ADVERTENCIA

Nada de lo que leas, sin importar dónde está escrito,

nada de lo que escuches, sin importar quien lo dijo,

nada debes aceptar sin previo discernimiento y tú mismo debes decidir su veracidad.

Consúltale a tu corazón que él nunca se equivoca.

Discernimiento: Criterio o capacidad de distinguir los elementos que están implicados en una cuestión, como se relacionan entre sí como se afectan los unos con los otros y como cada uno de ellos incide en el conjunto.

lunes, 9 de julio de 2007

9 de Julio 2007 CRISTO

www.autresdimensions.com
Canalizaciones: Jean Luc Ayoun
Transcripción: Veronique Loriot
Traducción: Odilia Rivera
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http://mensajes-del-espiritu-2010.blogspot.com

CRISTO
9 de julio 2007
Mis bien amados, yo vuelvo con amor para confirmarles que la vibración es amor, la vibración es luz, la vibración es verdad.  Toda vibración que ustedes emiten con el corazón es capaz de transformar realmente el mundo si no mi sacrificio y mi crucifixión habrían sido en vano. ¿Qué pensar de aquellos vuestros hermanos que pretenden que la vibración no puede cambiar las cosas? ¿Aquellos que dicen que la vibración emitida por el corazón no es del tamaño para luchar contra la sombra y la fatalidad de vuestras vidas? Aquellos de vuestros hermanos que dicen eso han perdido la fe, la que desplaza las montañas.
La fe es el motor de la vibración de vuestro corazón, está bien que ella mueve las montañas, pero con la vibración del amor en ella, es mayor la fuerza que crea los universos. No creer en ella, considerar esta fuerza como cualquier otra fuerza, compararla con las otras fuerzas, es un acto de poca fe y de falta de amor. El que vive el amor pasa a ser el faro de toda vida, trasciende por radiación su entorno y también la calidad del sol y de todos los planetas.
Todo está interrelacionado, todo es interdependiente, nada puede existir sin la radiación del amor. Si ustedes dudan de eso ¿Cómo harán para venir a mí? ¿Cómo harán para cambiar de vibración? ¿Cómo podrán amar a sus hermanos? ¿Cómo, mismo, podrán amarse a sí mismos? No hay reglas aritméticas, no hay reglas aritméticas complejas, la sola regla es: El amor es todo eso que es.  Ver otra cosa es ya una dualidad, ya una división y ya una denegación de vuestra divinidad y de vuestra unidad. Es entrar dentro de la acción y reacción.  El amor es gracia, el amor es unidad, ¿porqué no casar este axioma? Todo se transforma a la luz del amor, todo se resuelve dentro de la unidad del amor.
Mis queridos hermanos, por supuesto ustedes son libres, libres de continuar todas sus experiencias. Mientras la sed de experiencia esté allí, no podréis hacer la última experiencia que es amor.  El amor es la única experiencia que acaba todas las demás, la sola experiencia que puede conducir a vuestra divinidad.  Todas las otras no son más que alejamientos.  Comprendan bien que no juzgo y no juzgaré ninguna experiencia otra que la del amor ya que, en definitiva, todas estas experiencias les traerán próximo día la experiencia última y el tiempo no cuenta, la suma de sus experiencias tampoco, ante la grandeza del amor.
Mi corazón tiene por todas partes sed de ustedes, sed de verles reencontrar nuestro Padre. Mi corazón arde para abarcarles dentro de mi fuego.  ¿Cuál logro más hermoso es que el de fundirse dentro de este brasero de amor que, yo y otros muy grandes seres de luz, les proponemos? ¿Cuál es la experiencia que puede rivalizar con el fuego del amor? Ninguna, por supuesto. Pero mientras no decidan vivirla, yo no puedo tenderles la mano completamente, solo puedo acariciarles el alma, de un tiempo a otro, que me acuerdo, acerca del buen recuerdo de unidad que ustedes son.  
Mis bien amados hermanos de luz, vengo a lo sumo cerca de ustedes, para tocarlos. ¿Aceptarán dejarse tocar por mi fuego? Yo soy vuestra defensa contra el sufrimiento, vuestra defensa contra la noche. ¡Oh! cuanto los amo, ¡oh! cuanto soy ustedes, que son mí, ¡oh! cuanto vuestra luz es necesaria para el sol. Ustedes cuentan más que nunca de lo que puedan creer o esperar.
Huyan de aquellos que quieren inducirlos dentro del dolor, dentro de la creencia de vuestra dualidad.  Ciertamente están en peregrinaje desde tantas y tantas vidas que creen verdaderamente lo que viven como la realidad.  Pero la única realidad es la unidad, el “yo soy”, la vibración del amor. Remuevan sus vestiduras de miedos y de sombra.  Revistan vuestras vestiduras de gloria, adórnenlas del color del amor y de la verdad.

Yo estoy allí para acogerles, abarcarles, felicitarles de haber hecho la elección de la verdad.