Traducción: OD y SU
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http://www.yakitome.com/static/data/audio.name/91/audio.name.918789f7115126c6.617564696f2e6d7033.mp3 Cortesia de Alicia Botero Toro http://hallegadolaluz.blogspot.com
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HERMANO
K
29 de Octubre del
2012
Yo soy HERMANO K.
Hermanos y Hermanas encarnadas en humanidad, acojámonos mutuamente en la Fusión
de los Corazones, antes de que exprese lo que he venido a exponer.
...Comparto del
don de la Gracia...
La presentación
que he venido a darles se inscribe en la progresión lógica de lo que he podido
expresar concerniente a la Libertad y la Autonomía (Nde: ver en particular las intervenciones de HERMANO
K del 18 de febrero http://mensajes-del-espiritu-2010.blogspot.com/2012/02/18-de-febrero-del-2012-hermano-k-autres.html y del 17 de marzo del 2012 http://mensajes-del-espiritu-2010.blogspot.com/2012/03/17-de-marzo-del-2012-hermano-k-autres.html).
Voy por lo tanto a proponerles una mirada un poco diferente, sobre lo que
representa la Libertad. Cada uno de nosotros, en encarnación, va a concebir y a
imaginar, la libertad, en función de su propia agenda de lectura. La
libertad en la vida cotidiana, es no estar ya limitado por un elemento exterior
a sí, cualquiera que sea este elemento (fuera representado por una situación,
por un Hermano o una Hermana, o aún por una obligación). Quien no se hace la
pregunta de la Libertad (en términos generales) está, evidentemente sometido a
sus condicionamientos, a sus auto-condicionamientos y a los encerramientos
creados por la conciencia disociada. Hacerse la pregunta de la Libertad, es por
lo tanto ya considerar que puede existir una posibilidad de otra cosa que lo
que es conocido. Lo conocido (por definición) los lleva a las nociones de
libertad que son relativas. Que eso esté directamente vinculado a vuestras
actividades y al hecho de poder privilegiar algunas, en detrimento de otras, la
libertad, tal cual en un primer tiempo es concebida, concierne exclusivamente a
las circunstancias de la vida encarnada: salir de su trabajo, salir de la
escuela, liberarse de un compromiso. La libertad es siempre concebida en
relación a una situación anterior y a una situación posterior, donde el
elemento que parecía privar de libertad ya no está presente. Esta libertad,
concierne, por supuesto, exclusivamente, a lo relativo de la personalidad.
La Libertad de la
que quiero hablarles es de otro género, porque esta Libertad no depende del
sentimiento de estar privado de libertad sobre este mundo, en relación a un
evento o a una acción. La libertad de la que les hablo es la de la
conciencia. El conjunto de las reglas de este mundo crea los condicionamientos,
las reglas, las obligaciones. En estos condicionamientos, estas reglas, hay la
posibilidad de entrever o reivindicar, una libertad. La Libertad de la que
hablo no tiene nada que ver con el conjunto de las circunstancias de vuestra
vida. La Libertad de la que quiero hablarles es la que se vive en la propia
conciencia, desde el instante donde la conciencia no se siente ya tributaria de
los límites, de las reglas, de los condicionamientos y de las obligaciones,
creadas por la propia personalidad. La Libertad deviene un problema fundamental
que incorpora, de alguna forma, la madurez espiritual, es decir el momento
donde va a hacerse la pregunta del sentido mismo de la vida, del sentido mismo
de la encarnación. Cuestionamiento en que las respuestas dadas en este mundo no
encuentran ya eco en ustedes. Que esto concierna a las leyes de evolución, que
esto concierna al karma, que esto concierna a las responsabilidades en las
cuales estén involucrados, una liberación de cualquiera de estos aspectos no
los hace Libres. El problema de la Libertad se coloca al momento de la madurez
y de la interrogación, no ya sobre el sentido de la vida sino sobre el sentido
de lo que es la Vida, fuera, precisamente de esta vida que es vivida.
Hay, por
supuesto, innumerables libertades. La Libertad de la que hablo, ya no es, la
libertad de pensar, ni la libertad de crear, sino más bien, una vez más, la
Libertad de la propia conciencia. No puede existir Libertad desde que exista un
marco. Durante nuestra encarnación, estamos en un marco, en el cual los límites
están naturalmente formados por los límites de este cuerpo y la conciencia
subyacente (consciencia de este cuerpo, como consciencia de la misma persona).
La cuestión de la Libertad ocurre, de manera ineludible, en el momento de la
madurez y en el momento donde las diferentes libertades, vividas o buscadas, no
satisfacen ya la conciencia encarnada, y donde se plantea entonces,
directamente a nivel del alma, la cuestión fundamental de una Libertad
incondicional (no dependiente obviamente, de ningún compromiso, de ningún
pensamiento y sobre todo de ninguna circunstancia). Esta Libertad allí no puede
ser encontrada en la materia, la materia estando basada (que esto sea en los
objetos o en las conciencias) sobre el principio de la delimitación, de la separación
y de la distanciación. Desde que existe una delimitación, una distanciación, la
libertad no es más que una idea o un pensamiento. La Verdadera Libertad no
puede concebirse en un mundo de Acción/Reacción. La Libertad llama a la Gracia
porque la Libertad no puede estar en ningún caso, vinculada a una
circunstancia, a una cualquiera evolución que, por definición, es limitante y
encerrante. Esta libertad no es por lo tanto una Libertad que pueda
buscarse, ni incluso encontrarse y aún menos concretarse, en las circunstancias
de la misma vida, sobre este mundo.
La única
Verdadera Libertad es aquella que concierne exclusivamente a la conciencia y a
lo que ustedes Son, más allá de la conciencia. No puede haber Libertad mientras
que la conciencia esté restringida o encerrada (en una circunstancia, en un
cuerpo, en una relación). La Libertad por lo tanto no depende absolutamente de
las privaciones de libertad, de las circunstancias exteriores ni incluso de
vuestra libertad o capacidad para pensar Libremente, es decir liberados de las
creencias y de lo conocido (incluso si ya no estar sujeto a las creencias o a
lo conocido es una etapa mayor hacia la Libertad). Esto no es suficiente (por
su erradicación) para hacerlos Libres. La Libertad de la que hablo es por lo
tanto la de la conciencia que no está ya subordinada a un cuerpo, a una
función, a una vida, a este mundo, o a lo que les sea conocido. La Libertad por
lo tanto recupera la madurez y la Gracia. Porque, sin Gracia, no hay Libertad.
Esta Libertad va a traducirse por una ruptura. Una ruptura de todo lo que
es condicional y encerrante.
Esta Libertad,
que solo concierne a la conciencia (y ya no a los mecanismos del pensamiento o
aún a los mecanismos de la vida, tales como todos los hemos vivido), esta Libertad
está, por supuesto, vinculada a la Autonomía, porque no puede existir Libertad
sin Autonomía (teniendo mucho cuidado de no confundir la Autonomía con la
negación de cualesquiera de las circunstancias de la vida). Porque la Libertad
de la que hablo no dependerá nunca de cualquier libertad de las circunstancias
de este mundo. La Libertad de la que les hablo es bien la de la conciencia,
Libre de todo compromiso, Libre de toda forma, Libre de toda emoción, Libre de
todo mental y yo diría incluso, libre de todo condicionamiento, como de toda
experiencia. La Libertad es un elemento que es omnipresente, para aquel
que es Absoluto, porque ninguna circunstancia de este mundo (fuera ella la más
traumática, las más invalidante), no le concierne de ninguna manera. La
Libertad confiere, en efecto, una especie de distanciamiento, real y objetivo,
con la libertad de este cuerpo, en la expresión de esta vida, en la expresión
de vuestras relaciones e interacciones. Esta Libertad no puede ser
comparada (y no es incluso ni comparable ni concebible, como elemento de
comparación) con la libertad, al sentido común, concerniente a la manumisión de
un sometimiento, de una obligación (como lo he dicho) o de una circunstancia,
cualquiera que ella sea.
La Libertad de la
que hablo no es por lo tanto una libertad de pensar, ni incluso una libertad de
elegir, sino concierne exclusivamente a la misma conciencia. No puede haber
Libertad sin madurez. No puede haber Libertad sin Autonomía. No puede haber
Libertad sin Gracia. Porque todo lo que la personalidad llamará
« libertad », no se definirá, finalmente y en definitiva, que con
relación a ella misma, con relación a una circunstancia anterior (o a una
circunstancia posterior), en resonancia con un cambio de vida (o de las propias
circunstancias). Yo diría incluso que esta Libertad (esta Libertad de la propia
conciencia) no tiene que ver nada de las circunstancias de este mundo, ni de
las circunstancias de esta vida. La Libertad les hace descubrir el Amor,
no expresado a través de una condición (incluso en el llamado incondicional).
Pero la Libertad del Amor es tal que el que se instala en la Vibración del
Amor, a través del conjunto de los elementos que conocen (como el Fuego del
Corazón, pero este no es restrictivo), provoca, en la conciencia, una Libertad
sin precedentes. Esta Libertad-allí los conduce de manera abrupta y a menudo la
más directa, a ya no vivir como, simplemente, la expresión de una encarnación
sino les hace darse cuenta que todo esto solo es pasajero, solo es efímero y no
concierne, en nada, a lo que ustedes Son, en Verdad. Por supuesto, vivir y
experimentar esta Libertad, es colocarse directamente bajo su égida. Esta
Libertad es Amor porque la naturaleza del Amor es Ser la Libertad. No puede
haber Amor sin Libertad. Es en este sentido que el amor, empleado en el sentido
humano, experimenta todas las limitaciones que todos hemos conocido (que esto
sea a través de las palabras pronunciadas, que esto sea a través de una
relación corporal, afectiva, familiar u otra).
La Libertad no es
por lo tanto únicamente escapar a los condicionamientos, nos es por lo tanto
solamente concebir la existencia de una prisión y salir de la prisión. La
Libertad es mucho más que esto: es el momento donde la conciencia no está ya
inferida (ni en desacuerdo) con cualquier circunstancia de vuestra vida (como
la vida, en general). La Libertad crea por lo tanto una forma de distancia.
Pero esta distancia es, simplemente, un cambio de profundidad, un cambio de
visión, un cambio de percepción también, que no está sometido, ni sujeto a
cualquier circunstancia de este mundo. La Libertad de Ser (y la Libertad del
ser) se vive desde el instante donde se manifiestan ciertos estados de la
Conciencia Ultima. Por lo tanto, ella es un mecanismo condicionado del Interior
pero cuya traducción, en lo que llamaría el exterior (es decir las
circunstancias de vida), es incluso de pacificarlos, de transformarlos, sin
ninguna voluntad propia, personal, sin decisión alguna. Por lo tanto, el
establecimiento de la Libertad no deriva de una elección de vida (aún menos de
las circunstancias de vida). El establecimiento de la Libertad es independiente
del conjunto de las circunstancias anteriores.
La Libertad, es
ya no estar condicionado por cualquier elemento conocido, por cualquier
elemento de creencia, por cualquier elemento social o afectivo. Sin embargo
esto no quiere decir, renunciar a las circunstancias sino vivirlas de una
manera y por mecanismos profundamente diferentes de lo que eran anteriormente.
La Libertad rima también con el no-miedo. Porque toda expresión de miedo solo
es una privación de Libertad (de la Libertad de la que hablo). Toda
manifestación de miedo y toda manifestación de los elementos perteneciendo a la
conciencia separada solo son los frenos a la Libertad. Por lo tanto, para
recobrar esta Libertad no basta quitar los frenos. La Libertad está
profundamente relacionada también a la noción de Sacrificio y de Resurrección.
Los Mundos Libres son los mundos donde no existe ninguna regla, ninguna
presión. Las Reglas y presiones expresándose también sobre el plan que llaman
material (allí donde están), de las reglas y presiones ejerciéndose sobre las
diferentes etapas de la propia conciencia. La Libertad es, muy exactamente, lo
que va a ser propuesto. Esta proposición puede parecer, en un primer
tiempo Inadecuada. Inadecuada debido a la existencia de las creencias, debido a
la existencia de los condicionamientos, del conjunto de las circunstancias de
la propia vida encarnada. La Libertad no puede expresarse, de manera exterior
porque la Libertad es un estado Interior que, necesariamente influye sobre el
exterior, pero sin la intervención de cualquier voluntad o de cualquier
decisión.
Ser Libre no
depende de ninguna circunstancia exterior. Ser Libre es por lo tanto una
emancipación: Una emancipación del conjunto de los condicionamientos, una
emancipación del conjunto de las creencias, una emancipación del conjunto de lo
que ha sido llamado “Líneas de Depredación”, teniendo en cuenta que la
Libertad no se obtiene sustrayéndose a estos elementos (ni incluso a ninguna
ley) sino mas bien observándolos por lo que ellos son (Nde: referencia a las
Líneas de Depredación), en ese aspecto justo de aquel que Es Libre. El
conjunto de las circunstancias de este mundo solo refleja, en definitiva, el
miedo de la Libertad. El miedo es estructurador. El miedo es encerrante. El
miedo pone los límites. La Libertad pone fin a los límites y por lo tanto a los
miedos. Entiendan bien que esa Libertad no es el resultado de una acción, aún
menos de una reacción y, aún menos, la acción de una voluntad llevando a
modificar las circunstancias exteriores.
La Libertad de la
que hablo solo llega en el momento preciso, de lo que ha sido llamado la
Transparencia total. La Libertad deriva de la Humildad. La Libertad deriva de
la retracción. Esta retracción no es en ningún caso (como lo he dicho), evitar
las circunstancias de la vida sino más bien un mecanismo mucho más sutil e
Interior concerniente a la propia conciencia. La Libertad es también considerar,
y vivir, y darse cuenta, que para ser Libres no dependen de ninguna
circunstancia de vida, como de ninguna circunstancia espiritual. Mientras que
exista una creencia de que van a Liberarse y a encontrar la Libertad (por una
acción en las circunstancias de la vida, como en la vida llamada espiritual),
se engañan. La Libertad nunca es un trabajo. La Libertad nunca es un
ascetismo. La Libertad nunca es otra cosa que un renunciamiento a lo efímero,
que un renunciamiento al miedo. Muchas enseñanzas han insistido en relación a
la Libertad sobre el aspecto limitante del miedo y el aspecto privativo del
miedo. El miedo, cualquiera que este sea, no tiene necesidad de ser combatido:
El tiene simplemente que ser mirado. Esta es la actitud la más justa que les
permitirá descubrir la Libertad o al menos de hacerse la pregunta de la
Libertad. Mientras que esta pregunta no les aparezca (y no les hablo, una vez
más, de las circunstancias de la vida encarnada), mientras que la Libertad no
los llame en la conciencia, no pueden tener más que una definición y un enfoque
condicionados, ellos mismos, por la existencia de las condiciones de este mundo
donde hemos estado encarnados y donde ustedes lo están.
Los agentes de la Libertad y de la
Liberación son múltiples. Algunos de ellos se os han explicado. Representan los
Elementos. El despliegue de esos Elementos (realiza el despliegue del Corazón
Ascensional), la muerte (de alguna forma) las Líneas de Depredación personales
(por el Abandono de la Luz y el Abandono de Sí), así como la subida de la Onda
de Vida, son las circunstancias previas a la Libertad (Nde: encontraréis en la
rúbrica “protocolos para practicar” las informaciones sobre los Elementos y el
despliegue del Corazón Ascensional). Pero incluso esas circunstancias previas
(como he dicho), como circunstancias espirituales, deben ellas mismas,
desaparecer totalmente, para dejaros descubrir lo que Sois, en la Libertad. La
Libertad no puede resolverse por una modificación de las circunstancias
exteriores, ni siquiera de circunstancias Interiores, aun si ciertas
circunstancias Interiores os llaman a vivir los signos, de alguna forma,
de lo que se ocurre en vosotros (como por ejemplo, la Última Presencia).
La Libertad es ver claramente, todas las
circunstancias exteriores e Interiores que pueden llegar a frenar la Libertad.
Es ver claramente los pormenores (Interiores como exteriores) de lo que se
juega en relación a la Libertad. Como he dicho, los elementos más limitadores
de vuestra Libertad, serán siempre los miedos. Que esos miedos conciernan a lo
Desconocido por venir, que esos miedos conciernan a este cuerpo, o si no, a uno
de los elementos o circunstancias de vuestra vida, alimentan todos, lo mismo:
el refuerzo del miedo y la limitación de la Libertad misma. Ser Libre es mucho
más que la Libertad de pensar o la libertad de viajar a otras Dimensiones,
conservando siempre este cuerpo. Ser Libre, es no sufrir de ninguna manera, la
ley de Acción /Reacción. Ser Libre, es evidentemente, no ser ya afectado por
una circunstancia de este mundo, como por una circunstancia espiritual.
La Libertad en suma, pone fin de manera
definitiva (si no es el caso antes), al total de depredaciones, al total de
encierros existentes previamente a la Libertad. El simple hecho de ver
claramente las cosas, el simple hecho de ver los mecanismos de la conciencia en
marcha (cuando está sujeta o cuando ésta es Libre) os permite claramente,
identificar dónde estáis en relación a la Libertad. La Libertad os conduce por
tanto, a vivir otra cosa. La Libertad os conduce a experimentar y a instalaros
más allá de los límites y contingencias, Interiores como exteriores. La
Libertad no puede venir acompañada de ninguna pertenencia. Ese sentimiento de
pertenencia desaparece totalmente, cuando la Libertad está ahí, acompañándose
por otra parte, de la más absoluta Transparencia. Solo la conciencia que ha
realizado esto, es definitivamente Libre y Liberada. La Libertad no es siquiera
función de lo que hemos llamado “la Liberación”. La libertad es una actitud, de
alguna forma, de la conciencia. La Liberación no hace sino daros la posibilidad
de Ser, realmente Libres. Pero Ser realmente Libres, no es ya dar peso y
consistencia a otra cosa que a la Libertad misma. Yo decía que el Amor es
Libertad porque el Amor no puede precisamente, dejarse encerrar en ninguna
circunstancia, en ningún lazo, en ninguna carencia, como en ninguna plenitud.
Esta Libertad está por supuesto, vinculada a la Autonomía. Pero eso Libertad es
ante todo, la desaparición total de todo miedo, en los campos de expresión de
la conciencia. En ese momento, el ser que vive esto, ya sea tributario de un
cuerpo (en las circunstancias de este mundo), no tiene que ser afectado por
dichas circunstancias. Ser Libre es no estar ya condicionado y sobre todo, no ser
influenciable. No puede existir Libertad tampoco, mientras que en vosotros haya
el mínimo juicio sobre las circunstancias de este mundo. Toda condenación, todo
juicio, relativo a una circunstancia (sea un acontecimiento o una persona), os
aleja de la Libertad. Porque el juicio en sí mismo, lleva en él sus propios
barrotes y su propio encierro. Aquél que quiera permanecer Libre, una vez que
ha encontrado la Libertad, no puede permitirse ejercer cualquier juicio, igual
que cualquier discriminación, sobre las circunstancias de este mundo como en
circunstancias espirituales. El que vive la Libertad, no puede de ninguna
forma, encerrar a nadie. Porque desde el momento en que existe una depredación
o una sujeción de una persona, sea la que sea (aun la más cercana a vosotros),
no hay más Libertad. Y esto se siente. Ese sentir no es Vibratorio. No está
asociado por ejemplo, a una respuesta del Corazón o a una subida de la Onda de
Vida o a la percepción del Canal Marial. Es un Estado indecible que se asocia
lo más frecuentemente, a la Morada de Paz Suprema. Pero una Morada de Paz
Suprema que no tiene que vivirse en Intasis o Éxtasis sino que se expresa
espontáneamente, sean las que sean las circunstancias de vuestra vida.
Ser Libre no es una reivindicación ni un
objetivo. La Libertad se vive, sean las que sean las circunstancias y las
condiciones de este cuerpo, como de vuestros pensamientos. La Libertad es el
elemento que os hace ver la realidad ilusoria de este mundo, el peso de lo
efímero. La Libertad hace crecer la Alegría. La Libertad hace crecer la Paz y
la Tranquilidad. No serán una Paz y Tranquilidad que se buscarán de manera
activa sino que son más bien una Paz y Tranquilidad que se establecen por sí
mismas, para el que se hace Libre. La Libertad viene acompañada de una
desaparición pura y simple, de los pensamientos (salvo cuando éstos, por
supuesto, son solicitados por las necesidades de las circunstancias de la
vida). La Libertad es por tanto, una vacuidad. No es lo mismo que una expansión
Dimensional, un viaje en Êtreté o una instalación en Absoluto. La Libertad es
mucho más que un sentimiento interior. Es un Estado del Ser donde no se puede
concretar ninguna atadura, donde no se puede manifestar ninguna toma de poder
(en un sentido como en otro). La Libertad, por supuesto, es fuente de Gracia y
satisfacción. No de una satisfacción de un trabajo que se hubiera realizado
sino, más bien, la satisfacción del que al fin se ha encontrado. La Libertad en
fin, es Ligereza en relación a este cuerpo, como en relación a las
circunstancias de la vida. El que es Libre no puede ya ser afectado por las
circunstancias duales, por las manifestaciones de una conciencia encerrada. El
que es Libre no puede considerar constreñir la Libertad de nadie. Esto podría
llamarse un borrarse o una humildad. Y es el caso. Porque el que es Libre no
puede reivindicar nada, en las circunstancias de este mundo como en las
circunstancias espirituales. La Libertad se basta a sí misma. El que es Libre,
lo sabe. El que es Libre, lo vive. Y esta Vida, no es afectada por las
circunstancias. Plantearse la cuestión de la Libertad debe evitar el hecho de
pensar en la libertad en este mundo (como la libertad de un empleo del tiempo,
la libertad de hacer lo que queráis). La Libertad de la que hablo no es una
libertad de hacer sino una Libertad de Ser, más allá de cualquier hacer. Ser
Libre, es estar lleno de Alegría, sin objeto, sin soporte y sin objetivo. La
Libertad no es una dimisión, si no es una dimisión de la Ilusión de este mundo,
de las propias ilusiones Interiores relativas a este mundo.
La Liberación de la Tierra, vivida
actualmente conforme a lo que os han anunciado algunos Ancianos y sobre todo
SERETI (Nde: su intervención del 30 septiembre 2012 en la rúbrica “mensajes
para leer”), os conducen a vivir en los próximos días, esta Libertad. Recordad
que la Libertad es ausencia de señales, ausencia de límites y ausencia de
contratiempos, ausencia de referencias a una experiencia de vida, ausencia de
conexión con una circunstancia de vida (Interior como exterior). Cuando la
Libertad se presenta, la vivís. Esta Libertad no es la sede de una pregunta
sobre las circunstancias, o sobre “cómo mejorar lo que sea”. Porque la Libertad
es, o no es. La Libertad que hay que vivir es la del Corazón y la de la Luz. No
es tributaria de ninguna forma, de ninguna ley. La Libertad es nuestra
Naturaleza y nuestra Manifestación, nuestra Esencia más allá de lo que es
limitado. La Libertad puede dar miedo, porque se presenta como una desaparición
de los límites establecidos e incluso de las referencias de vida, en el momento
en que se vive. Superar ese miedo establece la Libertad de manera definitiva.
Esta Libertad no presenta ninguna posibilidad de ser afectada por las
libertades de este mundo (que ya he descrito). Vivir la Libertad y Ser Libre,
es algo que se siente directamente en la conciencia. Es el momento en que el
verdadero sentido de la Libertad es comprendido y vivido. Es decir que no
depende precisamente, de ninguna circunstancia material ni espiritual. La
Libertad es pues, por muchos lados, coincidente con la Infinita Presencia o la
Última Presencia.
Aquél cuya conciencia se queja de una
falta de libertad (se exprese esa falta de libertad, en relación a otra
persona, en relación a un empleo del tiempo, en relación a una profesión), solo
revela la ausencia de Libertad. Porque aquél que es Libre no tiene nada que
hacer con la privación de libertad, la más total, de este mundo. La Libertad es
pues, totalmente independiente de todo lo que os es conocido en este mundo y no
tiene nada que ver con la libertad del tiempo, o la libertad de moverse de un
cuerpo. En esta Libertad, por supuesto, no puede existir el mínimo miedo
relativo a este cuerpo, como a otro ser humano, o aun a la sociedad misma. No
es tampoco, una indiferencia. No es tampoco, un rechazo. Plantearse la cuestión
de esta Libertad y vivirla, es seguramente, lo que se abre en muchos de
vosotros a través de mecanismos particulares en que os parece que desaparecéis,
sea en la percepción del cuerpo, sea en vuestra conciencia misma, sea de manera
inopinada, espontánea o decidida, por la meditación o el Alineamiento.
Descubrir la Libertad es no ser ya
afectado, es no ser más sensible a las circunstancias. La Libertad se desacopla
pues, de todo lo que puede constituir la conciencia ordinaria. Crea (en la
propia conciencia, como en el cuerpo mismo) una Paz nueva, una Liberación
nueva, del cuerpo, como del pensamiento. Esta Libertad no deriva jamás (como he
dicho) de una búsqueda sino de una cesación de búsqueda. Como para el Absoluto,
esta Libertad deriva de una forma de capitulación, capitulación de todas las
circunstancias de este mundo, en cuanto a su comprensión, en cuanto a su
expresión, en cuanto a su vivencia. La Libertad es lo que propone la
Liberación. La Libertad es lo que propone la Luz. La Libertad es de la
naturaleza del Amor y comparte con el Amor, un cierto número de
manifestaciones. La Libertad es un Don de la Gracia. Ese Don de la Gracia, se
hace real y palpable por la disolución de los miedos (ya sea el resultado de la
Onda de Vida o la Acción del Manto Azul de la Gracia), por el Canal Marial.
Esta Libertad, viene acompañada de un estado del espíritu que, más allá del
simple no juicio y de la no condenación (de una circunstancia o de un ser), va
realmente a venir de la mano de un sentimiento y una percepción muy reales, de
desaparición de este mundo: cosa que se produce en ciertos estados Interiores.
Vivir el olvido de sí, vivir el olvido de sus propias circunstancias corporales
y de pensamientos, entreabre la Puerta de la Libertad y os instala en la
Libertad. Mientras que exista en vosotros, la creencia de que la Libertad
dependerá de un empleo del tiempo, de una circunstancia espiritual o material,
no podéis Ser Libres. La Libertad de la que hablo, no es una acomodación a las
circunstancias de este mundo o de vuestra vida.
La Libertad es, en fin, Ser en Vida, más
allá de vuestra vida y de cualquier vida en este mundo. Esta Libertad no puede
ser la resultante de cualquier oposición a la vida habitual, porque mientras
que os opongáis, no sois Libres. La Libertad no crea una indiferencia, sin
embargo (aunque no haya oposición), sino que crea realmente, un desapego
completo y real (afectivo, emocional y circunstancial), de lo que se vive. La
desidentificación y la deslocalización de la conciencia son etapas importantes,
previas a la Libertad. Son, de alguna forma, las primicias. Cuando la Libertad
comienza a aparecer, antes que se instale, puede haber un resurgir, una
acentuación de miedos anteriores condicionantes, que no deben alarmaros sino
simplemente, mirarlos como son: emociones que pasan y pensamientos que pasan.
La Libertad no está concernida por esto. La Libertad está mucho más cercana a
vosotros, hagáis lo que hagáis, cuando las circunstancias de este mundo cambian
de manera abrupta. Un desplazamiento de equilibrio, sea el que sea ese
desplazamiento (esté asociado a los Elementos, como al propio humano), es a
menudo un elemento saludable, que hace aparecer la cuestión de la Libertad. Es
el rol en parte, de los Elementos y de los Jinetes en vosotros, de ahora en
adelante. Esto es una forma de Pasaje, que corresponde a una
metamorfosis: cosa que será explicada más adelante por ORIONIS, de vuelta entre
nosotros (intervención prevista en los próximos días). Pasado el instante de la
sorpresa (representado por los diferentes choques posibles de la humanidad), el
desplazamiento del equilibrio, realizado por ese choque, puede conducir a una
metamorfosis vital y a la instalación de la Libertad. Es el objetivo. Las
circunstancias exteriores de este mundo están afectadas por los Elementos, por
la Luz Vibral y las diferentes componentes de la Luz, de igual forma que hay en
vosotros, esa afectación que modifica el equilibrio inicial. Ese equilibrio
inicial se encontrará pues desplazado, sea por la Libertad, sea por el miedo.
El resultado, por supuesto, es muy diferente. Es a vosotros a los que os
corresponde estar vigilantes en los momentos de choque, momentos en que los
Jinetes actúen (exterior como Interiormente). De esta vigilancia, de esta
observación de vuestra propia conciencia, de la aparición del miedo o no,
derivará la instalación de la Libertad (si no se ha hecho ya).
Los Elementos (sobre los que ya me he
expresado) son quizá aplicables para vosotros, desde ahora, pero se harán
inmediatamente aplicables (si tal es vuestra elección) cuando la Acción de los
Jinetes sobre la Tierra sea masiva. En esas circunstancias (que no están ya en
función, solamente de vuestra posición geográfica porque la Acción de los Jinetes
va, en un momento dado, a tocar al conjunto de la Tierra, momento inminente),
es a través de esta acción global como se desplegará en vosotros, la Libertad o
el miedo. Acordaros, cuando esas circunstancias se os propongan, que solo hay
dos elecciones: ciertas Estrellas os han hablado del miedo o el Amor, como
estado. Eso se suma completamente a lo que se ha dicho (ver las intervenciones
de TERESA DE LISIEUX del 3 julio 2012 y GEMMA GALGANI del 20 septiembre 2012 en
la rúbrica “mensajes para leer”). La Libertad es Amor. El miedo solo es la
expresión de la ausencia de Libertad. Plantearos pues, la cuestiones correctas.
Plantearos pues, observar objetivamente, eso que ocurre en vosotros, eso que
ocurrirá en vosotros. Yo os invito a poner en paralelo lo que he dicho sobre la
Libertad (Nde: sus intervenciones del 1 abril y del 27 noviembre 2011, en la
rúbrica “mensajes para leer”), igual que la enseñanza de las Estrellas,
relativas al miedo y al Amor. Rememorando lo que se ha dicho (realizándolo), yo
espero os daréis cuenta de la trama (cada vez más visible, dicho esto) de lo
que se realiza actualmente, en las circunstancias de la Tierra, como en
vuestras circunstancias Interiores. Lo que pasa fuera, pasa dentro. Y lo que
pasa dentro, pasa fuera. Recordad que la Libertad y las circunstancias de la
Libertad, son afectadas por vuestra capacidad, más o menos grande, de estar en
Paz y de estar Tranquilo. Voy a parar las palabras de mi intervención y os
propongo, antes de de dejar vuestro Alineamiento, un momento de Comunión, de
Gracia y Fusión.
…Compartamos el Don de la Gracia…
Soy HERMANO K y os digo hasta
pronto. Con todo mi Amor.