundimos, esta
radiación del ultravioleta, es bien preparar la llegada de la alegría, la integración
de la alegría, por la efusión solar que vivirán próximamente. Efusión.
…
Efusión de energía…
El
Padre, la Fuente, que retransmitimos en vosotros, les espera en Júbilo, les
espera en alegría, les espera en Eternidad ya que lo que viene hacia vosotros
es eso. Sólo la mirada disociada o la mirada del miedo pueden hacerles creer
que eso no está listo. Pero les garantizamos que esta que viene es de verdad la
hora de la Gloria, la hora de la Alegría, la hora de la Eternidad encontrada y
la alegría. Tienen una visión general de
estas efusiones. Obtendrán una visión aún mayor y más presente cuando
María, en posesión de los Sellos, intervenga en sus conciencias, en sus
estructuras, con el fin de realizar la alquimia del Espíritu Santo y la
radiación del ultravioleta. Es a eso que deben prepararse activamente en su
Templo Interior. Cualesquiera que sean sus actividades, cualesquiera que sean
sus problemas, la preparación debe estar concentrada en esto. Efusión.
…
Efusión de energía…
Bien
amados Maestros de la Luz, abandono, por ahora, las palabras, a fin de
centrarme completamente en la radiación del ultravioleta, en el silencio de las
palabras, para penetrar más en el silencio de su corazón. Por la gracia de
vuestra Presencia, por la gracia de vuestra misión, por la gracia de vuestra
Alegría, hagan esto ahora. Les amo, así como vosotros decís.
…
Efusión de energía…