ADVERTENCIA

Nada de lo que leas, sin importar dónde está escrito,

nada de lo que escuches, sin importar quien lo dijo,

nada debes aceptar sin previo discernimiento y tú mismo debes decidir su veracidad.

Consúltale a tu corazón que él nunca se equivoca.

Discernimiento: Criterio o capacidad de distinguir los elementos que están implicados en una cuestión, como se relacionan entre sí como se afectan los unos con los otros y como cada uno de ellos incide en el conjunto.

sábado, 21 de julio de 2007

21 de Julio 2007 MARIA

Jean Luc Ayoun 
MARIA
21 julio 2007

Mis queridos, mis queridos hijos, ha llegado por fin el momento de vuestra primera ascensión en los reinos del Padre. Esto es inminente en vuestro tiempo terrestre, entre vuestros días de mañana y del de mi fecha en agosto de este año. Algunos de ustedes van a poder vivir totalmente la conciencia de la casa del Padre sobre esta tierra. La que fuera llamada, en otros tiempos, Yerushalaim, la Jerusalén celestial, que juega un rol mayor en la creación de vuestra dimensión de vida vuelve hoy para recolectar a aquellos de ustedes, voluntarios y despiertos, para participar en el primer servicio de la nueva dimensión de vida.
El aporte vibratorio es un salto inimaginable hace todavía algunos meses. Mis queridos hijos, cualquiera sea vuestro estado, cualquiera sea vuestra vibración, reciban en ustedes este momento glorioso del regreso de la luz azul. Mi manto y el de budha los recubren de toda eternidad. Esta luz viene a fortificar vuestra conciencia y vuestra confianza en el Padre. Sean quienes hayan sido en vuestras vidas encarnadas ustedes pueden ya experimentar en vuestras estructuras los efectos del manto azul Siriaco. Este aumenta considerablemente la voluntad del Padre en vuestra corona, alumbra las siete estrellas y las siete virtudes de vuestra banda frontal y sobre todo viene a instaurar en ustedes la compasión. Nada más será como antes, nada más podrá ser dividido o separado para los que vestirán este manto. Este manto llega desde mañana, día de la nueva Isis, la que fuera mujer, madre y esposa celestial de mi divino hijo.
Queridos hijos, yo me alegro con ustedes de esta gracia inminente, yo me alegro de estar a vuestros costados para acompañar esta ascensión. Pocos de ustedes sin embargo irán a reunirse, de ahora en adelante, con la ciudad celestial para preparar la ola más importante de ascensión. Pero, todos, verán las ayudas divinas de la Jerusalén celestial. Desde mañana les será ofrecido este espectáculo para confirmar el despertar de la luz azul sobre la tierra y eso comenzará en América del sur primeramente, lugar donde fuera depositado el cristal azul atlántido, durante la última llegada de Yerushalaim.
Luego, ciertos planos de vuelos serán autorizados, pero, sin embargo, numerosos testimonios vendrán a invadir vuestros medios modernos de comunicación pero lo más conmovedor serán los reencuentros interiores que muchos vivirán durante esta jornada.
Los reencuentros con quienes son, realmente, despejados de vuestros pesares kármicos y de vuestras limitaciones inherentes a vuestras condiciones. Por fin, queridos hijos, por fin la luz puede venir a trascender vuestra conciencia, despertarla a su unidad, a su divinidad, a su gloria eterna.
Yo soy María, reina de los Cielos y de la Tierra, vengo también a participar a las bodas de luz. Estas bodas no dejarán a nadie afuera. Basta que la información circule lo más rápido y numerosos intermediarios la emplearán. Comprendan que no he tenido la posibilidad de prevenirlos tres días antes como lo había previsto pero tengo confianza en ustedes todos, no dudo que todos estarán despiertos para recibir y bendecir este día.
La dimensión divina está aquí, a vuestra puerta y al alcance del alma. ¡Dense cuenta de la fiesta que esto representa para nosotros todos que esperamos estos instantes desde tanto de vuestro tiempo terrestre! Dense cuenta de la felicidad que esto representa en el corazón de todos vuestros compañeros invisibles a vuestros ojos de carne, que estos sean ángeles, extra-terrestres, intra-terrestres o incluso para toda vida inteligente sobre este planeta.
Los cantos de alabanzas pueden resonar en lo más alto de los Cielos, la hora de la luz comienza, la era de la división puede por fin dejar lugar a la era de la comunión y de la reunificación. No tengan en cuenta los golpes y ruidos que podrán venir a turbar esta hora divina puesto que eso debe ser así. Hay todavía algunas resistencias a la luz azul pero ésta debería muy rápido imponer su gracia y transmutar lo que no lo es todavía.
Yo soy María, reina de los Cielos y de la Tierra, y les pido abrir vuestro corazón como nunca se hizo.
Paz a ustedes. Yo los bendigo. Yo los amo.
original en Francés  www.autresdimensions.com